La ampliación de El Prat ya no se hará antes de 2027: el Consejo de Ministros retira los 1.700 millones

El ultimátum de 15 días que impuso el Ministerio de Transportes para que el president Pere Argonès (ERC) se aviniera a lo firmado con su número dos, Jordi Puigneró (Junts), ha sido en vano y fuentes del Gobierno confirman que ahora habrá que esperar, al menos, cinco años.

El pasado 8 de septiembre se rompía el pacto sellado un mes antes por Raquel Sánchez, en la que había sido su primera decisión trascendente una vez recibida la cartera de José Luis Ábalos. A los 1.600 millones de euros destinados para la ampliación y modernización del aeropuerto madrileño de Barajas se añadía una inversión muy similar en los cinco años venideros para las instalaciones de Barcelona.

Pero para convertir El Prat en un hub internacional, hacia Europa y Asia, es necesario alargar sus pistas y darle mayor capacidad a sus terminales de pasajeros y carga. Con el mar a un lado y las montañas al otro, el único espacio libre pasaba por encima de la Laguna de La Ricarda, un espacio natural protegido.

La bandera ecologista de Esquerra -y también de la parte morada del Gobierno de la nación- hacía imposible aceptar esta opción sin asumir un desgaste electoral... y las contradicciones internas de ambas administraciones salieron a la luz.

Contradicciones a cuatro bandas

Los republicanos decían aplaudir la inversión, pero rechazaban el proyecto firmado por el Govern que ellos mismos presiden. Quizás porque el proyecto, además, lo abanderaba el partido de Carles Puigdemont. Y la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo se lució de paseo por el estanque de patos amenazado el mismo día en que Sánchez convocaba a los medios de urgencia para anunciar la ruptura del acuerdo. Tal vez, para distanciarse claramente de Pedro Sánchez.

"He trabajado mucho tiempo con discreción para conseguir esto", dijo Yolanda Díaz, presumiendo de haber participado en la ruptura del pacto de su propio Ejecutivo.

La vicepresidenta Yolanda Díaz, con los alcaldes de Barcelona, Ada Colau, y El Prat, Lluís Mijoler. Efe

Pero a los dos días del anuncio de la ministra Sánchez, este diario desvelaba que, en realidad, aún quedaban opciones. Fuentes cercanas a la ministra, Raquel Sánchez, apuntan a que "hay pocas posibilidades de que se retracten, porque no hay unidad de criterio en el propio Govern, pero si volvemos al pacto del 2 de agosto, podría hacerse aún".

El ultimátum fue transmitido al mismo Aragonès, mientras la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana insistía públicamente en que la razón de la paralización de las inversiones no era otra que la división dentro del Govern de la Generalitat... aunque dijo mantener su "oferta de diálogo y apuesta por Cataluña". 

La exalcaldesa de Gavà trataba de lanzar un guiño, al tiempo que desde su departamento se transmitía a este periódico "la incongruencia de un president que hace un hilo de Twitter crítico con una reunión en la que ni estaba", es decir, la cita en la que Aena llevó el pliego detallado de lo firmado con Puigneró un mes antes para confirmar le visto bueno definitivo del Govern.

Se referían las fuentes a las críticas lanzadas por Aragonès al DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria) 2022-2026 que va este martes al Consejo de Ministros... ya sin El Prat en sus páginas.

El jefe del Govern catalán acusaba a Aena de no haber respetado "el consenso establecido en el 'sí' del Govern" al proyecto. "Pero es que lo que se presentó en esa reunión era el acuerdo negociado el 2 de agosto por la ministra Sánchez y el 'vicepresident' Puigneró", apuntaba un portavoz de Transportes a EL ESPAÑOL. "Esa misma frase ya deja claro que el problema está en el seno de la coalición entre ERC y Junts", añadía este lunes otra fuente cercana a la ministra.

Pactos y mesa en riesgo

Así, las inversiones están paralizadas "por falta de un apoyo claro al proyecto por parte del Govern, como ya dijo el presidente Pedro Sánchez", apuntan las fuentes del Gobierno. Si hubiera habido una marcha atrás de Esquerra en estas semanas, el Ejecutivo incluso podría haber aprobado las inversiones de Aena para el próximo lustro en alguno de los dos pasados Consejos de Ministros, que no tuvieron un especial volumen de asuntos.

Pero lo cierto es que en la espera forzada por Sánchez para lograr la vuelta de Aragonès al acuerdo firmado -y buscarle una solución a la afectación del paraje natural- se ha topado con un recrudecimiento de las tensiones internas del Govern. En estos días ha habido al menos dos hitos clave: la reanudación de la "mesa del reencuentro", boicoteada por los de Puigdemont, y la misma detención del expresident huido, el pasado jueves en Cerdeña (Italia).

La presión del partido exconvergente a los republicanos llegó incluso a exigirle que rompieran su pacto parlamentario en Madrid. Y todo esto ha enrarecido sus "infernales relaciones" -como las calificó un ministro en conversación con este periódico- y ha tensado el entendimiento de Moncloa con el Govern liderado por ERC, y la negociación de los Presupuestos.

"Los 1.700 millones previstos para Barcelona en el DORA 2022-2026 que se aprueba este martes no irán finalmente", sentencian las fuentes gubernamentales. "Es lamentable", concluyen... y no lo es sólo por la misma obra, que queda aplazada hasta 2027 como pronto, sino para lucir cumplimientos en esa "agenda del reencuentro" que ha quedado "tocada".