División interna en la reunión del Comité de dirección del Partido Popular, el cónclave de fieles de Pablo Casado. Belén Hoyo, presidenta del Comité electoral del PP, ha tomado la palabra a última hora, antes del receso para el almuerzo y ha exigido la dimisión o la destitución inmediata del secretario general, Teodoro García Egea. Así lo confirman fuentes internas del PP a este diario.
En ese momento, el presidente había decidido no dimitir ni convocar un congreso adelantado. Según fuentes internas de la dirección popular, Casado se empeñaba en "agotar el mandato democrático" recibido en el congreso de 2018. Estas mismas fuentes aseguraban que no está dispuesto "a que el partido se reparta a pedazos".
Nadie en el interior del cónclave se esperaba estas palabras de la también diputada nacional, y sus palabras han armado tal revuelo que Casado ha decidido suspender la reunión, para comer y volver a convocar a las 17.00 horas. En estos momentos ya se ha reanudado la reunión.
Varios de los 14 miembros de este órgano directivo se han sumado a la exigencia de que caiga García Egea, entre ellos la vicepresidenta del Congreso y exministra Ana Pastor, muy próxima a Alberto Núñez Feijóo.
"La reunión está siendo desagradable", explica a este periódico una fuente cercana a los presentes. De hecho, algunos diputados se están sumando a la rebelión contra Casado, quien había mandado llamar a parlamentarios y senadores a Génova para escenificar unidad con la actual dirección.
Aun así, las citadas fuentes oficiales reiteran que "ninguno de los órganos se va a adelantar" porque Casado y la cúpula nacional "no están dispuestos a que el partido se reparta en trozos". Y ése es el temor en Génova, que haya ya un pacto entre Feijóo e Isabel Díaz Ayuso.
Belén Hoyo es una casadista de origen. Se unió a las filas del hoy presidente cuando no era más que una candidatura 'outsider' ante el congreso de julio de 2018. Entonces, el aún presidente del PP era la tercera vía para tomar el relevo de Mariano Rajoy, por detrás de quienes habían sido sus mujeres fuertes, la secretaria general María Dolores de Cospedal y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Desde entonces, ha trabajado incansablemente en las labores de presidenta del comité electoral, participando en la elaboración de las listas en todo el territorio y trabajando mano a mano con Casado y el secretario general.
Este jueves, nada más estallar la crisis por los supuestos espionajes de Génova a Isabel Díaz Ayuso y las presuntas comisiones cobradas por su hermano por un contrato de 1,5 millones de euros para adquirir mascarillas en el inicio de la pandemia, Hoyo salió en defensa del presidente en su cuenta de Twitter.
Según fuentes internas, Hoyo no ha improvisado y tenía previsto lanzar esta bomba en la reunión de este lunes, convocada por Casado el domingo, tras la manifestación de millares de militantes y simpatizantes a la puerta de Génova, exigiendo su salida. La diputada valenciana forma parte de los leales a Casado que llevan tiempo reclamándole una reflexión por el ambiente enrarecido que estaba generándose en el interior del partido.
Dos por el precio de uno
De hecho, la maniobra de Hoyo se entiende, según fuentes cercanas, como un movimiento para intentar salvar a Casado. Al menos, hasta la celebración del congreso nacional, en teoría fechado para julio.
Y es que los líderes territoriales quieren ahora la cabeza del presidente junto a la de su secretario general. "Hasta el viernes, podía valer con matar a Teo, pero después de su entrevista en la Cope y de cómo atacó a una compañera, llamándole corrupta, no hay vuelta atrás". Igual que Feijóo, el propio Alejandro Fernández, líder del PP catalán, ya ha dejado clara su posición públicamente, reclamando "decisiones drásticas que den la voz al afiliado ya". Es decir, un congreso cuanto antes.
Los barones, hasta este momento, no habían hallado una razón concreta para exigir la salida del número dos, pero ninguno estaba satisfecho con su gestión. Teodoro García Egea se defendía de los rumores asegurando que "nunca ha habido un secretario general del PP al que no hayan querido defenestrar los líderes territoriales". Según él, su labor es controlar los resortes del Partido Popular en toda España y "es comprensible" que las cabezas de cada agrupación no deseen esa tutela.
"Pero en este caso, lo de Teo es más un problema de sus formas", asegura a este diario uno de esos barones. "Él ha querido gobernar el PP mediante el terror, y en lugar de sumar ha dividido". Ahora, tras la crisis desatada la semana pasada por Ayuso y la "terrible gestión que nos está convirtiendo en la UCD", ya ha llegado la hora de un acuerdo "que dé salida a este colapso".
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