El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha pedido este miércoles "tranquilidad, tiempo y discreción" para consolidar las relaciones con Marruecos y lograr que éstas sean "sólidas".
"La diplomacia requiere tranquilidad, tiempo y discreción, que sirve para abrir caminos seguros en los que las relaciones sean sólidas", ha asegurado en declaraciones en el Ministerio tras presidir la toma de posesión de los dos últimos directores generales que conformarán su equipo.
Albares, quien sustituyó a Arancha González Laya al frente del Ministerio el pasado 12 de julio, ha nombrado tres nuevos secretarios de Estado y 7 directores generales con los que buscar abrir una nueva etapa en las relaciones diplomáticas y afrontar algunos de los problemas con los que se ha encontrado.
A finales de julio se cumplieron 100 días desde el inicio de la crisis con Marruecos, propiciada por la acogida del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Tanto la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, como el ministro de Exteriores advirtieron a España de que la salida de Ghali no era suficiente para terminar con la crisis. A la lucha por arrancar un reconocimiento del Plan de Autonomía para el Sáhara Occidental, Rabat une ahora la reivindicación de la cosoberanía de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que consideran "presidios ocupados".
Nuevos embajadores
El nuevo ministro también se ha centrado este miércoles en nombrar embajadores para las cerca de 30 embajadas que España mantenía vacantes.
Así, el Consejo de Ministros de este martes aprobó el nombramiento de 8 nuevos embajadores, entre los que destacan los de Afganistán, Kazajistán, Eslovenia, Estonia, Ghana, Haití, Paraguay y República Dominicana.
Además, el ministro ha nombrado embajador en la India y ha pedido el plácet para un candidato a la embajada en Reino Unido, un puesto que llevaba más de seis meses vacante.
Como primer viaje al extranjero, Albares ha visitado el Reino Unido y este mismo miércoles viaja a Portugal, como primer país de la UE.
El viaje a Marruecos, tradicional destino de la primera salida de los ministros de Asuntos Exteriores, queda para más adelante, como ha explicado al pedir "tranquilidad, tiempo y discreción", ya que el objetivo es establecer unas relaciones sólidas y estables con el vecino del sur.