El Gobierno ya no considera la situación en Ceuta como una simple crisis migratoria. En menos de 12 horas, la entrada a nado de alrededor de 6.000 marroquíes en la Ciudad Autónoma española ha pasado a ser considerado por Moncloa como un acto consciente y orquestado desde las autoridades marroquíes.
Pedro Sánchez ha hecho una declaración institucional este mediodía, tras la celebración del Consejo de Ministros, y después de suspender un viaje que tenía previsto este mismo martes a París, para una cumbre, precisamente, sobre financiación de los países africanos. Antes, ha comparecido en rueda de prensa el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, junto a la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
Marlaska ha confirmado que, "con los trabajos iniciados ayer e intensificados esta madrugada" han sido "devueltas ya a Marruecos más de 2.700 personas" de las alrededor de 6.000 que lograron pasar a territorio español desde este lunes por la tarde. Más tarde, Interior ha subido las cifras a 4.000 de los "más de 8.000" irregulares. "Estamos trabajando con todos los medios ordinarios y extraordinarios", ha insistido, "y mantendremos la operación el tiempo que haga falta".
El titular de Interior ha anunciado que al finalizar su comparecencia, viajaría de inmediato a Ceuta, para coordinar los trabajos "en defensa de la integridad de las fronteras, dar todo el poyo a los ciudadanos de Ceuta y de Melilla y revertir la situación".
En la Ciudad Autónoma, Marlaska mantendrá una reunión operativa de coordinación con "los mandos de la Guardia Civil y de la Policía, con la delegada del Gobierno, y con la presidencia de la Ciudad Autónoma", dijo, sin citar a Juan Jesús Vivas, que en ese momento criticaba en el 24 horas de TVE la "improvisación y mala respuesta" del Gobierno.
Marlaska prometió que "esta situación extraordinaria" será solucionada", como "ya hemos afrontado otras en estos tres años de políticas migratorias". Tanto él como Montero han insistido en que el Gobierno "dará respuesta" a la agresión pero que "igual de beligerantes seremos con la persecución y repulsa de los discursos de odio", en referencia a las palabras de Santiago Abascal.
Los antecedentes
La apertura de la frontera con la Ciudad Autónoma de Ceuta -y el intento de asalto a la verja de Melilla esta madrugada- ha provocado una seria crisis diplomática, si bien el Ministerio de Exteriores de Arancha González Laya niega oficialmente que haya relación entre estos acontecimientos y la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Ibrahim Ghali.
Marruecos, por su parte, ha dado por rotos todos los acuerdos con España, tal como ha informado EL ESPAÑOL. Eso sí, no le ha dado oficialidad al desafío.
Por el momento, el Gobierno ha enviado efectivos militares a Ceuta para reforzar la frontera, y se ha ordenado "la devolución inmediata de las personas" por la frontera de Ceuta, según ha anunciado el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
El presidente del PP, Pablo Casado, por su parte, ha mantenido en la mañana de este martes una reunión telemática con el presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas. El líder popular le ha explicado que ha llamado al presidente del Gobierno con la intención de pedirle que garantice la integridad de la frontera española y la devolución “inmediata” de los miles de irregulares.
Entretanto, el jefe del Ejecutivo ha anticipado su posición en un apunte en su cuenta oficial de Twitter en el que deja clara la grave crisis en la que han entrado las relaciones entre Madrid y Rabat: "Mi prioridad en este momento es devolver la normalidad a Ceuta", ha escrito Sánchez. "Sus ciudadanos y ciudadanas deben saber que cuentan con el apoyo absoluto del Gobierno de España y la máxima firmeza para velar por su seguridad y defender su integridad como parte del país ante cualquier desafío".
Según fuentes oficiales de Moncloa, el Gobierno de España quiere trasladar a los españoles, españolas y residentes de Ceuta que cuentan con su "apoyo absoluto para velar por su seguridad y garantizar el orden público bajo cualquier circunstancia". Presidencia del Gobierno afirma que los efectivos militares enviados y las fuerzas del orden allí destacadas, reforzadas con hasta 400 agentes más, actúan "ya para restablecer la normalidad con la mayor celeridad posible".
El Consejo de Ministros se reunió desde las 9.30 horas y alargó sus deliberaciones mucho más de lo previsto, hasta pasadas las 12.00 del mediodía. Evidentemente, la crisis con Marruecos centró la cita en la que Moncloa informa de que se "evaluaron los sucesos de Ceuta y Melilla, donde también se ha producido la llegada irregular de numerosos inmigrantes en las últimas horas".
Tras la conversación entre Sánchez y Casado, el Partido Popular ha evitado declaraciones beligerantes con el Gobierno. El líder del PP ha pedido "más efectivos" y una respuesta "contundente" a la agresión marroquí. Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró que "a pesar de los datos oficiales" son al menos 10.000 las personas que han ingresado en España [Interior hablaba entonces de 6.000] y pidió "contundencia" al Gobierno de España contra la "inmigración ilegal".
"Sólo puede haber una respuesta de fuerza en estos momentos. Hay que enviar al Ejército pero no para mirar: para que haga lo necesario", ha afirmado Abascal en esRadio, lamentando la "debilidad de España", que "España no es respetada" -ha puesto también como ejemplo de esto la "fuga del delincuente Puigdemont"- y que el Gobierno "ha rendido la frontera sur".
El ministro Marlaska criticó con vehemencia las palabras de Abascal antes de entrar al Consejo de Ministros. Esta misma tarde, ambos se encontraban en la ciudada autónoma, aunque tenían previsto haberse enfrentado en el Congreso porque precisamente Marlaska iba a ser el protagonista, ya que el orden de día contenía el debate de una moción de reprobación contra él presentada por el Partido Popular.