Princesa Kevin, Cola de Sirena, Ni guau ni miau, Ahora me llamo Luisa y Piratrans carabarco son los libros que la diputada de Vox Alicia Rubio ha expuesto este jueves en la Asamblea de Madrid para denunciar el "adoctrinamiento" al que a se somete, a su juicio, a los niños de 3 a 6 años en los colegios de la región.
En el contenido de estos libros se expone, entre otras cosas, que "hay mucha confusión en el mundo, ya que existen hombres con pene y hombres con vagina, y mujeres con vagina y mujeres con pene". También se pone en duda el binomio "hombre o mujer": "Como si sólo hubiese dos opciones...".
Pero la diputada de Vox ha llamado especialmente la atención sobre el Piratrans carabarco (La Calle, 2015), que presenta a un pirata "de los de verdad, con dos ovarios, un gallo y una estrella como parche". Entre las actividades que plantea a los párvulos, la de señalar a los trans y a los cis (sic) dentro de un grupo variopinto de piratas desnudos, algunos con pene y otros con vagina.
Todas estas lecturas, según Rubio, se prescriben a los niños de 3 a 6 niños en algunas aulas de la Comunidad de Madrid. "¿Es esto necesario? Estos libros están en sus aulas amparados en sus leyes", ha denunciado la diputada de la derecha dura en relación a las leyes LGTB de la región, aprobadas en su día por el Gobierno popular de Cristina Cifuentes.
La derogación de estas leyes es una de las exigencias monolíticas de Vox, aunque no se ha recogido en los Presupuestos pactados por Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio. Esta última pedía suprimir las leyes de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid y la de Protección Integral contra LGTBfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual, por cuanto tratan de "imponer una ideología".
Una medida que el PP rechaza en pos de un punto intermedio: cambiar la redacción del artículo 48 de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación, así como del 66 de la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia. Concretamente, los puntos que recogen la "inversión de la carga de la prueba".
Todo ello para asegurar, en palabras de Ayuso el pasado mes de septiembre, que se "ponga coto a las denuncias falsas" para que "no causen más perjuicio a las verdaderas [víctimas] y evitar más daño a inocentes".
En conversación con EL ESPAÑOL, no obstante, la Consejería de Educación dice que "no le consta que los libros que ha enseñado la diputada de Vox estén en ningún centro educativo en la región. Es más, en sus acusaciones, no ha nombrado ningún colegio o instituto madrileño donde se hayan adquirido esos libros".
El Gobierno regional zanja el asunto recordando que La Ley Orgánica de Educación "señala que es competencia de los centros la selección de libros de texto y de sus materiales curriculares". Pese a ello, "los libros serán objeto de la supervisión habitual de la Inspección Educativa".
Alicia Rubio
La diputada Alicia Rubio es una conocida antifeminista, autora de libros como Viaje al manicomio o Cuando os prohibieron ser mujeres... y os persiguieron por ser hombres, muy crítica con lo que desde Vox llaman "ideología de género", que vendría a ser aquella doctrina que niega la binariedad hombre-mujer en el ámbito sexual.
Rubio, una de las más firmes creyentes en esta idea, ya tuvo una atípica intervención parlamentaria en el pleno celebrado el pasado 4 de noviembre en la Asamblea de Madrid, cuando denunció la distribución de una guía sobre educación sexual difundida hace meses por el Ayuntamiento de Getafe en los centros escolares, y retirada posteriormente por decisión judicial, que invitaba a los niños a "apagar la tele" y "encender el clítoris".
"Me han llamado de todo, chirla, conejo, parrús, potorro, coño, rajita, tete, peseta, chocho, chochete, chichi (...). La masturbación mola, te da placer, ayuda a dormir mejor, previene infecciones (...). Mírame, tócame, aprende, juega, disfruta, tómate tu tiempo, habla con otras chicas'", leyó entonces literalmente Alicia Rubio de una de las páginas del documento en cuestión, aclarando que "esto lo dice el clítoris, ¿eh?".
"Aquí hay dos problemas: la Comunidad de Madrid no sabe qué hace con su dinero y no sabe lo que pasa en sus aulas", denunció entonces Rubio, porque la polémica guía, que se titulaba Rebeldes del género, incluía el logo del Gobierno autonómico.