Joe Biden no ha invitado a Pedro Sánchez a una videconferencia de urgencia para "consultar y coordinar" este mismo lunes "con los líderes europeos y aliados transatlánticos" una respuesta "a la escalada militar de Rusia en las fronteras de Ucrania". Así se puede leer en un comunicado oficial de la Casa Blanca.
El presidente de EEUU ha incluido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; al presidente del Consejo, Charles Michel; al presidente francés, Emmanuel Macron, al canciller alemán, Olaf Scholz, al primer ministro italiano, Mario Draghi; y al polaco Andrzej Duda; además de al británico, Boris Johnson.
Biden no ha querido incluir a Sánchez, ni siquiera teniendo en cuenta que Madrid será la sede de la cumbre de la OTAN del próximo mes de junio, en la que nuestro país ejercerá de coordinador de los trabajos para el "nuevo concepto estratégico" de la Alianza Atlántica. Es decir, del significado concreto y la traducción a los hechos de considerar a China como un "rival" y a Rusia como un "enemigo".
Hace una semana, José Manuel Albares estaba en Washington, pidiendo apoyo a Estados Unidos en la crisis con Marruecos y ofreciendo, como "aliado fiel", el compromiso total de España con la OTAN y el despliegue militar "ante la amenaza rusa a la integridad territorial de Ucrania".
Así, el pasado jueves, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció el envío anticipado de buques de guerra y ofreció cazas del Ejército del Aire para unirse a los 350 soldados ya desplegados en las fronteras rusas. Sin embargo, sólo seis días después del encuentro del ministro de Exteriores con Antony Blinken, España ha pasado de ser "un aliado esencial" a no estar invitada a la videoconferencia urgente del presidente de Estados Unidos.
Sin embargo, y del mismo modo que tardó seis meses en atender a Sánchez -y lo hizo sólo durante 29 segundos caminando por un pasillo, en la cumbre de la OTAN en Bruselas-, llueve sobre mojado en las lejanas relaciones entre Madrid y Washington. Sólo durante la evacuación de Kabul, a finales de agosto, Biden se mostró cercano y llamó a Sánchez para pedirle el uso de las bases de Rota y Morón para las escalas de los vuelos de sus colaboradores.
Apoyo militar y económico UE
La OTAN ha anunciado este lunes que trasladará más equipo militar y tropas a los países del frente oriental de la alianza. La Unión Europea ha duplicado hasta 1.200 millones de euros su ayuda a medio y largo plazo a Kiev, y ha ofrecido 35 millones de euros en apoyo militar, según anunció el Alto representante, Josep Borrell.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han condenado este lunes las "continuas acciones agresivas y amenazas de Rusia contra Ucrania" y han exigido a Vladímir Putin que rebaje la tensión en la zona, respete el derecho internacional y entable un diálogo constructivo para resolver la actual crisis.
"Cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y costes elevados", avisan los jefes de la diplomacia de los Veintisiete en una declaración aprobada por unanimidad durante una reunión presencial celebrada en Bruselas.
Todo ante la acumulación de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania. El régimen de Valdímir Putin ha recrecido su amenaza inminente a la integridad territorial de este país, que tiene un Acuerdo de Asociación vigente con la Unión Europea y ha solicitado su entrada en la Alianza Atlántica.
"Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso mediante el fortalecimiento de nuestra defensa colectiva", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado. Stoltenberg fue uno de los líderes internacionales con los que conversó este domingo el presidente Sánchez, al igual que con Von der Leyen.
Tropas y diplomacia
Como Stoltenberg anunciaba, el propio Biden ya dijo la semana pasada que Estados Unidos trasladaría más tropas y equipos propios a los países del este de la OTAN si Rusia continúa amenazando con una invasión.
El domingo, en un indicio de la creciente tensión, Estados Unidos ordenó a las familias de los diplomáticos estadounidenses que abandonaran Kiev, una acción que varios diplomáticos europeos calificaron de prematura. Entre ellos, el propio Albares: "Washington lo ve a su manera, pero nosotros no queremos anticipar escenarios", aseguró el ministro español, a la salida de una reunión con sus homólogos de la UE. El Reino Unido secundó el movimiento de EEUU este lunes, diciendo que fue "en respuesta a la creciente amenaza de Rusia".
Dinamarca está enviando una fragata y desplegando aviones de combate F-16 a Lituania; España también enviará buques de guerra y podría enviar aviones de combate a Bulgaria; y Francia está lista para enviar tropas a Rumania.
Las conversaciones diplomáticas entre Occidente y Rusia se han ralentizado a medida que las negociaciones se expandieron a un debate más amplio sobre la estructura de seguridad de la Europa posterior a la Guerra Fría. El Kremlin criticó la decisión de la OTAN de moverse, argumentando que la movilización de Occidente estaba incitando a la "histeria".
Mientras tanto, Irlanda, un país no perteneciente a la OTAN, dijo que Rusia realizó recientemente ejercicios militares frente a sus costas, una medida que no fue bien recibida.