Juan Lobato sigue ganando papeletas para hacerse con el liderazgo del PSOE de Madrid. El candidato impulsado por Ferraz, el preferido de Pedro Sánchez para la región, ha conseguido sumar a la causa a uno de sus tres posibles rivales, el abogado Eduardo Ranz, y ya tiene el camino hacia la secretaría general un poco más despejado.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Lobato está muy cerca de llegar a un acuerdo programático con el letrado memorialista, que está dispuesto a no presentar su candidatura y apoyar al exalcalde de Soto del Real, favorito de cara a las primarias que los socialistas celebrarán el próximo 23 de octubre.
Fuentes conocedoras de la negociación, que se inició este lunes, aseguran que es el propio Ranz quien ha dado marcha atrás ante la inviabilidad de su liderazgo. Ambas partes, además, confirman que de momento sólo se ha hablado de "un proyecto" en común y no de "puestos" en una futurible ejercutiva: "¿Hablar de puestos? Eso es precisamente lo que hay que evitar".
De confirmarse la incorporación, que se cerrará con toda probabilidad antes de que finalice esta semana, el joven candidato de Ferraz sólo habría de enfrentarse a dos rivales con posibilidad de obtener los avales: el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, y la secretaria general de Paracuellos de Jarama, Eva Llarandi.
Esto, a la espera de ver si la Plataforma Socialista de Madrid presenta un candidato para plantear una "alternativa" a quienes representan "más de lo mismo". Los 300 militantes que conforman la plataforma quieren un proyecto "que empodere a la militancia" frente a "las imposiciones de Ferraz", pero no las tienen todas consigo para conseguir los avales por el escaso número de sus simpatizantes.
Su cabeza de lista podría ser el sociólogo y catedrático de la UNED José Antonio Díaz, exmiembro de la ejecutiva regional de José Manuel Franco, que dimitió tras el batacazo en las pasadas elecciones autonómicas de mayo.
Perfil de Lobato
Juan Lobato (Madrid, 1984), Técnico de Hacienda de profesión, es actualmente portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea madrileña. Pese a su juventud, lleva en política desde 2003, cuando consiguió, con 18 años, el acta de concejal en Soto del Real.
Ahí llegó a la alcaldía en 2015, pero la abandonó este año para ir a las autonómicas como número cuatro de Ángel Gabilondo en una maniobra muy arriesgada, pues ostentaba la vara de mando con un 59,3% de los apoyos en 2019.
Desde entonces, y sobre todo tras la debacle socialista del 4-M, su obsesión es convertirse en el próximo líder del PSOE de Madrid. De hecho, Lobato ya se presentó a las primarias de 2017 contra el candidato fuerte de Ferraz, José Manuel Franco. Entonces perdió contra el hombre que contaba con el respaldo de Sánchez y del grueso del partido.
Pero tras la dimisión de Franco, ahora es el joven madrileño quien cuenta con el apoyo de los dirigentes que trabajan cerca del presidente del Gobierno. De él gustan su juventud y su perfil transversal, capaz de atraer a profesionales liberales de los nuevos barrios y de la capital. Tanto es así que en Ferraz dan por hecho que, salvo sorpresa, él será el nuevo secretario general del partido en la Comunidad de Madrid.
Su labor sería la de insuflar vida a un PSOE que lleva casi tres décadas sin tocar la Puerta del Sol y que ya ha sido sorpassado por Más Madrid como fuerza protagonista en la izquierda. "Él es el mejor perfil que tenemos ahora mismo", aseguran fuentes socialistas.
Los 13.000 militantes madrileños votarán el próximo 23 de octubre, fin de semana posterior al 40º Congreso Federal del PSOE en Valencia, por su nuevo líder. Si nadie lograra el respaldo suficiente (superior al 50%), el 30 de ese mismo mes se celebraría una segunda vuelta. El favorito, y cada vez con más papeletas, es sin duda Juan Lobato.