Las bandas latinas se han multiplicado en la Comunidad de Madrid en los dos últimos años, desde que estalló la pandemia del coronavirus, pasando de 1.200 a 2.500 miembros que ingresan la friolera de 185.000 euros por semana en cuotas de pertenencia, sin contar robos y venta de droga. Un total de 9,6 millones al año.
Así se desprende del II Observatorio de Bandas Latinas en la Comunidad de Madrid realizado por el Centro de Ayuda Cristiano, que revela cómo estas bandas están compuestas actualmente por 2.500 pandilleros, 500 de ellos niños de entre 11 y 13 años y 1.200 entre 14 y 18 años.
Aunque varía por franjas de edad y por bandas, los pandilleros de entre 11 y 13 años abonan a la banda unos 5 euros a la semana, entre 14 y 18 años unos 20 euros, y a partir de los 19 años alrededor de 50 euros semanales, aunque se han identificado casos semanales de entre 200 y 500 euros por parte de los cabecillas y aquellos delincuentes profesionales.
El informe hace hincapié en cómo la pandemia ha incrementado "de manera muy considerable" el número de jóvenes relacionados con bandas, amén de que se ha adelantado la edad de incorporación y han aumentado las que son exclusivamente femeninas -las latin queens-.
Este también resalta cómo muchas pandillas hacen el "paseíllo" a la salida de los institutos "como si se trata de un partido de fútbol", cómo "crece la fama de los youtubers pandilleros en redes sociales" y cómo aparece por primera vez en España la Mara Salvatrucha y resurgen los Latin Kings. Además, el precio por abandonar las bandas suele ser 3.000 euros y/o refugiarse en la iglesia.
Toda la información que posee esta iglesia de la rama evangélica proviene directamente del testimonio de adolescentes que han salido o están en proceso de abandonar una de estas bandas. En total, en los últimos años la organización cristiana ha atendido a 300 jóvenes implicados.
Tras darse a conocer el informe, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha admitido estar "preocupado" por lo que considera un "fenómeno" que conviene "atajar lo antes posible". Pero ha resaltado que las bandas son competencia de la Delegación del Gobierno, representada por Mercedes González, a quien ha ofrecido su colaboración.
Almeida ha zanjado el asunto asegurando que pese a todo "Madrid es una ciudad segura" y que "tiene estándares de seguridad que pocas ciudades del mismo tamaño tienen, pero hay fenómenos que conviene atajar lo antes posible".