Pedro Sánchez tiene tres frentes abiertos con Esquerra, dos con Bildu y uno con Junts. Los socios del Gobierno en el Congreso aseguran que son "partidos fiables" y "formaciones serias", que no van a mezclar las negociaciones y que "cada asunto va por su camino". Pero al mismo tiempo advierten de que están a 24 horas de presentar una enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales 2022, escrito que ya tienen preparado y que supondría la mayor amenaza para Moncloa.
El presidente ya cayó hace algo menos de tres años "por lo mismo". Y este miércoles pudo ver las barbas de su vecino pelar: en Portugal, los socios del primer ministro socialista, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista votaron en contra de sus cuentas públicas. La derrota de António Costa les sirve de ejemplo.
Sánchez tiene este jueves a las 12.00 horas la oportunidad de conocer de primera mano la situación. A esa hora, recibirá a Costa en Trujillo, para la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa. Reuniones bilaterales de ambos y sectoriales de sus respectivos ministros en el Palacio de los Duques de San Carlos, y firma de acuerdos entre ambos gobiernos en el Conventual de San Francisco.
Todo quizás inútil, dadas las circunstancias, que deberán explicar en una rueda de prensa conjunta que se les puede atragantar a los dos, prevista para las 16.00 horas. No en vano, fuentes de Unidas Podemos -enlace del PSOE con ERC y Bildu- piden al presidente español que "tome nota" de lo ocurrido en Lisboa.
Porque Pedro Sánchez tiene infinitos con el socio minoritario del Gobierno. La reforma laboral, la de las pensiones son los principales puntos de fricción: "Todo el mundo sabe que en esto, Podemos está con los trabajadores y el PSOE atiende a la patronal", deslizan desde la dirección.
"Sorprendidos" y "ojipláticos"
Pero el papel de los morados, ahora que el viernes se cumple el plazo de las enmiendas a la totalidad, es el de avisar a sus socios en Moncloa. Según ha podido saber este periódico, Félix Bolaños ya sabe de boca de Ione Belarra que el socio minoritario está "sorprendido" por la "calma" con la que el PSOE está llevando la negociación: "Falta actitud, ni juntos tenemos 160 escaños".
Ministros morados ya han transmitido a sus colegas socialistas "el malestar de los aliados de la investidura" y han jugado el papel viceversa con ERC y Bildu, animándoles para forzar avances en la negociación. Fuentes independentistas confirman este extremo en conversación con EL ESPAÑOL: "Estamos ojipláticos", apuntan desde la formación republicana, "preocupados por la actitud de Moncloa".
Desde Junts -invitado a esta fiesta por ser la parte del Govern que lleva la consejería de Economía- se añade que "el PSOE no termina de creerse que podamos votar no a sus Presupuestos". Y de hecho, la dirección del grupo liderado por Miriam Nogueras ha contactado con la de Esquerra para proponerle a Gabriel Rufián "el simbolismo de una enmienda a la totalidad firmada conjuntamente".
Por su parte, la izquierda abertzale se mantiene en cierto optimismo. La idea de los cinco diputados liderados por Mertxe Aizpurua no es presentar una enmienda a la totalidad "si no se tuercen mucho las cosas". Pero lo cierto es que los bildutarras tienen un acuerdo de legislatura con ERC para darle verdadero peso a sus votos, y en este punto harán lo que marque la dirección colegiada.
El modelo portugués
Moncloa no ha terminado de salir de la "grave crisis" de la reforma laboral -así la definió un negociador socialista con Podemos en conversación con este periódico- y se encuentra con las prisas de los aliados parlamentarios para remangarse y arreglar en apenas 24 horas lo que no ha avanzado en más de un mes.
El ejemplo portugués sirve a todos. Para empezar, porque Sánchez celebra este mismo jueves la Cumbre Hispano-Portuguesa en Trujillo junto a su amigo (casi caído) António Costa. Y para rematar, porque el modelo de un Ejecutivo socialista con apoyos externos de izquierdas con el que trabajaba el Partido Socialista del país vecino es el que sirvió de ejemplo al PSOE en la primavera de 2019.
"Fue su ejemplo para forzar la repetición electoral", recuerdan desde Unidas Podemos, "confiaban en que ganarían por más distancia... y mira, en la suma de PSOE y Unidas Podemos perdimos 15 escaños".
Las demandas 'indepes'
Los dos frentes con Bildu son, claro, los Presupuestos, en los que los abertzales querrían ver "una reforma fiscal de verdad". Además, más dinero para protección de las personas vulnerables "porque pese a las vacunas, los efectos de la pandemia continúan", y que se cumpla el acuerdo de "derogación completa" de la reforma laboral. El otro son los presos de ETA, pero eso ya dijo Otegi que precisa de que Sánchez "dure estos dos años y renueve por cuatro más".
Las tres negociaciones con Esquerra son, efectivamente, la de los Presupuestos; la de "transferencias e incumplimientos" en la mesa bilateral; y la Mesa de diálogo. "Una cosa influye sobre la otra, y aunque el traspaso de Rodalies se deba terminar de sustanciar la semana que viene en la bilateral, la actitud del Gobierno de España no ayuda en nada para generar confianza", apunta un portavoz de Presidencia del Govern.
Lo de la "confianza" es importante, porque en el apartado presupuestario, los republicanos ya han visto las cifras de inversiones territorializadas y les satisfacen. "Pero queremos garantías de su cumplimiento"... y ésas no llegan, a pesar de que a mitad de este ejercicio, Hacienda misma reconocía que sólo había ejecutado el 13% de lo previsto: "Mucho tendrán que correr para no volver a incumplir", concluye el mismo portavoz.
A esto, Junts le ha puesto un nombre: "Las garantías no las queremos ya ni por escrito, que de nada sirven", apunta una fuente oficial del partido de Carles Puigdemont. "Reclamamos que los remanentes de lo no ejecutado se conviertan en transferencias directas al año siguiente".
Pero las demandas de ambas formaciones independentistas catalanas, de hecho, son casi las mismas. Añaden la gestión del Ingreso Mínimo, el Consorcio de la Zona Franca y, por supuesto, "un acuerdo en la defensa de las lenguas cooficiales para la Ley Audiovisual". Y este punto se ha convertido en la línea roja de ambos. "Sin eso, habrá veto a los Presupuestos". ¿Y hay avances? "No, si hoy fuese viernes, tal como nos han contestado, estaríamos presentando la enmienda a la totalidad".
Ya es jueves.
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