La presencia de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, incomoda cada vez más dentro de la Moncloa y su visita al Vaticano el próximo sábado ha dado cuenta de ello.

Durante el transcurso de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, las ministras socialistas del Ejecutivo (Nadia Calviño e Isabel Rodríguez) han querido quitar importancia al hecho de que Díaz sea la segunda integrante del Ejecutivo en tener audiencia con el papa. Una reunión que, además, se celebra mientras que la ministra de Trabajo lidera una campaña personal por desvincular su imagen de la Moncloa. 

Tanto ha sido así que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha afirmado que "es de lo más normal" que haya "contactos" entre miembros del Ejecutivo y el papa Francisco. "Yo he estado dos veces con el papa, de hecho, participando en distintos eventos en el Vaticano, y encuentro que es de lo más normal que haya este tipo de contactos", ha comentado Calviño pese a que los periodistas han dirigido sus preguntas sobre dicho encuentro a la ministra portavoz, Isabel Rodríguez..

Pero no es tan "normal" como ha querido hacer ver la ministra. Calviño participó en mayo de 2019 en una jornada sobre desarrollo sostenible y cambio climático en el Vaticano, un evento organizado por Naciones Unidas, la Academia Pontificia de Ciencias y el Gobierno de Chile y al que asistió el papa. No en una reunión cara a cara como la que sí que va a tener Díaz. 

De hecho, no es habitual que el pontífice (que viene a ser un jefe del Estado) se reúna con un vicepresidente del Gobierno. Las entrevistas suelen ser con sus homólogos. Durante esta legislatura, el papa sólo se ha reunido con el presidente Pedro Sánchez. Con quién mantuvo un encuentro de media hora en octubre de 2020.

Críticas del PP

La visita de Díaz ha dado mucho de que hablar. Y no sólo dentro del Gobierno. Desde la oposición han criticado el encuentro. Concretamente, lo ha hecho la secretaria de Comunicación del PP de Madrid, Macarena Puentes, que ha definido el encuentro como "cumbre comunista" en su cuenta personal de Twitter. Un tuit que ha borrado poco después. 

La crítica, al parecer de la ministra portavoz, es algo que "no llego a comprender". "Es sorprendente que incluso la Iglesia católica y el papa son un motivo para hacer oposición a este Gobierno por parte del PP". "Cualquier excusa es buena", ha lamentado.

Por su parte la ministra portavoz también ha quitado importancia a la reunión asegurando que era algo que se le notificó a Pedro Sánchez "hace unos quince días" y que se enmarca dentro de la "normalidad institucional".

Según han informado fuentes del Ministerio de Trabajo, la reunión entre la vicepresidenta y el pontífice tiene como objetivo tener un diálogo sobre algunos retos comunes de la humanidad como la crisis sanitaria y social de la Covid-19, la importancia del trabajo decente, abordar la precariedad y desigualdad social creciente, la crisis climática o las amenazas contra la democracia y los derechos humanos.

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