La nueva ministra de Educación, Pilar Alegría Continente (Zaragoza, 1977) fue la candidata más votada al Ayuntamiento de Zaragoza en las municipales de 2019, pero el popular Jorge Azcón le arrebató la Alcaldía mediante un pacto entre el PP, Cs y Vox.

Sánchez optó entonces por recolocar a Pilar Alegría como delegada del Gobierno en Aragón. Diplomada en Magisterio, en la especialidad de Educación Primaria, tiene un Máster en Estudios Avanzados en Educación Social por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

Ha sido diputada por Zaragoza (entre 2008 y 2015), miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE (2008-2012) y secretaria de Organización del PSOE de Aragón. Durante los últimos años, su trayectoria ha estado ligada a la del presidente Javier Lambán: fue la número 2 de su candidatura por Zaragoza en las autonómicas de 2015, y aquel año se convirtió en consejera de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno región.

Tras su paso por el Congreso de los Diputados entre 2008 y 2015, Alegría, diplomada en Magisterio de Educación Primaria, regresó a su tierra y su ciudad para hacerse cargo de la consejería de Innovación, Investigación y Universidad durante cuatro años. En este periodo logró llevar adelante el Pacto por la Ciencia que firmaron todos los grupos que en aquel momento tenían representación en las Cortes de Aragón.



Otro no menos importante fue el acuerdo en marzo de 2016 para la financiación de la Universidad de Zaragoza, por el que en el periodo 2016-2020 recibiría 780 millones de euros.



Su posicionamiento en favor de Pedro Sánchez frente al presidente de su partido en Aragón, el actual presidente autonómico Javier Lambán, la descabalgó de las Cortes, pero terminó haciéndose un hueco como cabeza de lista en las elecciones al Ayuntamiento de Zaragoza frente a Carmen Dueso que terminó renunciando en las primarias.



Pilar Alegría había reconocido en una entrevista a EFE que ser alcaldesa era "uno de los máximos honores" y que su objetivo era devolver a la ciudad su cercanía y capacidad de ofrecer oportunidades y soluciones tras cuatro años de "líos".



El no poder tomar el bastón de mando en Zaragoza, la llevó a cambiar de acera en la Plaza del Pilar. Dejó su sillón de concejala en el Ayuntamiento zaragozano y se trasladó al edificio de enfrente, para hacerse cargo de la Delegación del Gobierno en Aragón, puesto que ha ocupado el último año y medio. 

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