La ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado este martes que el Gobierno respalda la actuación policial al término de la manifestación contra el crimen del joven gallego Samuel que fue asesinado este fin de semana al recibir una paliza de un grupo de jóvenes.
Así lo ha afirmado la portavoz del Ejecutivo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada si consideraba desproporcionada la actuación policial en la noche de este lunes.
"El Gobierno respalda las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en relación restablecimiento del orden salvo que exista algún tipo de denuncia de un caso concreto, que se estudiara más a fondo", ha precisado Montero.
En su opinión y en términos generales "no hubo grandes actuaciones porque la mayor parte de la ciudadanía se comportó de manera pacífica". No obstante, ha argumentado que el Gobierno tiene que "restaurar el orden establecido" si al final de las protestas se registran incidentes que pueden alterar el funcionamiento de pueblos y ciudades.
Según Montero, lo importante es la consternación que vivió la sociedad española cuando fue consciente de que "una persona, por su condición sexual, fue agredida brutalmente hasta el asesinato". Esto, en su opinión es con lo que se tiene que quedar la sociedad para que no vuelvan a repetirse incidentes y para que todo el peso de la Ley caiga sobre los agresores.
Vídeo de Javier Albarrán
Se analizarán las imágenes
Con anterioridad, la Delegación del Gobierno había anunciado que analizará las imágenes para detectar si la actuación policial fue o no desproporcionada, como han denunciado algunos manifestantes y líderes políticos.
La concentración se produjo en la Puerta del Sol de Madrid autorizada por la Delegación del Gobierno, que asegura que se reunieron allí unas 4.000 personas. Según Delegación, la Policía Nacional había detectado la presencia de varios grupos de ideología radical de extrema izquierda, identificando a siete de estas personas.
Con posterioridad, sobre las 21 horas, los agentes localizaron a unas 1.000 personas subiendo desde Preciados hasta la plaza de Callao, produciéndose posteriormente una sentada, primero en Gran Vía y luego en la calle San Bernardo a la altura del Ministerio de Justicia hacia las 21:44 horas, durante unos 40 minutos.
Así, siguiendo la versión de la Delegación del Gobierno, la Policía requirió a estas personas, en todo momento, que se disolvieran ya que no tenían autorización para realizar esta marcha, que estaba conllevando cortes y atascos de tráfico en la zona.
Estos se negaron y, tras la parada, continuaron su marcha hacia la calle Princesa. Siguieron haciendo caso omiso a las advertencias y unos 70 de ellos comenzaron a arrojar objetos a la Policía, además de alentar para rebasar la línea policial.
Hacia las 22:30 hora, a la altura del metro de Argüelles, entre las confluencias de las calle Alberto Aguilera y Princesa, se produjeron más lanzamientos de objetos por parte de los participantes, "quienes trataron de formar barricadas en la zona causando daños en el mobiliario urbano, lo que provocó la actuación de la Policía utilizando la fuerza para disolver a este grupo, de unas 70 personas", señalan.
Los altercados concluyeron sobre las 23:30 horas. En el transcurso de los incidentes, los agentes detuvieron a un joven por desórdenes públicos, además de la identificación de otros siete. Las personas más hostiles, las que habían mantenido una actitud más desafiante, abandonaron el lugar, quedándose un grupo, que realizó una sentada en la zona del Corte Inglés, sin que se produjera incidente alguno.
La Delegación del Gobierno ha remarcado que analizará las imágenes y estudiará la actuación policial realizada, así como el operativo aplicado. "Y como no podría ser de otra manera, en el caso de que se haya producido cualquier desproporcionalidad, se adoptarán las medidas oportunas", prometen.