No existe el efecto Valencia pese a que el Partido Popular llenó ahí la Plaza de Toros en su Convención Nacional. Así lo asegura el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que dirige José Félix Tezanos en su barómetro de octubre, que sitúa al PSOE con un 28,5% en intención de voto frente al 22,1% del Partido Popular. Más de seis puntos de ventaja.
Los de Pablo Casado, que viven instalados en la euforia por el auge en las encuestas y el éxito del cónclave que celebró hace escasas dos semanas, sólo suben 1,6 puntos respecto al 20,5% del anterior sondeo. Una cifra que no casa con la realidad que perciben tanto Génova como las empresas demoscópicas.
Esta subida mínima de los populares se produce en detrimento de Vox, que continúa desinflándose y pasa del 13,8% al 13,2%, y de Ciudadanos, que cae del 6,5% al 6%.
Unidas Podemos se recompone -en parte gracias al liderazgo de Yolanda Díaz- y sube ligeramente hasta el 11,8%. Más País no termina de despegar (pues no pasa del 3% del total del voto) y las formaciones nacionalistas mantienen su suelo electoral, tanto ERC como JxCat y PNV.
Un panorama bien distinto al que vienen dibujando las encuestas, como la última elaborada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, según la cual el PP ganaría las elecciones con un 27,2% de las papeletas y Casado alcanzaría Moncloa con los apoyos de Vox (16,3%), Ciudadanos (4,3%) y Navarra Suma (0,4%).
La disonancia es total entre lo que reflejan las encuestas -tanto públicas como privadas- y lo que muestra este viernes el organismo público. Algo que, por otro lado, viene siendo habitual desde que lo dirige el ínclito socialista José Félix Tezanos, imputado el pasado 8 de octubre por un presunto delito de malversación de caudales públicos.
La querella, interpuesta por Vox, sostiene que el funcionamiento del CIS durante su mandato es "irregular", ya que los de Abascal consideran que los datos de las encuestas se manipulan para beneficiar al PSOE y frenar al centro-derecha. Un análisis que comparten PP y Cs, entre otras formaciones.
Los datos del actual barómetro, que se recogieron durante los días en los que el Partido Popular llenaba la Plaza de Toros de Valencia, no ayudan a que la oposición al Gobierno de España cambie de parecer.