Tras la polémica aprobación de la reforma laboral con la traición de UPN y el voto a favor del diputado del PP Alberto Casero, los populares ya no hablan de "error informático". El argumento del PP es que el voto erróneo de su diputado no refleja la voluntad mayoritaria del Congreso de los Diputados y es, por tanto, "un fraude democrático".
Este viernes, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha explicado que "la voluntad" del diputado Alberto Casero "no es lo que se reflejaba en la votación" y que, como era telemática, "lo advirtió con carácter previo". Es decir, que su 'sí' a la reforma laboral podría ser un error humano, sin embargo Gamarra asegura que Casero "dice haber votado en un sentido y lo que emitió el certificado de la Cámara iba en otro sentido de voto", algo que niega rotundamente la Mesa del Congreso.
"La Cámara tiene la obligación de comprobar que el voto telemático corresponde con la voluntad del diputado", ha dicho Gamarra en una entrevista en Antena 3 en la que no ha dicho en ningún momento "error informático" y sí que "la voluntad -de Casero- no era el voto que se computó".
Para ella, "la clave es que el resultado de una votación ha de ser la voluntad mayoritaria de la Cámara" y que el sistema telemático debe de ser confirmado "telefónica y personalmente" para comprobar que el voto telemático responde con la voluntad del diputado.
Gamarra señala, además, que la presidenta de Cámara, Meritxell Batet, conocía el error del diputado Alberto Casero y que debía haber actuado de otra manera. "No debía haber seguido adelante para que al final el resultado sea un fraude democrático porque no responda a la voluntad mayoritaria de la Cámara", ha dicho Gamarra, que considera que Batet debía de "haber garantizado y protegido un derecho constitucional" de todos los diputados para que "el voto emitido responda a su voluntad".
Por último, y debido a la trascendencia de la votación, Gamarra ha recordado que Casero se personó en el Congreso al desplazarse de Cáceres a Madrid para buscar una solución para que corrigieran su voto telemático. "Tiene una dolencia y por ello había pedido el telemático", ha afirmado.
Tribunal Constitucional
Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, anunció este jueves que su grupo recurrirá ante el Tribunal Constitucional el "fraude democrático" que a su juicio ha supuesto la aprobación de la reforma laboral del Gobierno.
Fuentes de la dirección del PP señalan que el partido estudia otras posibles acciones judiciales contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ya que consideran que con su actuación "ha podido prevaricar".
Nada salió como estaba previsto. La aprobación de la reforma laboral de Yolanda Díaz, que debe facilitar la llegada de 10.000 millones de euros de los fondos europeos, desembocó en el más grave enfrentamiento de la legislatura entre el PP y el PSOE.
La convalidación del Real Decreto Ley 32/2021 en las Cortes se saldó con una ajustadísima votación: 175 votos a favor del texto y 174 en contra. Y con varios diputados del PP coreando gritos de "¡tongo!" al concluir el Pleno.
Enfermo y con fiebre
El PP ha anunciado que llegará hasta las últimas instancias para impugnar la aprobación del texto, que salió adelante por un único voto de diferencia: el del diputado del PP por Cáceres Alberto Casero, que ejerció el voto telemático desde su casa de Madrid porque estaba enfermo y con fiebre, según los populares.
El Grupo Parlamentario Popular atribuye el voto de Casero a un fallo informático: aseguran que el diputado votó no a la reforma laboral, pero al recibir la certificación electrónica comprobó que aparecía como voto favorable.
Entonces se puso en contacto con su Grupo Parlamentario y con la Mesa de la Cámara, e incluso se llegó a trasladar personalmente hasta las Cortes para intentar corregir el error, antes de que se produjera el cómputo de los votos. Pero la presidenta de la Mesa, la socialista Meritxell Batet, rechazó todos los intentos del PP de subsanar este "error".
Pasadas las ocho de la tarde, una vez concluido el Pleno, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se reunía con Meritxell Batet para pedirle que reconsiderase su decisión y advertirle de las graves consecuencias jurídicas que le podría acarrear no hacerlo. La presidenta de la Mesa no dio su brazo a torcer, por lo que los populares ya estudian la batería de medidas judiciales que van a desplegar para intentar anular la aprobación de la reforma laboral.
Por su parte, los socialistas señalan que no se ha producido ningún error informático porque el sistema de televoto del Congreso ofrece garantías y está avalado por los servicios jurídicos de la Cámara. "No puede ser que cuando no les gusta el resultado, [los populares] monten en cólera y monten el número", afirmó el portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez.
Gómez cree que lo ocurrido no tiene discusión: "La votación ha sido clara y el resultado también". Para él, sólo queda celebrar la aprobación de la reforma que "acaba con la precariedad laboral" y facilita la llegada de fondos europeos millonarios. Un éxito al que el PSOE no está dispuesto a renunciar.
Batet se niega a rectificar
Los populares basan su acusación contra Meritxell Batet en que se negó a aplicar la Resolución de la Mesa del Congreso aprobada el 21 de mayo de 2012, por la que se regula el procedimiento de votación telemática.
El punto 4 de este acuerdo establece que "tras ejercer el voto mediante el procedimiento telemático, la Presidencia u órgano en quien delegue, comprobará telefónicamente con el diputado autorizado, antes del inicio de la votación presencial en el Pleno, la emisión efectiva del voto y el sentido de este".
Fuentes socialistas admiten que esta resolución está en vigor, aunque el citado procedimiento nunca se ha llegado a poner en práctica. Tampoco durante los dos años de pandemia en los que buena parte de los diputados han ejercido el voto telemático.
El punto 6 del mismo acuerdo abre la puerta a que la Mesa acepte corregir el voto del diputado que, tras ejercerlo por medios electrónicos, pida ejercerlo de forma presencial: "El diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará el voto telemático nulo y no emitido", señala dicho punto.
Un sistema con garantías
En este caso, el diputado Alberto Casero comunicó primero a la Mesa el supuesto "error" informático, a través del Grupo Popular. Ante la negativa de Meritxell Batet a reconsiderar la situación, Casero acudió personalmente a la Cámara para corregir su voto electrónico, pero "no le han permitido el acceso al Hemiciclo", denuncian los populares.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, reclama que el conflicto se resuelva por "criterios jurídicos", y se repita la votación si los letrados de la Cámara consideran que es la solución más adecuada. Pero se muestra escéptico sobre la existencia del supuesto fallo informático que denuncia el PP.
En Vox están indignados por el desenlace de los hechos y anuncian un recurso incluso por vía penal "si se acaba concluyendo que se ha cometido un pucherazo mediante prevaricación por parte de la Presidencia de la Cámara".
La aplicación de televoto utilizada por la Cámara desde el inicio de la pandemia tiene un doble sistema de comprobación: una vez ejercido el voto telemático, el sistema muestra en pantalla la opción elegida y pregunta al diputado si desea confirmar esta opción.
El debate de la reforma laboral se iniciaba a las nueve de la mañana, pero la votación para convalidar el Real Decreto no se produjo hasta las 18:15 horas, con un período de 45 minutos para que pudieran ejercer el voto telemático los 14 diputados que así lo habían solicitado por motivos de salud.
"La Mesa no se reunió"
La presidenta de la Cámara fue la primera sorprendida por el resultado de la votación (175 a favor y 174 en contra) y en un primer momento comunicó, por error, que el Real Decreto Ley había quedado "derogado". Los diputados del PP y Vox prorrumpían en aplausos, mientras Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se miraban desconcertados en el banco azul.
Los servicios de la Cámara advirtieron enseguida del error a Meritxell Batet, que corrigió sus palabras. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, pidió entonces la palabra desde su escaño para denunciar el supuesto fallo informático que había alterado el resultado de la votación, pero Batet se negó a escucharla.
"Señora Gamarra, precisamente porque la Mesa es conocedora y ha podido analizar lo que usted me va a plantear, y es una cuestión técnica de la Mesa, de decisión de la Mesa y no de tratamiento de Pleno, no le voy a dar la palabra", dijo Batet, a lo que varios diputados del PP respondieron con gritos de "tongo". La respuesta de la presidenta de la Cámara ha indignado al PP, que la acusa de "mentir", pues "la Mesa no se reunió" para valorar los hechos, aseguran.
El resultado de la votación resultó más ajustado del que se esperaba: el PSOE daba por hecho el voto favorable de los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Carlos García Adanero y Sergio Sayas, quienes finalmente votaron no, en contra de las instrucciones que les había dado la dirección del partido.
Todo ello provocó que el voto de Alberto Casero -contabilizado como favorable, aunque era un no, según el PP- haya resultado decisivo para aprobar la reforma laboral de Yolanda Díaz.
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