La falsa agresión homófoba a un chaval de 20 años en el barrio madrileño de Malasaña sigue dando de qué hablar. Al menos en la Asamblea de Madrid, que ha arrancado este jueves el nuevo curso político con un cruce de reproches entre Isabel Díaz Ayuso y la bancada de la izquierda, ocupada por Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, a cuenta de la "homofobia".
La sesión plenaria traía una Proposición No de Ley presentada por Podemos, instigada por la falsa denuncia, que pedía elaborar y aprobar una estrategia de "agresiones cero al colectivo LGTBI", así como "promover la educación en diversidad sexual y contra el odio" con asignaturas específicas en los centros educativos.
Pero la presidenta madrileña ha traído su propia propuesta al pleno: modificar la normativa estatal LGTB para que se haga "más efectiva la defensa del Estado de Derecho contra las denuncias falsas".
Y es que, en su opinión, las denuncias falsas son "delitos penales" que causan "graves perjuicios a los inocentes" y a las verdaderas víctimas, sobre todo en leyes que tienen que ver con la violencia contra homosexuales, transexuales y mujeres.
Díaz Ayuso ha realizado este anuncio en respuesta a la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, que ha preguntado a la presidenta qué ocurre con los padres que son denunciados por violencia de género y son inocentes, y que luego "no pueden ver a sus hijos". Monasterio ha recalcado la importancia de que las leyes LGTB y de violencia de género "respeten la presunción de inocencia": "Si son inocentes, señora Ayuso, ¿va a ser coherente y a derogar estas leyes?".
"Estoy de acuerdo con que nunca más se vuelva a vulnerar la presunción de inocencia, que es la base de nuestro ordenamiento jurídico", ha respondido la dirigente autonómica, que no derogará las normas de la Comunidad de Madrid, pero sí las revisará para seguir respetando la ley sin dar "una imagen distorsionada" de la región.
¿Homofobia? "En su cabeza"
Justo sobre eso, sobre la imagen distorsionada que la izquierda ofrece de la Comunidad de Madrid, ha oscilado la intervención de la presidenta madrileña, que ha sostenido que "la homofobia está en la cabeza de la izquierda", por cuanto cree que se encuentra en una "región de borrachos y homófobos". "¡Y aun así quieren ganar!", ha exclamado con incredulidad.
Díaz Ayuso ha defendido que la región que preside es "abierta y respetuosa", pues ahí se celebra "una de las fiestas más importantes para la libertad de las personas homosexuales y transexuales", pese a que "el ambiente se ha deterioriado por asociaciones politizadas que se han adueñado" de ella.
El Partido Popular ha afeado a las formaciones de izquierda que utilizaran la falsa denuncia de un chaval de 20 años (que se dejó tatuar la palabra "maricón" en las nalgas") para denunciar un supuesto "delito de odio" de Vox contra el colectivo LGTB que contaría con la complicidad de Ayuso.
Lo ha hecho a través del portavoz popular en la Asamblea, Alfonso Serrano, que ha asegurado que los verdaderos delitos de odio son los que se producen contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña "por parte de los independentistas".
"Hay situaciones que tenemos que intentar solucionar", ha admitido Díaz Ayuso, pero que ha señalado que es "hipócrita" que la izquierda haga bandera de la causa contra el odio cuando "me han responsabilizado de agresiones producidas en otras Comunidades Autónomas".
"Los verdaderos delitos de odio van para personas mayores, con discapacidad... Y sobre eso no dicen nada", ha zanjado la presidenta de la Comunidad de Madrid, futurible presidenta del PP en la región.