El ministro de Consumo, Alberto Garzón, lleva algo más de una semana en la picota, desde que el pasado 4 de enero estallara la polémica por la entrevista que concedió al diario británico The Guardian. En sus declaraciones al citado medio defendía que España debe comer menos carne, no sólo por salud, sino también por el cambio climático. Y además señalaba que las "megagranjas" españolas "exportan carne de mala calidad".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estalló. Tal y como cuenta hoy Alberto Prieto en EL ESPAÑOL, Sánchez le ha transmitido su enfado a su socia de coalición, Yolanda Díaz. Y lo ha hecho en privado, en una conversación mano a mano, que ambos mantuvieron el pasado lunes.
No ha sido el único. También Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha calificado este martes de "desafortunadas" las declaraciones de Garzón sobre las macrogranjas y ha tachado de "lamentable" esta cuestión.
Y también este mismo martes el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha mostrado su enfado en rueda de prensa al afirmar que "cuando uno mete la pata lo que tiene que hacer es sacarla".
Ante los ataques recibidos, el ministro de Consumo ha salido a defenderse. Y lo ha hecho por medio de la primera entrevista que ha concedido en televisión. En ella ha segurado que, a pesar de la tormenta política que se ha generado a su alrededor, se siente "cómodo en lo que está haciendo" y cree que "está siendo reconocido por todos los actores a los que me dirijo, que es a la población".
Garzón sostiene que él ha cumplido con "las direcciones del Gobierno" pero reconoce que seguir como ministro no depende de él. "No creo que mi cargo peligre, pero no depende de mí", ha señalado a la periodista Andrea Ropero, que le ha entrevistado en el programa El Intermedio que 'El Gran Wyoming' presenta en La Sexta.
"No puedo responder por las formas en que nuestro socio de coalición está actuando", ha aseverado, en alusión al PSOE. Y ha añadido que "Yolanda (Díaz) no revela sus conversaciones (en referencia a la charla que ha mantenido la vicepresidenta con el presidente del Gobierno). "Me dijo que ella está de acuerdo con lo que dije, que es la posición de Unidas Podemos".
Garzón ha reconocido que no ha hablado con Sánchez todavía y que lo que sabe sobre la opinión del presidente es "por los medios de comunicación, como todo el mundo". "En el ámbito de las conversaciones privadas, lo decente es no revelarlas", ha subrayado.
"Creo que no me equivoqué", ha insistido el ministro de Consumo. "Es una entrevista (la concedida a The Guardian) que se hace el 14 de diciembre, se publica el 26 de ese mismo mes y sólo el 3 de enero empieza a viralizarse por culpa de un lobby cárnico", ha sostenido.
Garzón no considera que todo esto haya provocado "una crisis". "Es la primera vez que tenemos un Gobierno de coalición en el Estado. Tenemos que acostumbrarnos a que haya matices y opiniones diferentes", ha señalado.
"Yo hablé de la protección del medioambiente. De hecho, este tema en concreto no lo usaron en The Guardian para titular", argumenta el ministro. Y alega que sus declaraciones fueron impecables porque considera que "es un deber de la política decir la verdad, ya que sin diagnósticos certeros no podemos llegar a las soluciones adecuadas".
En opinión del ministro, todo esto es "una estrategia del PP y del candidato de las macrogranjas Mañueco que le va a salir mal" porque "en toda Castilla y León se está produciendo un problema que está amenazando la vida de sus territorios y no sólo la del planeta".
Garzón cree que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, está aprovechando la situación en beneficio propio y le acusa de ser una persona que "niega la existencia de las macrogranjas, un negacionista climático". Para el titular de Consumo todo esto es "una estrategia de la extrema derecha para no llevar a cabo un debate sereno".
Sin embargo, al mismo tiempo, Garzón no considera que "haya dado mucha munición" a la derecha política, simplemente cree que está haciendo su trabajo, tal y como ha manifestado en La Sexta. "Me preocupan las derechas porque son elementos reaccionarios de pérdida de derechos alimentarios, ambientales, etc. Si me construyen un bulo y una mentira y se difunde por tantos medios de comunicación creo que es un problema para la democracia y no algo achacable a mi persona".
Y sobre las palabras de Emiliano García-Page se dice sorprendido porque "cuando vino este bulo me atacó con ferocidad y con unas formas que yo no puedo entender en política". "Supongo que Page no está de acuerdo con la coalición ni con las personas que formamos parte del Consejo de Ministros. Porque estoy convencido de que leyó punto por punto mi declaración y sabe que lo que digo es verdad", ha asegurado.
Para Garzón toda esta polémica "está muy clara". "Gran parte de lo que estamos debatiendo tiene que ver con lo que no dije, es una imitación de las estrategias de Trump, de la extrema derecha. Tengo que defender lo que yo sí dije. Y nada más".