Ayer, el presidente del PP de León, Javier Vélez, pidió matrimonio a su novia. Anoche, Teodoro García Egea y el presidente del partido en Córdoba "lo dieron todo" en un café cantante. A un lado esas alusiones festivas, Pablo Casado ha trazado un discurso beligerante contra el Gobierno durante el encuentro con los presidentes provinciales de su organización. Con dos acusaciones por encima de todas las demás: el sistema de pensiones y la relación de Moncloa con la izquierda abertzale.
Sobre lo primero, el líder del PP ha lamentado que "el modelo" de Sánchez consista en "financiar las pensiones con inmigración masiva y papeles para todos": "¡Es un error! Necesitamos un país que financie su propio Estado del Bienestar. ¿No sería más fácil bajar los impuestos, contribuir a la flexibilidad laboral, quitar trabas burocráticas y dar incentivos a las empresas? (...) Nos dicen que somos antipatriotas por decir la verdad".
El candidato conservador ha acusado a Pedro Sánchez de haber dado un paso más en su relación con Bildu: "Ya no lo blanquean como socio circunstancial, sino como un socio. ¡No había pasado en cuarenta años".
En esa nueva estrategia, Casado aduce que el presidente del Gobierno "negocia con Otegi la impunidad de los etarras", y no sólo los Presupuestos. "Los batasunos son delincuentes y terroristas, pero nunca mienten. Y dicen que están negociando con Sánchez", ha arengado el candidato del PP ante los aplausos de los suyos.
"No olvidemos que Otegi intentó secuestrar a nuestro compañero Javier Rupérez y que secuestró a Gabi Cisneros, padre de la Constitución y luego compañero nuestro también", ha afirmado.
"Ya no es un pacto de investidura, una foto para los Presupuestos o el chantaje de la reforma laboral. Ahora aceptan la gobernabilidad con ellos. Con quienes no han condenado 850 asesinatos, entre ellos los de 24 compañeros del PP", ha aseverado Casado.
"¡La gente no se ha enterado, pero al PP ni nos han llamado para negociar los Presupuestos! No han mantenido ni las formas", ha concluido sobre el debate de las cuentas públicas acaecido esta semana en el Congreso de los Diputados.
Casado ha iniciado así un sábado vertiginoso. A las nueve y media ha comenzado su discurso en León, de media hora, para luego volver de prisa a Madrid, donde va a participar en la manifestación de los policías contra la reforma de la "ridículamente llamada ley mordaza".
"Por primera vez en democracia, aquellos que protegen nuestras vidas se manifiestan porque el Gobierno les deja vendidos. No hay derecho a lo que les están haciendo. Quieren limitar la privacidad de la policía y que no se tengan que notificar las manifestaciones. ¿Cómo van a proteger, por ejemplo, a los comerciantes de una algarada callejera? Se van a ir a la oposición y por eso quieren incendiar la calle".
El encuentro de presidentes provinciales del PP llevaba varios años sin producirse. Se ha llevado a cabo este sábado como guinda al proceso de renovación de estos puestos, concluido hace dos meses.
Aprovechando su estancia en León, ha hablado de la España vaciada y ha criticado que los Presupuestos consistan en una "absoluta discriminación en favor de las provincias donde hay partidos nacionalistas y en detrimento de los sitios donde gobierna el PP".