Numerosos diputados y cargos orgánicos del PP han dado la espalda a Pablo Casado en las últimas horas y le han exigido públicamente que se retire para dar paso a una nueva dirección en el partido.
Diputados como Ana Vázquez Blanco (portavoz de Interior y secretaria nacional de Emigración) o la portavoz adjunta en el Congreso Marta González se han sumado al manifiesto que pide designar una dirección provisional para gestionar el partido hasta la celebración del próximo Congreso extraordinario.
También han dado este paso otros cargos como el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, o el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal.
"Esto ya no es un mero conflicto interno de poder, sino un divorcio traumático con el sentir de nuestros afiliados. Ante algo así, no podemos quedarnos tocando la lira observando el incendio. Hay que tomar decisiones drásticas que den la voz al afiliado ya", ha escrito en redes sociales Alejandro Fernández, que mañana miércoles asistirá a la reunión de presidentes autonómicos del PP convocada por Pablo Casado.
También se ha mostrado especialmente contundente el presidente de la Asamblea de Extremadura y secretario general del PP en la región, Fernando Manzano, quien ha constatado que "la situación del PP en estos momentos es crítica. Una formación política no puede vivir de espaldas a afiliados, votantes y España. La indignación en nuestras bases y nuestros votantes está al límite".
Desde el País Vasco, Iñaki Oyarzabal ha pedido abiertamente la celebración de un Congreso extraordinario para que los militantes elijan a la nueva dirección del partido: "Necesitamos dar la palabra a los afiliados", ha escrito, "un Congreso para unir y fortalecer el PP, que permita recuperar el rumbo y la confianza de los españoles. Se lo debemos a todas las personas que se han dejado la piel por estas siglas. Cuanto antes mejor".
Pablo Casado se atrincheró el lunes en la sede de la calle Génova, en una reunión del Comité de Dirección (integrado por 15 personas de su máxima confianza) que se prolongó casi nueve horas, durante la cual intentó recabar apoyos para mantenerse al frente del partido.
Finalmente accedió a convocar para el próximo martes la Junta Directiva Nacional (un órgano integrado por cerca de 600 personas, con representantes de todas las comunidades autónomas y los grandes municipios), que deberá fijar la fecha del próximo Congreso del partido.
El manifiesto que están difundiendo numerosos diputados y cargos orgánicos del PP reclama "decisiones extraordinarias y dolorosas, que permitan recuperar la confianza y unidad interna para poder ofrecer la alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez que España se merece".
Por ello pide la convocatoria "urgente" del Comité Ejecutivo Nacional del PP para "designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración del congreso".