El pasado jueves, Esquerra Republicana lideró una rebelión de los aliados del PSOE en el Congreso. Con sus socios de la coalición, Unidas Podemos, de invitados estrella. Los independentistas catalanes registraron, junto con Bildu, Junts, Más País, Compromís, la CUP y BNG una Ley de Garantía del Derecho a la Vivienda Digna y Adecuada, porque "sin ley de Vivienda, con alquileres a la baja, no hay Presupuestos". Y los socialistas lo saben.
Otra cosa que sabe el PSOE es lo que pasa cuando no cuida a sus aliados. Pedro Sánchez sufrió para acordar con Pablo Iglesias "los Presupuestos más de izquierdas de la democracia", en octubre de 2018. Pero los mismos aliados que le habían votado sí a la moción de censura en junio, le dijeron no a las cuentas públicas en el febrero siguiente, mandaron a su Gobierno a casa y a los españoles a un rally electoral de cinco visitas a las urnas en ocho meses de infarto.
Los votos de Esquerra Republicana y el PDeCAT -entonces, la marca de lo que hoy es Junts- se unieron a los del PP y Ciudadanos, aunque por razones muy distintas: negarse a hablar sobre autodeterminación y a definir las condiciones del diálogo. La situación en este 2021 se parece bastante a la de entonces. ERC tensa la cuerda y amenaza con hacer caer los PGE si no recibe contrapartidas. Prefiere hacer caer el Gobierno a votarle "gratis" los Presupuestos.
Así se lo transmitió Gabriel Rufián a Félix Bolaños el pasado 21 de septiembre, en la primera jornada de la ronda de contactos del ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes con los grupos parlamentarios.
Dónde está el estímulo
Las fuentes consultadas por este diario explican los términos de la conversación. "El ministro suele decirnos que no tenemos más remedio, que no podemos hacer otra cosa que apoyarles". Pero que el PSOE no ha caído en que, ahora mismo, ERC tiene más estímulo positivo en romper que en seguir adelante.
Al equipo de Moncloa le convino avivar la bronca interna del independentismo en las fechas previas a la reanudación de la mesa de diálogo. Pero esa "relación infernal", como la definió un ministro en conversación con este diario, ha provocado una situación en la que "ERC no puede seguir confiando sin más, sin resultados tangibles que mostrar a los votantes" y que lucir ante Junts.
Y lo explican con una sucesión de hechos "inevitables": nunca se sabrá si el boicot de los de Carles Puigdemont, nombrando a dos condenados por el 1-O como interlocutores -a los que vetó Pere Aragonès, como gesto hacia Pedro Sánchez- estaba preparado o fue consecuencia de, por ejemplo, la retirada de los 1.700 millones para la ampliación de El Prat. Pero una cosa sucedió a la otra. Y poco después llegó la detención del prófugo Puigdemont en Cerdeña.
Y aclaran que en aquella cita, "el ministro transmitió muchas prisas, pero no enseñó ningún documento, y quedan muchos escollos por solventar".
Precisamente por eso, de la reunión salió un único acuerdo: formar grupos de trabajo técnicos y políticos para avanzar en la negociación. Por un lado los números, cosa de María Jesús Montero; y por otro, las demandas del Govern al Gobierno, un encargo para Bolaños. Entre otras cosas, porque la primera es una cosa firmada hace 11 meses pero guardada en un cajón: la ley de Vivienda que lo atascaba todo.
"Pérdida de credibilidad"
Como se mantenía "ese incumplimiento" del PSOE sobre lo comprometido el año pasado -solventado en la mañana de este martes-, el portavoz republicano advirtió al enviado del presidente de que Esquerra no cargará con la "pérdida de credibilidad" del Gobierno. "Nosotros no podemos ir a casa con un nuevo acuerdo sin que se haya cumplido el anterior", le transmitió. "Y menos estando las cosas como están": con Junts, con la mesa, con los alquileres...
ERC patrocinó una ley de Vivienda autonómica en Cataluña que ya permite la intervención del mercado del alquiler "en zonas declaradas de mercado tensionado". En plena fase de distensión con el independentismo, en la que se retiraban recursos ante el Constitucional interpuestos por el Ejecutivo del PP, el Gobierno de Sánchez cambió el paso y llevó esta norma ante el Alto Tribunal.
¿El motivo oficial? "Invasión de competencias estatales". Pero, ¿qué cree ERC? Que Moncloa cumplía un compromiso de "seguridad jurídica" con los grandes tenedores de pisos. De hecho, el presidente se comprometió ante ellos a que la ley "no afectará a sus inversiones" el pasado mes de julio, durante su último roadtrip por Estados Unidos, tal como reveló EL ESPAÑOL-Invertia.
A la vista de la presunta frase de Bolaños -"no tenéis más remedio que apoyarnos"-, el presidente del Gobierno contaba con que ERC agradecería la estabilidad de su Govern cimentada en la distensión. Y que la cosa no llegaría hasta esta situación cercana a la ruptura, ahora que ya hay mesa de diálogo y el president de Cataluña puede pronunciar en ella la palabra "referéndum" sin que Sánchez se levante de la misma.
Hacienda, a la espera
Desde hace dos semanas, Hacienda dice tener la ley "preparada" a la espera de que Moncloa dé la orden de llevarla al Consejo de Ministros. Pero lo que le falta al PSOE son los apoyos.
De momento, ya se ha incumplido la Constitución, un año más, en "el tiempo y forma" en que deben presentarse los Presupuestos Generales del Estado (PGE) al Congreso de los Diputados. Dice el artículo 134.3) que "el Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior".
Por eso, Nadia Calviño ordenó el pasado 21 de septiembre acelerar las negociaciones con el objetivo de llevar el borrador al Consejo de Ministros del martes 28. Pero, "tampoco están para este 5 de octubre, y el PSOE no atiende ninguna de nuestras peticiones", confiesan fuentes de Unidas Podemos. A lo que ERC añade, "y en Cataluña, la CUP es mucho más importante que el PSC" para los Presupuestos autonómicos. Por si sirve de advertencia.
Noticias relacionadas
- Podemos cederá en la ley del alquiler: no tendrá que bajar los precios el dueño de menos de 10 pisos
- Los socios del PSOE pactan una ley de Vivienda radical para presionar a Sánchez de cara a los Presupuestos
- El arresto de Puigdemont en Italia aviva la guerra de Junts con ERC y tensa la relación Aragonès-Sánchez