Imagínense un político amante del cine, la literatura, la historia y la oratoria. Que es vicepresidente de la Cánovas Fundación de Málaga. Que reivindica a Julio Camba o Josep Pla. Y que se confiesa enemigo acérrimo del nacionalismo. ¿Ya? Pues habrán dado entonces con Guillermo Díaz Gómez (Melilla, 1978).
El diputado de Ciudadanos por la circunscripción de Málaga atraviesa su tercera legislatura en la Cámara, pero es ahora cuando más está destacando gracias a sus intervenciones. Quizá porque la drástica reducción que sufrió su grupo en las últimas generales le permite una mayor exposición y porque, claro, la experiencia es un maestro feroz.
Es por eso que ya hay quien ve en él al nuevo Toni Cantó, su recambio en Ciudadanos. Una comparación que el propio Díaz admite de buen grado por cuanto ambos se tienen "en alta estima": "Le admiro, es un gran orador".
Pero las similitudes, arguye, tienen más que ver con el contenido que con el continente, pues ambos mantienen como prioridad en sus intervenciones desenmascarar las mentiras del nacionalismo y la doble moral de la izquierda: "Contra el falseamiento de la Historia debemos responder con la verdadera historia de lo sucedido".
1. ERC: la ultraderecha
Su último discurso, y uno de los más aplaudidos, apunta a esta dirección. Guillermo Díaz dio toda una lección de teoría política a los diputados de Esquerra Republicana después de que María Carvalho gritara "fascista" a Macarena Olona en medio del Congreso de los Diputados -ante la inacción de Meritxell Batet-.
"Me pareció insultante porque ERC tiene tesis más cercanas a la ultraderecha que Vox", apunta Díaz, que aprovechó la situación para explicar a los separatistas catalanes cuáles son exactamente las características esenciales de la "ultraderecha": un pasado mítico inventado, el adoctrinamiento, un espacio vital (o lebensraum), la victimización y el racismo. Rasgos, todos ellos, ligados a ERC.
"En alguna ocasión previa ya les había hablado de sus contactos con Mussolini o de sus contactos con los nazis durante la Segunda República. El nacionalismo catalán en general y ERC en particular siempre han sostenido tesis racistas, pero después de la Segunda Guerra Mundial consideraron que estratégicamente era adecuado disimular el racismo y poner la lengua donde antes estaba la raza", explica Díaz.
El diputado ha estudiado profusamente el nacionalismo como fenómeno europeo y por eso está "encantado" de que ERC hable de fascismo. "Es más, les invito a que lo sigan haciendo porque podremos confrontar ideas, aunque me cueste encontrar respuesta porque intuyo que desconocen su propia historia", reta.
2. Podemos y Franco
Se debatía en el Congreso la proposición de Ley de Unidas Podemos para despenalizar los delitos de injurias a la figura del monarca, pero también de enaltecimiento del terrorismo, ofensa a los sentimientos religiosos y ultraje a los símbolos. Una norma finalmente aprobada con los votos de PSOE y los independentistas.
En palabras de Jaume Asens, estos delitos debían ser derogados por ser "una rémora franquista" que provoca que se encarcele a "tuiteros" y "raperos". Hasta ahí pudo escuchar Guillermo Díaz, que salió al atril a denunciar la "incongruencia" de la extrema izquierda.
Y es que los mismos que plantearon "eliminar el delito de enaltecimiento del terrorismo porque ETA ya no existe" defienden "tipificar como delito el enaltecimiento del franquismo". "Se puede enaltecer a ETA porque ETA ya no existe pero no se puede enaltecer a Franco porque... ¿Me he perdido algo, señores de Podemos?", bromeó Díaz, que zanjó; "Ustedes no necesitan una ley, sino un exorcismo".
3. Vox y los fondos
Otra intervención reciente, como la primera, pero que en esta ocasión tuvo a Vox como víctima, fue aquella en la que achacó a los de Abascal haber dejado "en manos de Sánchez la gestión de los fondos europeos" y, luego, "la compra de vacunas".
Vox es uno de los partidos más duros de la Cámara contra el Gobierno de España pero en este caso, explicó Díaz, le pudo su pulsión "euroescéptica". Y expuso las propuestas de Ciudadanos al respecto.
4. Odio y nacionalismo
De nuevo el nacionalismo. En esta ocasión, cuando se debatía acerca del "odio", Díaz lo señaló como algo inherente a los nacionalismos.
El diputado por Málaga recordó cómo en Alsasua (pueblo navarro donde se propinó una paliza a dos guardias civiles y sus parejas) radicales abertzales hostigaron a los miembros de Ciudadanos en 2018 ante el silencio cómplice del PSOE -Ander Gil dijo directamente que los liberales habían ido a "agitar el odio"-.
Los socialistas hablaban de odio en la Cámara porque "un lerdo con escopeta" había disparado las fotos de miembros del Gobierno, pero el diputado de Cs les planteó qué hubiera pasado si se hubiera disparado a fotos de miembros de otros partidos: ¿Y a fotos del Rey? ¿Y a fotos de miembros de la Policía y la Guardia Civil? ¿Y a la de algún juez?". "Si les preocupa el odio, plántense ante el nacionalismo", espetó al PSOE.
5. Contra el bipartidismo
Pero no sólo el nacionalismo o los populismos son objeto de las acometidas del diputado liberal, que también tiene para PSOE y Partido Popular. Por ejemplo, cuando pactan para "repartirse el Estado".
A los principales actores del ya extinto bipartidismo les achacó el pasado mes de febrero que no pactaran durante la pandemia -"cuando los españoles estaban muriendo y arruinándose"-, pero sí se mostraran prestos y dispuestos a hacerlo para repartirse el Consejo General del Poder Judicial y RTVE.
"Siento tristeza y vergüenza", lamentó Díaz en referencia a una actitud de los dos grandes partidos que "hace pedazos la imagen de la política de cara a los españoles".
Vistas las intervenciones, ¿cuál dirían que es la clave del éxito? El diputado lo explica: "Hay verbos y ritmos que funcionan mejor, la repetición de la idea, el que alguien se pueda incorporar al discurso sin conocer nada previamente y entienda lo que estás diciendo...". Tomen nota.