El 11 de marzo de 2004 tuvo lugar el mayor atentado de la historia de España, el segundo en Europa, cuando minutos antes de las ocho de la mañana tres bombas estallaron en un tren que llegaba a Atocha. Otras siete lo hacían después en otros convoyes. ¿El resultado? 191 muertes y más de 2.000 víctimas que todavía sufren secuelas físicas y/o psicológicas.
Casi dos décadas después, las víctimas todavía desconocen quiénes fueron los autores intelectuales del atentado yihadista que intentó acabar con sus vidas. Y si nada cambia, el 11 de marzo de 2024, en el veinte aniversario de la catátrofe, los crímenes prescribirán y sus responsables quedarán libres de cualquier tipo de pena.
Esto es lo que denuncian desde la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, que lleva meses inmersa en una campaña para evitar la prescripción de los delitos. Dentro de esta, la agrupación ha encargado un estudio académico que determine, desde el punto legal, si los hechos que ocurrieron aquel trágico día pudieron haber sido calificados como un delito de lesa humanidad, y no como terrorismo, como fueron encasillados.
El estudio ha sido presentado este jueves en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (Calle Noviciado 3, Madrid). Este concluye que, en el 11-M, si bien es cierto que resultaría muy complicado cambiar la calificación de "delitos de terrorismo" a "delitos de lesa humanidad", los delitos podrían haber sido calificados en su momento dentro de esta última categoría.
Dori Majali, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, asegura que el informe "responde al deseo de las víctimas de resolver incertidumbres": "Nuestros socios nos preguntaban siempre por qué esto no había sido así [por qué no se habían catalogado los atentados como delitos de lesa humanidad], pero nosotros no somos expertos, así que recurrimos a ellos para que hicieran un estudio riguroso y objetivo".
El informe ha sido financiado por el Ministerio del Interior y la Comunidad de Madrid, y ha sido elaborado por profesionales y estudiosos de la Universidad de Valencia, expertos en tipificación de delitos, tales como Cristina Fernández-Pacheco Estrada y Eliseu Frígols i Brines.
"Un resarcimiento"
Los crímenes contra la Humanidad y el genocidio son imprescriptibles por la adhesión de España a diferentes Convenios Internacionales. En cuanto a los atentados terroristas, su carácter imprescriptible data de 2010. Ese año se introdujo una reforma en el Código Penal sin carácter retroactivo, de modo que no se aplica al 11-M ni a otros atentados terroristas previos.
Es por eso que Dori Majali anunció hace meses a este periódico que iban a iniciar "un estudio jurídico y objetivo" con el fin de estudiar la posibilidad de que el 11-M sea decretado como un crimen contra la Humanidad. De este modo, no prescribiría. Y parecen haber dado con él.
"Si prescribieran los delitos nos sentiríamos desamparados, desangelados, sin respuestas y con la sensación de que gana quien no tiene que ganar", lamenta Dori Majali, víctima de aquel fatídico día que ha tenido que someterse a 23 operaciones a lo largo de los años para poder recuperarse.
"El día de mañana podría aparecer un sujeto que reivindique el crimen y ya no habría manera de hacer nada", denuncia Majali, que considera que puesto que "este tipo de crímenes no prescriben desde el año 2010" se debería encontrar el modo de que "no quedara impune". El estudio podría ser el primer paso para el "resarcimiento" de las víctimas.