El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este martes a poner en marcha "todos los resortes del Estado" para paliar los daños a los afectados por la crecida extraordinaria del Ebro, con la declaración este viernes de zona catastrófica para las áreas más afectadas.
En su visita a la localidad zaragozana de Pradilla de Ebro, acompañado por el presidente aragonés, Javier Lambán, Pedro Sánchez ha trasladado la "solidaridad" de su Ejecutivo y de toda la sociedad española a este municipio, uno de los que más ha sufrido las consecuencias de la crecida, y a los del resto de Aragón, Navarra y La Rioja, comunidades a las que también se ha desplazado para conocer los daños que ha causado allí la avenida del río.
Tras contemplar el río desde el puente, que actualmente se encuentra cortado al tráfico porque el nivel del cauce está a seis metros de altura, ha reiterado el compromiso de su Gobierno para paliar las consecuencias "tan graves" sobre los cultivos y los hogares afectados por la riada "cuanto antes, de forma inmediata".
Tras su visita a Pradilla del Ebro, Sánchez se ha desplazado también a Buñuel (Navarra), una visita en la que ha podido constatar los restos de agua y barro en calles que fueron anegadas y escuchar el testimonio de los vecinos.
Ha sido una visita a pie, de casi una hora, en la que ha sido invitado a entrar en varias viviendas para comprobar los daños, ha departido con varios vecinos y recogido sus quejas y su intranquilidad por los problemas que, de forma periódica, causan los desbordamientos del río Ebro. El presidente ha pedido "tranquilidad" y ha emplazado a esperar a las ayudas que su Gobierno tiene previsto otorgar.
Zona catastrófica
Este viernes se aprobará la declaración de zona catastrófica para poner en marcha "todos los vehículos que tiene la Administración General del Estado para poder responder cuanto antes" y tratar en lo materialmente posible de que los afectados recuperen su día a día cuanto antes.
Durante su intervención, Sánchez ha reconocido la labor de los servidores públicos y la importancia de contar con "un estado social fuerte" que trabaje para que las crecidas no sean tan rápidas y se puedan anticipar las consecuencias, como ha dicho que hace en este caso la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
También ha destacado la necesidad de que todas las administraciones se coordinen con independencia de su color político porque lo que quieren los vecinos son respuestas y que se anteponga el interés general a cualquier otra consideración.
En Aragón se está dando un ejemplo de coordinación, ha destacado Sánchez, quien ha reconocido "el trabajo silente" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para prevenir las consecuencias de la riada, lo que ha hecho que el "Estado sea capaz de responder a cualquier adversidad".
Además de Lambán, han acompañado a Sánchez durante su visita el alcalde de Pradilla, Raúl Moncín, y los primeros ediles de los pueblos de la Ribera Alta del Ebro afectados por la crecida.
Sánchez también ha saludado a algunos de los vecinos que se han acercado hasta la zona, entre ellos el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, quien le ha entregado unas botas de agua azules para instarle a "pisar el barro" y a que se limpie el cauce del río.
Lambán ha destacado, por su parte, la coordinación "perfecta" entre las instituciones ante la crecida extraordinaria este año frente a la "descoordinación y dejadez" en la gestión de 2015, así como la "previsión inversora" del Gobierno de España que ha evitado que ahora se esté hablando de "una catástrofe".
Ha recordado que hace seis años, cuando Sánchez era secretario general del PSOE antes de llegar a la Presidencia del Gobierno, también visitó Pradilla y Lambán le trasladó la "preocupación y desazón" por cómo se estaba gestionando la crecida, con "manifiesta descoordinación y dejadez".
Lambán: "Sánchez ha cumplido"
Según Lambán, Sánchez se comprometió, si llegaba a ser presidente, a "ocuparse del Ebro y de la seguridad de sus habitantes" y, seis años después, "el compañero y amigo Pedro Sánchez" ha cumplido.
Ha destacado el papel del Gobierno de Aragón y el de España, a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro, para realizar inversiones importantes en la limpieza del cauce gracias a las que esta avenida, que "pintaba francamente mal hace 48 horas", se haya podido solventar de manera "bastante tranquilizadora".
A juicio del presidente aragonés, sin la coordinación "perfecta" que se ha dado en esta ocasión y la "previsión inversora" del Ejecutivo de España ahora se estaría hablando de "una catástrofe".
Lambán ha dicho que sabe que cuenta con la colaboración del Gobierno de España para resarcir los daños a los damnificados.
Por su parte, el alcalde de Pradilla ha reconocido que han pasado unos días "bastante difíciles" en la zona, aunque "la cosa ha salido bien después de lo mal que pintaba" y no se ha tenido que evacuar el pueblo.
Moncín ha agradecido la visita de Sánchez y ha pedido tanto a su Gobierno como al de Lambán que sigan "la dinámica" de actuaciones en el río.