Aragonés y Puigdemont junto al alcalde de Alguer, Mario Conoci. A sus espaldas, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró; la presidenta del Parlament, Laura Borràs; y la consellera de Acción Exterior, Victoria Alsina.

Aragonés y Puigdemont junto al alcalde de Alguer, Mario Conoci. A sus espaldas, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró; la presidenta del Parlament, Laura Borràs; y la consellera de Acción Exterior, Victoria Alsina.

Política

Puigdemont y Aragonès se unen en Cerdeña para relanzar el 'procés' el 1-O

La visita del presidente de la Generalitat al expresident da impulso al independentismo de cara al cuarto aniversario del referéndum ilegal.

26 septiembre, 2021 02:04

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La detención y posterior puesta en libertad del expresidente de la Generalitat Carles Puidgemont en Cerdeña han abierto un nuevo capítulo entre el Gobierno de España y el de Cataluña, al mismo tiempo que lo han hecho entre ERC y Junts. La imagen de unidad del president Pere Aragonès y Puigdemont en la isla italiana ha devuelto cuando menos la apariencia de unidad al independentismo, que languidecía por las posiciones enfrentadas de sus dos grandes formaciones a cuenta de la mesa de diálogo.

Puigdemont fue detenido el pasado jueves en virtud de la orden de busca y captura internacional emitida por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. 24 horas después, el tribunal sardo dejó al político en libertad sin medidas cautelares, pudiendo volver a Waterloo pero obligado a declarar el 4 de octubre. Puigdemont, al que los indultos primero y más tarde la mesa dejaban en una posición comprometida, considera "un éxito" lo sucedido, reconoció este sábado. Vuelve al primer plano.

Vuelve al primer plano y logra que su 'causa', sus demandas, principalmente la "amnistía", empiecen a condicionar la mesa. Para dar mayor resonancia, y dada la cercanía del 1-O -apenas tres días antes de tener que declarar-, llama a sus fieles a salir a la calle en el cuarto aniversario del referéndum ilegal en protesta por lo que considera "represión". 

Desde Alguer (Italia), y arropado por las caras más visibles del Govern, Puigdemont reafirmó este sábado su compromiso con "la lucha" para alcanzar la independencia. "No nos rendiremos. Yo seguiré viajando por Europa", declaró. El expresident compareció ante los medios en un tono más bien jocoso, sin ocultar su satisfación, y fue la delegación del Govern la que con brevedad y contundencia más se despachó contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Aragonès, también ante los medios, proclamó que "la represión del Estado español continúa" y que "la única solución es la amnístia". El presidente de la Generalitat pidió, asimismo, "la retirada de todas las ordenes de detención y la reclamación de una solución política, que debe ser la amnistía y el reconocimiento del ejercicio del derecho a la autodeterminación". 

A su lado, su vicepresidente, Jordi Puigneró, fue más directo en sus reclamaciones a Moncloa, alegando que resulta complicado "dialogar" en estas condiciones. 

Dardo a Sánchez y a ERC

En lo relativo a la mesa de diálogo, Puigdemont afirmó que Sánchez solo "quiere dialogar con quiénes le dan apoyo parlamentario" -sobre ERC- y lamentó que haya "una parte independentista, no menor, que no está en los planes" del presidente del Gobierno, en referencia en este último caso a Junts. 

No perdió ocasión el expresident de, en inglés y catalán, recalcar ante prensa de distintas nacionalidades que "España nunca pierde la oportunidad de hacer el ridículo" y que las hasta ahora decisiones de la justicia belga o ahora la italiana no son la "excepción" sino la norma en Europa, señalando a su país como el único que navega contracorriente en cuestiones como el 'procés'.

"Han sido unas horas difíciles, pero no impensables, conociendo el recorrido que España está haciendo en los últimos cuatro años para intentar impedir nuestra libertad de movimiento, de palabras, de acción y de compromiso político. Todo lo contrario a la democracia europea que queremos, una Europa donde el derecho a la libertad de expresión, de autodeterminación y de disidencia política sean profundamente respetadas", explicó.

"Estoy contento del resultado final. Nuestra argumentación política y jurídica se ha demostrado. Los argumentos eran muy sólidos. La justicia italiana ha tardado unas pocas horas en tomar una decisión que España lleva cuatro años sin tomar", sostuvo, para concluir: "El futuro de Cataluña no pasa por España".

La mesa, "en peligro"

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, sostuvo este sábado que la mesa con Moncloa está "en peligro" tras la detención de Puigdemont, si bien no ve "alternativa" a la vía dialogada para lograr los objetivos del separatismo.

Rufián advirtió en una entrevista concedida a Catalunya Ràdio que "hay mucha gente dispuesta a reventar este escenario" de negociación, por lo que considera que "hay que proteger, aislar y reivindicar más que nunca" la mesa de diálogo.

En la misma línea se encuentra su presidente de filas, Oriol Junqueras. El exvicepresidente catalán también defende abiertamente la continuidad de la mesa de diálogo, pero no con Puigdemont detenido o entregado a España.

"Nosotros mantenemos nuestro compromiso con la voluntad de negociar, pero estamos obligados a denunciar que estas no son las circunstancias adecuadas para transmitir una negociación que sea efectiva".

Puigdemont quiere relanzar el 'procés' el 1-O de la mano de ERC. Los republicanos, que se han volcado con él desde que se supo del arresto, son conscientes de los riesgos de la renovada unidad de acción: el expresident fugado sólo cree en la mesa porque cree que fracasará y logrará disparar el independentismo. Sin embargo, ahora sí, ha logrado entrar e influir en ella.