Ahora que las cifras españolas son mejores que las del conjunto de Europa en lo que respecta a la pandemia de la Covid, Pedro Sánchez saca pecho: "¡Es muy fácil, vacunación y mascarillas!". Hasta hace un mes, su ministra de Sanidad, Carolina Darias -presente en el congreso del PSOE canario, en primera fila-, anunciaba que quedaba "poco" para retirar su obligatoriedad. Pero ya no, al contrario, ahora se proclama como bueno lo que hasta hace poco era una anomalía española, el mantenimiento de los tapabocas.
"Muchos líderes europeos me preguntan por qué lo estamos haciendo tan bien en la lucha contra la pandemia", presumió el presidente, dando por hecho que su gestión es exitosa, más allá de que en España cayera el PIB más que en otro país y ahora crezca menos. O las cifras de fallecidos... "Se hace con el Estado del bienestar, el responsable de que hace un año no hubiese vacunas y hoy tengamos el 89% de la población vacunada".
El presidente del Gobierno aprovechaba su séptimo viaje a la isla de La Palma desde que hace dos meses comenzó la erupción del volcán Cumbre Vieja para acudir al XIV Congreso del PSOE de Canarias, en Las Palmas. Y en su afán de descentralizar las acciones del Ejecutivo, no sólo anunció que las conferencias de presidentes quedarán fijadas en adelante cada seis meses, sino que "la próxima, a inicios de 2022, será en la isla de La Palma".
No es lo mismo Pedro Sánchez dando un mitin de presidente que de secretario general del PSOE. Es evidente que en el segundo caso, se siente más libre de presumir y de reivindicar las bondades ideológicas de la socialdemocracia.
Pero también se habría esperado algún párrafo de política partidista, de críticas a la oposición. Y no hubo casi nada de eso en su discurso. Sólo habló de un partido, el suyo: "Eso de la soledad del poder que decía Felipe González es un poco así, pero no tanto... porque en los peores momentos del confinamiento yo sabía que tenía a todo el PSOE detrás, y a la inmensa mayoría de los españoles".
Unas cifras, no otras
De vuelta a la economía, Sánchez quiso presentarse como ejemplo de gestión. Y describió dos pilares sobre los que dice asentar su trabajo: "El secreto de nuestro éxito es que somos eficaces en lo económico y equitativos en la respuesta a la crisis".
De hecho, anunció una inversión "histórica" de 615 millones de euros en planes de sostenibilidad turística, con el objetivo de beneficiar a los destinos y su oferta. "España es líder mundial en turismo y queremos que lo siga siendo. Para eso, debemos apostar por la modernización del sector y por un turismo sostenible", subrayó el jefe del Ejecutivo. Como todo últimamente, se mezcla la mirada al futuro -que el presente aún no funciona-, el mérito de los fondos europeos -que reivindica Sánchez para sí siempre que puede- y el eslogan de la "recuperación justa".
Pero en realidad presumió más de sus medidas sociales que de las cifras económicas. No citó la inflación, ni el crecimiento frenado de la economía, y sí las cifras de empleo "que hoy son no las de la prepandemia, sino las de antes de la crisis financiera de 2008".
Y tampoco puso mucho hincapié en que la última subida del Salario Mínimo o la reciente reforma de las pensiones se hicieron sin el acuerdo de las patronales. Sólo en que antes del actual clima de ruptura e imposición, hubo "hasta 12 acuerdos con los agentes sociales". O en que la subida de las cotizaciones será en realidad "un esfuerzo mínimo de empleados y empleadores en los próximos 10 años para dar una solución a la sostenibilidad del sistema"... más allá de lo que digan los cálculos de los expertos.
Como todos, este cónclave se celebra después y al calor del gran triunfo de Sánchez en el XL Congreso federal de Valencia, y en uno de los momentos de mayor poder del socialismo en España, con un inquilino en Moncloa y nueve presidentes autonómicos.
Pero también en uno de los momentos en el que los políticos canarios más pesan dentro del socialismo español.
El senegalés de origen Luc André Diouf, afincado en las islas, es diputado y secretario de Políticas de Migraciones y de Refugiados de la Ejecutiva del PSOE; Carolina Darias (Las Palmas, 1965) es ministra de Sanidad; y el tinerfeño Héctor Gómez es portavoz del grupo del PSOE en el Congreso. Todos ellos, junto a Ander Gil, presidente del Senado, y a Víctor Gutiérrez, secretario federal LGTBI, fueron recibidos con un paseíllo de aplausos de más de 15 minutos este sábado en el Gran Canaria Arena.
"Unidad, eficacia y empatía"
Sánchez agradeció "la unidad y sentido de Estado" de todas las instituciones y partidos "desde que comenzó la erupción, hasta ahora y que seguirá después, en la reconstrucción de la isla".
Enganchado a eso y a las crisis vividas en Canarias en estos últimos años, Sánchez admitió que los retos más graves que afrontará su Gobierno son "el cambio climático y la presión migratoria". Razón por la cual reivindicó "la defensa del Estado del bienestar, con eficacia y con empatía".
Y es que el primero en hablar ante el plenario del congreso había sido el secretario general regional y presidente autonómico, Ángel Víctor Torres. Desde que llegó al cargo, hace dos años y medio, logrando la alternancia tras 26 años de gobiernos nacionalistas de Coalición Canaria, las islas han sido perseguidas por una serie de crisis inigualables. "Con orgullo digo qué gran suerte tienen las islas de tener a Ángel Víctor de presidente", proclamó Sánchez.
Si había un incendio en Gran Canaria, era ingobernable; si se reactivaba la ruta migratoria por cayucos, venían 30.000 personas... y lo hacían tras desmantelarse todas las instalaciones de acogida; si todo el mundo sufre algún efecto del cambio climático, a Canarias llega la versión más exagerada de las calimas en 40 años.
...si la región vive de los turistas, quiebra Thomas Cook o cae una pandemia... cuyo primer caso en España se dio en La Gomera; y si tocaba que un volcán de sus islas entre en erupción, lo hace por nueve bocas, durante dos meses ininterrumpidos y arrasando casas, pastos y carreteras. Lo nunca visto.
Sin menciones al PP
Sánchez dijo haber vivido en primera persona muchas de esas crisis. "Afortunadamente, está el PSOE y sabemos para qué existimos". E hizo repaso de sus medidas: el salario mínimo revalorizado, el Ingreso Mínimo Vital creado, "la reversión de los recortes", los ERTE...
En su única crítica velada, sin nombres y sólo de pasada al PP, dijo Sánchez que es él quien representa a la clase media y trabajadora, porque "cuando la derecha vota en contra de las becas, de la revalorización de las pensiones, ¿a qué intereses responden? Desde luego, no a los de la mayoría social".
Sólo el presidente canario, que había hablado antes, sacó a pasear el fantasma de "la ultraderecha". Curiosamente él, que gobierna en una región cuyo parlamento no tiene un sólo diputado de Vox, fenómeno del que presume Torres siempre que tiene ocasión, sobre todo teniendo en cuenta que las islas son escenario de una de las mayores presiones de la inmigración irregular de toda España.
"Mi abuelo, republicano y represaliado, se emborrachó cuando murió el dictador", recordó Torres jugando con el aniversario del día. "El 20 de noviembre es una fecha señalada, este día en 1975, comenzó el principio del fin... yo tenía nueve años y no entendía esa borrachera, pero hoy sí. ¡Fue el día en el que se empezaron a recuperar las libertades con la palabra como única arma!".