El Parlamento Europeo da el primer paso para la creación del Estatuto de Ciudadanía Europea, es decir, la promulgación de un compendio de derechos específicos de los ciudadanos que den traducción real y común a qué significa ser europeo en el mundo, en otro Estado miembro y en el propio país. Concretamente, ha sido Maite Pagazaurtundua, eurodiputada de Ciudadanos y vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles, la que ha presentado la propuesta.
El proyecto se aprovecha del actual momento de reflexión abierto en el seno de la Unión Europea, que está celebrando una Conferencia sobre el futuro de Europa. Este foro de debate, abierto a la ciudadanía, está pasando bastante desapercibido en plena pandemia, y a causa de la mastodóntica dimensión de la burocracia europea.
Pero es precisamente esa lejanía de las instituciones la que pretende rebasar este plan que, presentado en forma de pasaporte azul con las 12 estrellas doradas, "podría constituir el precedente de la adopción de un Código de Derechos más amplio" y práctico para los ciudadanos.
La práctica de ser europeo
La propuesta de Pagaza incluye el reconocimiento de derechos tan básicos como prácticos, que convertirían la ciudadanía europea en una realidad palpable y útil, por encima -"de manera complementaria", aclara la eurodiputada- de los que otorga cada una de las Constituciones nacionales.
Así, a nivel global, se impulsaría la protección diplomática y consular para ciudadanos de la UE, cuando en el tercer país no exista autoridad de su Estado miembro "en las mismas condiciones que los nacionales de ese Estado". O también, el derecho a la tutela judicial efectiva "para toda persona" en cualquier territorio de la Unión.
Se reconocería, también, el derecho de "acceso a la ciudadanía de los Estados miembros conforme a los principios del Derecho de la Unión, la proporcionalidad, el Estado de derecho y la no discriminación". Es decir, por ejemplo, el ejercicio de los derechos de cualquier francés en Francia gracias al hecho de ser ciudadano de la UE, por cuanto que ciudadano español.
Y, muy importante para garantizar la libertad de movimientos y la igualdad ante la ley, el "reconocimiento de las competencias y cualificaciones profesionales", como equivalentes "para trabajar en otro Estado miembro".
Además, el catálogo recoge el "derecho a la reparación por los daños causados por las instituciones o sus agentes en el ejercicio de sus funciones".
Y un desarrollo novedoso de los ciberderechos: el de "la herencia digital de la persona fallecida" e, incluso, se prevén los derechos "frente a la inteligencia artificial". Este punto se desarrolla más a fondo, garantizando "una supervisión e intervención humana".
Finalmente, para acercar las instituciones europeas a la ciudadanía, profundizando en la democracia representativa y participativa, Pagaza propone la "creación de una plataforma digital interactiva permanente", basada en la que hoy está en vigor para la Conferencia sobre el futuro de Europa. El objetivo es no dejar morir ese embrión de relación directa entre representantes y representados y "canalizar las propuestas políticas surgidas de la sociedad civil".
El Día de Europa
El documento al que ha tenido acceso este periódico se divide en cinco capítulos y un apartado de disposiciones adicionales. Así, se sistematizan los derechos de participación ciudadana, las libertades ciudadanas, los derechos de la ciudadanía a la buena administración, los derechos digitales de ciudadanía y las garantías de los derechos de ciudadanía.
Y guarda lo simbólico para el final, en las disposiciones adicionales: por un lado, la instauración del 9 de mayo como el Día de Europa, festivo en toda la Unión, en memoria de la Declaración Schuman. Y por otro, la inclusión de un distintivo europeo en los pasaportes emitidos por los Estados miembros.
La idea de la oficina de Pagaza, apoyada por su grupo político Renew (los liberales) es "sistematizar las regulaciones de los Tratados, de la Carta de los Derechos Fundamentales y otras regulaciones del Derecho de la UE, en conexión con las tradiciones constitucionales de los Estados miembros y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, entre otros textos internacionales que pueden resultar vinculantes para la UE o los Estados miembros".
La presentación se ha impulsado desde un evento celebrado este martes en Madrid. La norma, que recogerá los derechos y libertades fundamentales y comunes a todos los europeos y refuerce la pertenencia a la Unión, ha sido apadrinada por el filósofo Fernando Savater y la jurista Teresa Freixes. En el acto, además, han participado el presidente del ECFR, José Ignacio Torreblanca; la académica y directora del programa integral UE, DBS, Susana del Río; y Suzana Carp, de la Fundación ECIT por la ciudadanía europea.