Aún queda un mes largo para que los miembros del comité de expertos convocado por María Jesús Montero entreguen su informe con las conclusiones acerca del modelo de tributación español. Sin embargo, desde el Ministerio de Hacienda ya se defiende la inminente subida de impuestos.
Habrá sido un empeño de más de un año estudiando de arriba abajo las ventajas e inconvenientes del actual modelo: impuestos, directos, indirectos, exenciones, desgravaciones, beneficios fiscales, estructuras de costes, sectores afectados...
El documento promete cumplir con el plan inicial de Pedro Sánchez: contribuir a la transformación del modelo productivo y, sobre todo, subir la presión fiscal de manera notable.
Y es que, según el Ministerio de Hacienda, España puede (y debe) acercar su presión fiscal a la media de la Unión Europea. Según la titular de la cartera, este gap es de ocho puntos, calculado respecto al PIB. "Ahora, hay que aprovechar el crecimiento económico para recaudar más", aseguran en Hacienda.
Hacienda ha vivido en los últimos meses la deserción de, al menos, dos de los expertos, y se han filtrado a la prensa algunas de las conclusiones preliminares de los trabajos que sugieren discrepancias internas. Particularmente en una de las medidas estrella: la bautizada como "armonización fiscal" entre las Comunidades Autónomas, que impondría un suelo mínimo en los tributos cedidos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.
Algunos de los expertos fiscales han mostrado sus diferencias respecto a este modelo y han querido matizar la propuesta. Fuentes del entorno de la ministra Montero niegan tener conocimiento de los trabajos "más allá de lo que se ha publicado en la prensa".
La titular de Hacienda dice ser "muy respetuosa" con el trabajo de los especialistas, tanto como para no inmiscuirse en los trabajos como tampoco ceder a las presiones de Unidas Podemos, que no deja de insistir en "cumplir cuanto antes el mandato del acuerdo de coalición".
Es decir, que la reforma fiscal no se adelantará, en ningún caso, a pesar de que el entorno de Yolanda Díaz lamenta que ya se ha retrasado un año y medio sobre lo previsto, "con la excusa de la pandemia".
Los morados también recuerdan que el acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, firmado hace ya más de dos años, compromete a que "el Gobierno impulsará políticas sociales y nuevos derechos [...] gracias a un mejor uso de los recursos públicos, a una reforma fiscal justa y progresiva que nos acerque a Europa y en la que se eliminen privilegios fiscales".
Ahí está el concepto de acercarse a Europa que, en ese apartado 10 (pág. 45) quiere decir subir impuestos, según fuentes de Hacienda. Y que se llevará a cabo digan lo que digan, finalmente, los expertos.
El mensaje que sale de Hacienda no es tanto para tranquilizar al socio minoritario del Ejecutivo de coalición como para preparar el terreno mediático. "El documento de los expertos será simplemente una guía de reflexiones", advertía esta semana una fuente del entorno más cercano de Montero. "Porque una cosa son los criterios técnicos y otra muy distinta son los criterios políticos".
Por eso, aunque en el seno del comité asesor se imponga la idea de que el Estado no debe intervenir en los impuestos cedidos a las Comunidades Autónomas, Hacienda hará caso omiso. Sobre todo, por la batalla abierta con la Comunidad de Madrid, que en este caso deja el terreno personal (Isabel Díaz Ayuso versus Pedro Sánchez) para ser puramente ideológica. "Si bajas impuestos en época de crecimiento económico", como de hecho hace Madrid y presume de ello, "lo que estás haciendo es tener menos capacidad de recaudación de la potencial", explican desde el entorno de la ministra a EL ESPAÑOL.
"Repartir para crecer"
"La presidenta madrileña está mandando mensajes de un terrible mimetismo con el peor nacionalismo catalán", abundan en referencia a la Ley de Autonomía Financiera, recientemente aprobada por el Consejo de Gobierno de la región. "Ahora saca unas supuestas balanzas fiscales quejándose de lo que alguien le debería... Y pone el cazo mientras pierde capacidad de recaudación".
La respuesta de la Hacienda madrileña demuestra que la batalla, aquí, es una lucha entre liberales y socialistas. "Llevamos cinco bajadas de impuestos consecutivas", explica el consejero Javier Fernández Lasquetty en conversación con este diario, "y en todas ellas el resultado ha sido una subida de recaudación". Según los populares, lo que hay que hacer es reducir la presión fiscal, "eso es lo que estimula el crecimiento".
Pero el nuevo eslogan del Gobierno de Sánchez es "hay que crecer para repartir, pero hay que repartir para crecer". Y en ese mensaje, preparado desde el equipo de Moncloa, basará la argumentación Hacienda para la inminente subida de la presión fiscal.
"Ya veremos cómo lo administramos en el tiempo", responde este portavoz del Ministerio en referencia a si el calendario electoral retrasará la reforma fiscal, como teme Podemos. "Después de los expertos, tenemos que ver lo que proponga la ministra y los distintos grupos que componen el Gobierno", admite. "Pero lo que está claro es que haremos la reforma, porque será para el estímulo de la recuperación y el combate a la desigualdad".
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