La crisis interna que atraviesa el Partido Popular divide a la formación entre los afines a Génova y los simpatizantes de Isabel Díaz Ayuso. Y en este último bando, las voces más beligerantes están siendo las de Cayetana Álvarez de Toledo y Esperanza Aguirre, que han pedido la dimisión del presidente, Pablo Casado, y del secretario general, Teodoro García Egea.
Ha sido la diputada del PP en el Congreso de los Diputados por Barcelona, ex portavoz parlamentaria, quien más duramente ha cargado contra su líder, al que ha acusado de "pisotear el principio de presunción de inocencia en base a maledicencias, infundios, sospechas construidas e infladas sin pruebas ni datos ni documentos", en referencia a los contratos adjudicados por la Comunidad de Madrid a la empresa en la que trabaja el hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso.
Álvarez de Toledo ha sido la primera representante popular en pedir abiertamente la dimisión tanto de Casado como de Egea, que "se propusieron acabar con Vox y derrotar a Sánchez" y al final "lo que han terminado haciendo es perpetuar a Sánchez y engordar a Vox iniciando este proceso autodestructivo para el Partido Popular y eso me parece de una gravedad extraordinaria".
La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha seguido esa senda este mismo sábado, aunque con un matiz importante: considera que Teodoro García Egea "ya está tardando en dimitir", pero aún se está "pensando" si debería hacer lo propio Pablo Casado.
En una entrevista concedida a Catalunya Ràdio, Aguirre ha insistido en que -tal y como confiesa Cayetana Álvarez de Toledo en su libro Políticamente indeseable- "Egea es quien tiene todos los poderes dentro del partido" y por ese debe dimitir tras haber iniciado "la crisis más grave que he visto nunca, comparable sólo con la crisis de UCD".
Las palabras de Álvarez de Toledo y Aguirre chocan con la solicitud de "unidad" que ha lanzado hoy la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, que ha admitido estar viviendo con "preocupación" y "dolor" la batalla interna que se libra en el seno del partido, y que espera que acabe "cuanto antes". Quizá la reunión que mantuvieron Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso este viernes en Génova 13 sea un primer paso.
Feijóo, la alternativa
Ante esta tesitura, tal y como ha informado EL ESPAÑOL, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, está asomando como futurible líder, pues ha sido él el primero en poner encima de la mesa la posibilidad de convocar un congreso extraordinario, así como de una "reunión" entre Pablo Casado y los barones populares para reconducir una situación que a todas luces se les ha ido de las manos.
Feijóo ha asegurado que espera que Pablo Casado solucione este "error mayúsculo propio" cuanto antes, dejando caer la posibilidad de cesar a su secretario general para que no sea necesario un congreso extraordinario. "Yo espero que no necesitemos llegar a un congreso extraordinario para solucionar el problema" y "no se puede dejar abierta esta herida para un congreso", dijo en EsRadio.
Cabe recordar que Feijóo es el barón con más peso dentro del partido, tanto por su trayectoria como por la mayoría absoluta que logró en las pasadas elecciones autonómicas. Su nombre sonó en 2018 como sucesor de Mariano Rajoy, pero se le adelantaron Pablo Casado, Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal y él evitó competir en primarias. Ahora es el referente y al que miran muchos para caso de emergencia. Quizá la alternativa que necesita un partido que atraviesa una grave crisis.