Los días previos a la convención nacional "que empezará a llevar a Pablo Casado a la Moncloa" no sólo se centran en las conversaciones discretas con Isabel Díaz Ayuso para que rectifique las fechas de su viaje a Estados Unidos y esté presente cuando y donde toca, según fuentes de la dirección del PP. Los equipos de Génova también están cerrando los detalles de calendarios, temas y personajes estrella. Y los dos principales de la caravana itinerante de la semana previa al acto multitudinario de la plaza de toros de Valencia serán los expresidentes Mariano Rajoy, abriendo la ruta en Santiago de Compostela, y José María Aznar, en la segunda etapa, la que parará en Valladolid.
Casado se siente cómodo con la fiesta de una semana que inaugura el otoño popular. Se ve bien en el futuro cercano, como presidente del Gobierno más pronto que tarde. Y se mira en sus predecesores tanto que se ha atrevido a elegir la mítica plaza de toros de Valencia para cerrar la convención itinerante. Será que Rajoy y Aznar también lo ven así.
Los dos expresidentes del Gobierno y del PP participarán en la caravana, que arranca el 27 de este mes en Santiago de Compostela y culmina, después de cruzar toda España, en el fin de semana del 2 y 3 de octubre en la capital del Turia. Así lo han confirmado fuentes cercanas al número dos del partido, Teodoro García Egea.
La convención nacional busca "ensanchar" el partido. Por ello, una de las ideas ha sido aunar las dos almas populares. Dos espíritus políticos encarnados por los expresidentes en un rearme ideológico enmarcado bajo el lema España y Libertad.
En el ciclo de ponencias que tendrán lugar en Valladolid, considerada -vía conservadurismo castellanoleonés- una de las plazas fuertes de Aznar, se recuperará el término de "feminismo liberal", acuñado por Ciudadanos. Y además, el mismo día, diversos protagonistas abordarán temáticas como La persona sobre el colectivo: diversidad, pluralismo y tolerancia, El centro-derecha en el siglo XXI, Más sociedad y mejor gobierno y Cultura y cancelación.
Conceptos todos ellos asociados a la denominada batalla cultural. Ésa que el PP, según se desprende del programa de su convención, pretende dar. Y especialmente cuando éste es uno de los caladeros de votos de Vox.
El alma más centrista del partido se habrá abordado un día antes en Santiago, capital de una Galicia gobernada holgadamente por el PP de Alberto Núñez Feijóo desde abril de 2009. La tierra natal de Mariano Rajoy y de Manuel Fraga, uno expresidente y el otro fundador del partido. Allí, Rajoy participará en los actos que incluirán mesas redondas tituladas Concordia, Constitución y Patriotismo, Unidad nacional y Estado autonómico frente al nacionalismo, Terror y violencia política, Unidad europea: reformismo y solidaridad y Globalización y vínculo atlántico.
Los actos de la semana consistirán en mesas de debate, mítines con estrellas del partido, discursos de calado político y económico... y globos, muchos globos. Una semana recorriendo España, del noroeste al sureste, en un itinerario que pretende ser un remedo de las campañas electorales americanas, con autobuses de colores y globos, viejas glorias y nuevos valores, ideas y alternativas de gobierno.
Quien no se subirá al autobús ni al escenario será Albert Rivera, cuyo nombre era la especulación más sabrosa y malvada en los últimos meses. El expresidente de Ciudadanos, ahora abogado en ejercicio, ha sido contratado por el PP para diversas causas judiciales en los últimos meses. Y fue rondado por la dirección popular, por si él quería dejarse ver con la gaviota azul detrás, no fuera a ser que el proceso de absorción (de votantes) al partido naranja lo aconsejara.
La versión oficial del PP es que Rivera "ha dejado la política y no le interesa". La del entorno del exlíder liberal es que nunca haría algo así, que podría ser interpretado como alta traición por su sucesora, Inés Arrimadas. La real, vaya usted a saber cuál es.
En las mesas de la convención nacional no estarán solo los expresidentes sino también expertos de la sociedad civil. El PP busca que esta convención sea un "hito" para presentar la alternativa de Pablo Casado al Gobierno de Pedro Sánchez y mostrar además que tiene las "puertas abiertas". De ahí los cantos de sirena a Rivera...