El Congreso de los Diputados lleva seis años sin celebrar un debate sobre el Estado de la Nación. Concretamente, desde febrero de 2015. El actual Gobierno de España ha roto con la tradición por la que éstos venían realizándose desde la Transición todos los años en los que no había sesión de investidura.
Este debate no está obligado por la Constitución y no figura su convocatoria en el Reglamento de la Cámara, pero el debate tenía tanto arraigo que hubo 25 entre 1983 y 2015: diez durante los gobiernos de Felipe González; seis en los de José María Aznar, los mismos que durante las legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero; y tres durante el mandato de Mariano Rajoy.
Esta dinámica se frenó el 2 de junio de 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. Desde entonces, el presidente ha evitado este acontecimiento parlamentario que sirve para abordar la política general llevada a cabo durante el año por el Ejecutivo, así como para rendir cuentas.
Seis años dan para mucho. Y un vistazo a la composición del hemiciclo en el último debate sobre el Estado de la Nación da idea de lo mucho que ha cambiado el panorama político desde entonces: Podemos, Vox y Ciudadanos aún no habían entrado en el Parlamento, Rosa Díez lideraba los escaños de UPyD y la CiU de Josep Antonio Duran i Lleida era la única fuerza nacionalista catalana que contaba con grupo propio.
Además, el Grupo Mixto estaba compuesto por políticos tan emblemáticos como Sabino Cuadra (Amaiur), Alfred Bosch (ERC), Carlos Salvador (UPN) o Uxue Barkos (Geroa Bai).
Bildu todavía no había nacido como coalición electoral y Esquerra Republicana aún no tenía grupo parlamentario, pues sólo tenía tres diputados. En definitiva, una composición de la Cámara irreconocible.
El debate de 2015
El debate de 2015 destaca por ser el único en el que ha participado Pedro Sánchez, aunque, claro, como jefe de la oposición. Se celebró en la fase final de la primera legislatura de Mariano Rajoy y osciló en torno a la crisis económica y el "rescate" a la banca.
El presidente del Gobierno comenzó la sesión prometiendo tres millones de empleos y cargando contra el líder socialista por haberse "animado" a pedir un rescate que "no llegó": "Nos animaban a pedirlo, por no utilizar otra expresión. Pero no lo hicimos y esa fue la gran decisión de la legislatura. Esa fue la gran medida de política social de esta legislatura: evitar el rescate".
"Yo también podría decir a los españoles, como hacen otros, que el salario mínimo se duplica esta tarde, que las pensiones aumentarán un 5% mañana, que todo el mundo tendrá una vivienda subvencionada pasado mañana... Y así hasta que me canse", espetó Rajoy a Sánchez.
En su respuesta, el líder del PSOE reprochó al dirigente del Partido Popular que España "fue rescatada" por su "pésima gestión de Bankia": "Le recuerdo, señor Rajoy, la portada de Financial Times: 'Rajoy presume del rescate como si fuese una victoria'. Rescue en inglés es rescate, señor Rajoy".
Además, Sánchez criticó a Rajoy que no hablara con "los más de tres millones de desempleados de este país", con "los 400.000 jóvenes que han emigrado por la falta de oportunidades", ni "con las 32.000 familias desahuciadas el año pasado". "Su autocomplacencia está injustificada, señor Rajoy", zanjó.
Otra de las cuestiones más llamativas de aquel debate es que Pedro Sánchez afeó al Ejecutivo su "inmovilismo" en Cataluña. Un argumento que compartió con el dirigente de CiU, Duran i Lleida.
Desde aquella fecha han pasado más de seis años y el debate sobre el Estado de la Nación no ha vuelto al Congreso de los Diputados. PP, Vox y Cs lo han pedido en más de una ocasión, pero el Gobierno se escuda en los sucesivos procesos electorales y en la pandemia para evitarlo. Una anomalía en la tradición democrática española.