La XXIV Conferencia de Presidentes, que se celebra este viernes en Salamanca, ya está en marcha tras la tradicional foto de familia, presidida por el Rey en la plaza mayor de la ciudad, en la que han posado junto a don Felipe el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los 16 presidentes autonómicos y dos de ciudades autónomas presentes.
También han estado el presidente del Senado, Ander Gil, y, por parte del Gobierno, las tres vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, así como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Sanidad, Carolina Darias; el titular de Presidencia, Félix Bolaños; y la portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, junto a Isabel Rodríguez y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, han ido recibiendo a todos ellos a su entrada a la plaza, donde han conversado de forma distendida hasta la llegada del presidente del Gobierno y, finalmente, del Rey.
El monarca ha sido acogido con aplausos de las personas que estaban presentes y con algunos gritos de "viva España", "viva el rey" y "viva la unidad de España", mientras que se han escuchado algunos insultos a Sánchez.
Tras el saludo uno por uno de don Felipe y Sánchez, han posado para los medios gráficos en el centro de la plaza, con el ayuntamiento de Salamanca como fondo.
A continuación, se han desplazado hasta el Convento de San Esteban, en cuyo claustro de Colón se celebrará la reunión plenaria de la Conferencia desde las 11 de la mañana, ya sin el Rey.
Descontento autonómico
La Conferencia de Presidentes, el órgano de máximo nivel político de cooperación multilateral Estado-comunidades, aborda asuntos como el proceso de vacunación, la despoblación y el reto demográfico y los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Cuenta con una sola ausencia, la del presidente catalán, Pere Aragonès, que ha dicho preferir la relación bilateral con el Estado, algo que ha lamentado el jefe del Gobierno porque de esta forma no será escuchada la voz de los catalanes respecto a temas "muy importantes".
Iñigo Urkullu ha acudido finalmente, pero no de forma incondicional. Lo ha hecho tras lograr la cesión de más impuestos y recursos para el País Vasco.
Los presidentes del PP acuden con la sensación de que Sánchez busca una foto a pocos días de iniciar sus vacaciones, pero no el consenso o escuchar a las comunidades. Critican la escasa preparación técnica de la cita y su poca capacidad de decisión.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lidera esta corriente. De hecho, ha asegurado ya en Salamanca, minutos antes del inicio de la Conferencia, que no irá a la siguiente si no se hace "conforme a reglamento". A ella, como a muchos barones, le parece "un paripé".
Sánchez llama al "optimismo"
Justo antes del comienzo de la Conferencia, Sánchez, que ha comparecido ante los medios junto a Fernández Mañueco, anfitrión, ha reflexionado sobre los avances desde esta misma reunión de 2020, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), cuando los fondos europeos eran apenas un embrión y no había noticias de una vacuna contra la Covid-19. Como en su balance del curso político de este jueves, ha sacado pecho por la recuperación económica.
Sánchez ha llamado a la "esperanza y al optimismo" por todo lo dicho anteriormente. "Juntos hemos sufrido y juntos vamos a vivir la recuperación. Y queremos hacerlo de la mano de las comunidades autónomas", ha afirmado.
Mañueco ha aprovechado para pedir a Sánchez un mayor número de vacunas para las comunidades que ayude a lograr cuanto antes la ansiada inmunidad. En este sentido, Sánchez ha anunciado la llegada de 3,4 millones de dosis de Pfizer extra en agosto. Asimismo, el presidente de Castilla y León ha reclamado al del Gobierno central "un cambio en la inercia de las políticas contra la despoblación", que afecta especialmente a este territorio.