Pablo Casado culminaba este domingo la Convención Nacional del PP con una propuesta de "contrato social" para la nueva generación de españoles que aúne a liberales, conservadores y "socialdemócratas defraudados con el sanchismo" y que equilibre la "libertad individual" con el "progreso" del país. Conceptos que a juicicio del líder de los populares la izquierda plantea como disyuntivas cuando en realidad no lo son.

El líder de los populares pronunciaba un discurso en una abarrotada Plaza de Toros de Valencia medido al milímetro y preparado intensamente con su equipo más próximo durantes las semanas previas al cónclave. Casi treinta folios que tenía en su cabeza y que iba leyendo en el teleprompter (la herramienta que usan los presentadores de telediarios) para desgranar ante los suyos un diagnóstico y un plan con el que encarar la segunda parte de su primera legislatura completa como jefe de la oposición. 

El diagnóstico o, si se prefiere, la misión cumplida de sus primeros tres años al frente del partido, es que se ha logrado frenar la hemorragia de votos hacia Vox y Ciudadanos que hace apenas dos años amenzó seriamente la tradicional posición hegemónica en el centroderecha del partido fundado por Manuel Fraga en la Transición y refundado luego, hace tres décadas, y ya con su actual nombre, por José María Aznar. Y el plan, ese "contrato social" para que la sociedad española pueda "resetear" y deje de estar "subsidiada" o aun "estabulada" por la izquierda gobernante y sus políticas. Hasta diez medidas para aplicar, eventualmente, cuando llegue a La Moncloa. 

Ley de Concordia

"Aprobaremos una Ley de Concordia que dejará sin efecto las leyes de memoria histórica y servirá para reivindicar la Transición y la reconciliación entre los españoles, para abandonar la propaganda divisiva y ayudar de verdad a las familias a encontrar los restos de sus seres queridos" afirmaba Casado, comprometiéndiendose así a derogar las dos últimas leyes de memoria histórica o democrática.

Para explicar la filosofía que está detrás de este postulado, el líder de la oposición arremetía contra lo que considera una política de revanchismo por parte de la izquierda. "Nunca antes un Gobierno había despreciado el legado de nuestros padres y abuelos, su reconciliación, su perdón, su abrazo, y su esfuerzo para construir un país en paz y en concordia. Han preferido reabrir las cicatrices, desenterrar los rencores y enfrentarnos para sacar un rédito electoral inmoral" decía en una clara referencia a, entre otras cosas, la exhumación de los restos de Franco realizada en 2019. "Qué valientes son con los dictadores muertos y qué cobardes con los vivos" afirmaba en otro momento del discurso, donde pronunciaba con rentintín cada una de las sílabas de la palabra "dic-ta-dura" en referencia a Cuba. 

Casado, en Valencia este domingo. EFE

Independencia judicial

"Modificaremos la ley para exigir la imparcialidad de la Fiscalía sin comisarios políticos [una clara alusión a la Fiscal General, Dolores Delgado, antigua ministra de Justicia con Sánchez y ex diputada del PSOE] y para blindar la independencia del Poder Judicial para que los jueces elijan a la mayoría del Consejo".

Casado apuesta por reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para, en línea con el modelo trazado inicialmente en la Constitución, que doce de los veinte vocales del CGPJ sean elegidos por las propias asociaciones de jueces, mientras que los ocho restantes, los que son juristas y no necesariamente magistrados, se escogan como hasta ahora por el Congreso y el Senado.

El líder del PP advierte además que no accederá a renovar el actual órgano de gobierno de los jueces, que lleva tres años en la prórroga de su mandato. "Por mucho que nos presionen no vamos a movernos de lo que exigen la Justicia, la Constitución, Europa y nuestros principios: que los jueces elijan a los jueces. Nosotros no hemos cambiado de posición, otros sí, así que el bloqueo es su responsabilidad". 

Organismos despolitizados

"Despolitizaremos los reguladores, el CNI, RTVE y el Consejo de Estado". Un compromiso que no requiere de modificación legal pero sí de voluntad política, y a juicio del PP determinados nombramientos, como el que en su día se hizo para que el ex vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tuviera responsabilidad sobre los servicios de inteligencia, no van en la linea de la necesaria despolitización.

Museo de Historia Nacional

La propuesta más novedosa de Casado. El futuro Museo Nacional de la Historia de España que se ubicaría en la actual sede del Ministerio de Agricultura, cerca tanto del Museo de El Prado como del Reina Sofía en Madrid. "Las naciones más importantes del mundo están orgullosas de su historia, y nosotros más aún" enfatizaba el presidente del PP para explicar su idea. 

Penalizar los referéndums

En materia de combate al independentismo y defensa de la unidad de España, Casado plantea recuperar la penalización de la convocatoria de referéndums vigente cuando gobernaba Aznar y que luego derogó José Luis Rodríguez Zapatero, así como tipificar "la rebelión sin violencia" y prohibir "los indultos a condenados por sedición".

"Tomaremos todas las medidas necesarias para que cumplan su pena de cárcel y recuperaremos la competencia sobre las prisiones en Cataluña y País Vasco" remataba sobre esta materia Casado.

Pensiones

"En pensiones mantendremos el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización, que nos permitió subir las pensiones un 16% de media" afirmaba Casado, comprometiéndose también a blindar "la caja única frente a los nacionalistas" a fomentar la "jubilación activa para seguir trabajando con la pensión" y a recuperar los "complementos para madres trabajadores que se ha cargado este Gobierno tan feminista" ironizaba. 

En este último punto los ex presidentes del Gobierno del PP le respaldan sin fisuras. El propio Mariano Rajoy fue muy claro al respecto en la primera jornada de la Convención, el pasado lunes en Santiago de Compostela, donde le dijo a Casado que tendría que acabar con al indexación de las pensiones al índice de Precios al Consumo (IPC) y volver al factor de sostenibilidad o índice de revalorización introducido por su Gobierno. "Igual te hacen una huelga, pero no te va a quedar otra" le espetó a su sucesor.  

Ley de integración

Se trataría de una norma para "regular la inmigración y la convivencia" e iría acompañada de otra norma antiokupación con el objetivo de recuperar penas de prisión por esta práctica. Casado plantea también recuperar las sanciones por coacciones a los piquetes de huelga eliminadas del Código Penal en la actual legislatura.

Combatir el adoctrinamiento

"Ya está bien de envenenar a los niños de odio" afirmaba gráficamente Casado para referirse a esta propuesta. El PP cree que se puede combatir el adoctrinamiento detectado en muchas escuelas en autonomías donde gobiernan los nacionalistas, singularmente en Cataluña, recuperando la Alta Inspección del Estado como equilibrio de las competencias transferidas a las CCAA. 

Libertad lingüística

Casado plantea "un marco legal nacional" que "garantice la libertad de elección lingüística y la defensa del castellano como lengua vehicular en toda España: en la educación, en el acceso a la administración y en el espacio público. No permitemos que nos dividan por la lengua ya hasta en Asturias, que ya se sabe que es España, y lo demás tierra conquistada" afirmaba con sarcasmo.  

Prohibir homenajes a etarras

Casado se compromete a implementar cuando llegue al Gobierno "nuestra memoria histórica de Verdad y Justicia para todas las víctimas del terrorismo, y una ley para prohibir la convocatoria de homenajes a asesinos. Revertiremos los acercamientos a cárceles cercanas del País Vasco de etarras que no han colaborado para esclarecer 300 crímenes impunes. Ya está bien de tanta indignidad". 

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