El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido al presidente, Pedro Sánchez, que la mascarilla vuelva a ser obligatoria al aire libre y que esta misma semana adopte las "medidas necesarias" para dotar a las autonomías de "un marco de seguridad jurídica suficiente" para poder limitar la movilidad nocturna y el número de personas por reunión.
Y el Gobierno central ya ha respondido, cerrando la puerta a ambas peticiones: ni mascarilla obligatoria ni toque de queda. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha recordado este martes que, pese a la relajación de las medidas a finales de junio, la mascarilla sigue siendo obligatoria en exteriores cuando no se respete la distancia de seguridad interpersonal.
Lo ha hecho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada por la carta que el lehendakari, Íñigo Urkullu, ha enviado a Pedro Sánchez. Urkullu envía esta carta pidiendo actuación al Gobierno central porque cada vez que ha impuesto restricciones han sido tumbadas por los tribunales, por lo que necesitaría un estado de alarma para que la Justicia no rechazara sus medidas antiCovid.
"Hay margen"
Isabel Rodríguez se ha remitido a la reunión que la ministra de Sanidad y los consejeros mantendrán esta tarde en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, pero ha apuntado que las autonomías aún tienen "margen" de actuación para frenar la quinta ola.
"El Gobierno cree que hay margen por parte de las comunidades para avanzar en las medidas de contención de los contagios. Ese es el marco en el que creemos que tenemos que movernos", ha dicho la portavoz.
Respecto a las mascarillas, ha urgido a hacer cumplir la norma vigente que impone su uso siempre excepto al aire libre cuando se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de un metro y medio, una norma que la ciudadanía está cumpliendo con carácter general, aunque desde el Ejecutivo creen que "hay algunos ámbitos" en los que no.
Por tanto, cree que no es tanto modificar la ley recientemente aprobada, sino "más bien de incumplimiento de la ley, y hay que hacer cumplir esa norma".
"El uso en este país sigue siendo obligatorio; es importante no olvidarlo porque podríamos estar confundiendo a la ciudadanía", ha subrayado la ministra, antes de insistir en un "llamamiento a la prudencia".