El PP alegará en su convención de otoño que puede arreglar España "en 10 Consejos de Ministros"

En el PP ya han trazado objetivos, tácticas y estrategias. Y entre ellos, destaca un mensaje: que la Convención servirá para dar "un mensaje a los mercados y a Europa: en 10 Consejos de Ministros podríamos poner a punto España".

En la (todavía) sede de Génova se tiene la conciencia de que el golpe en el PSOE ha sido de tal magnitud, al perder la primacía de la izquierda en Madrid, que ésta es la oportunidad para reforzar el liderazgo de Casado.

Fuentes de la dirección popular recalcan que "es evidente que Casado tiene equipo y proyecto, como se ha visto en las últimos días con el 'plan b jurídico' y el plan de choque económico".

Así, el PP no sólo ha lanzado a sus diputados nacionales a visitar cada una de sus circunscripciones para tratar de poner "un poco de Ayuso" en cada provincia, tal como cuentan desde fuentes internas a este periódico, sino que ya está pisando el acelerador de cara a la Convención Nacional que quiere celebrar en octubre.

Aún no hay fecha fija ni sede, pero Madrid se presenta como favorita para un cónclave cuya última edición fue en enero de 2019. En aquella ocasión, Casado tiró de los clásicos, con José María Aznar y Mariano Rajoy. En ésta, la rumorología -alimentada por el empeño de los dirigentes del PP en "contar con gente de fuera"- malicia que aparezca como invitado estrella Albert Rivera.

Todo le encaja al PP

En todo caso, ésta será la plataforma de rearme programático e ideológico que "ensanche las bases del partido" y "fije las principales líneas del programa electoral" que pueda abrirle las puertas de Moncloa. Al menos, ése es el deseo con el que se trabaja con detalle. Y por eso, antes de ese cónclave, la formación política de Casado ha programado 25 mesas de debate que contribuyan a echar los cimientos del renovado PP.

El entorno de Isabel Díaz Ayuso, por su parte, saca pecho. "Las políticas del Gobierno de Madrid son el ejemplo de lo que podrá hacer el Gobierno de Casado en Moncloa", explica un portavoz cercano a la presidenta madrileña.

La lideresa sí que gobierna su ola, y sus asesores tratan de introducir un leve pero importante matiz en el relato: no es que el PP brille con ella, es ella la que ilumina al PP. "Casado lo ha reconocido en muchas ocasiones: bajos impuestos, libertad educativa, eliminar trabas burocráticas para mover la economía o apostar por la colaboración público privada" son las ideas fuerzas del líder de la oposición. "Es decir, todo lo que ha llevado a que Madrid sea el motor económico de España".

Los ritmos, además, le encajan al PP, que tratará de ocupar espacio mediático, aprovechando de aquí a verano la aplastante victoria en Madrid e inaugurando el curso 2021-2022 con la convención. La cúpula del PP tiene el convencimiento de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni quiere "ni puede" adelantar las generales.

Por un lado, no está el ambiente político "propicio para él", como ya informaba el domingo este periódico. Por el otro, tal como confirman fuentes de Moncloa, se espera que el éxito de la campaña de vacunación y el inicio de las reformas ligadas a los fondos europeos de recuperación ayuden a remontar al PSOE.

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, en la terraza de la sede del PP en Génova, celebrando el resultado del 4-M.

"La cuenta atrás para que Sanchez salga de Moncloa ha comenzado, según se constata en todas las encuestas", apuntan las fuentes consultadas en el entorno del líder del PP. "Ante ello, el camino es la humildad y la responsabilidad", añaden.

Cambio de paso

El cambio de paso es evidente tras el 4-M: el chute de confianza frena las prisas y asienta, al menos en los mensajes que emiten los líderes populares, a Pablo Casado como presidenciable.

Pero el PP quiere tener definida la estrategia y marcado el rumbo del partido ante las próximas citas electorales. Las andaluzas -que tocarían para finales de 2022, pero que desde fuentes populares dan por hecho que como muy tarde serán a la vuelta del verano de 2022- serían las primeras elecciones previstas, siempre que no haya repetición de las catalanas este mes de julio. Y en esa eventual cita se da por hecho que Alejandro Fernández recogería los frutos de lo sembrado el 14-F, "abonados por el ayusazo".

Las mesas de debate están previstas para tratar sobre asuntos de actualidad y nuevos desafíos con expertos, miembros de la sociedad civil y cargos del partido. Hay programadas otras 20 en las próximas semanas. Son eventos más en clave interna que mediática, contenedores en los que aportar ideas, foros para alimentar la convención.

El PP trabajará en un documento político estratégico "como convocatoria abierta a los españoles, incorporando a representantes de la sociedad civil, distintos sectores y captando talento dentro y fuera del PP", según dijo el propio Pablo Casado ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP.

"No es de izquierdas"

El presidente popular, en conversación con este diario, recordó que en la anterior convención ya invitó "a ideólogos críticos con el PP", y que en esta ocasión hará lo mismo. "Queremos escuchar a referentes y a expertos que tienen mucho que decir y aportar al proyecto. Se verán nuevas caras y atraeremos talento", añaden a Europa Press fuentes del partido.

En su Convención Nacional, el PP quiere dar respuesta también a los nuevos retos del siglo XXI, como cambio climático, despoblación e igualdad según han señalado fuentes del partido. El partido reivindicará su visión liberal sobre estos temas, pero sobre todo, tratará de recordar -según indican fuentes internas- que ésos "no son temas de la izquierda", sino los retos reales para los que el Partido Popular tiene respuestas.

Asimismo, buscará profundizar en los cinco pilares que planteó Casado en el Congreso nacional por primarias: la libertad individual, el libre mercado y la propiedad privada, la igualdad de oportunidades, el Estado de derecho, y la nación.

Casado quiere que las mesas de debate y la Convención sirvan para ampliar la base electoral del PP en el centro político. En las filas populares ya dan por amortizado a Ciudadanos y su objetivo ahora pasa por atraer a votantes de Vox y a socialistas "descontentos y desencantados" con la actuación de Pedro Sánchez. Y eso, consideran, se hace sin variar el rumbo, "sino fijándolo claramente".