Pedro Sánchez ha remarcado, en una declaración institucional, la "rotunda total y condena a las inaceptables acciones militares del Gobierno de Putin en Ucrania". Según el presidente del Gobierno, lo ocurrido en la madrugada de este jueves "es muy grave y a la vez muy simple", es decir, "una potencia nuclear ha comenzado la invasión de un país vecino y ha amenazado con represalias a quien ayude al país agredido".
Para el presidente español, esto no es otra cosa que una "violación flagrante de la legalidad, la soberanía y la integridad territorial" de un país independiente. Pero también una violación, ha remarcado desde el inicio de su intervención sin preguntas, "a los principios y valores que han aportado prosperidad y estabilidad europea en décadas".
De inmediato, nada más comenzar y establecer la situación, Sánchez ha mandado un mensaje de preocupación y advertencia por el "impacto" que esta guerra puede tener para la ciudadanía española. El presidente llegaba a la Moncloa después de asistir al Consejo de Seguridad Nacional, presidido por el Rey en el Palacio de la Zarzuela.
"Seguro que tendrá consecuencias de gran alcance", ha dicho, dejando los detalles para más delante. Pues éste era el punto en el que el inquilino de la Moncloa introducía un matiz similar al de la declaración de la líder de Podemos y ministra de su Ejecutivo, Ione Belarra: "Por eso se entiende el mandamiento nítido del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres", que ha instado al mandatario ruso a que "en nombre de la Humanidad, devuelva sus tropas a Rusia".
Fuera belicismo
Sánchez ha querido fijar una posición nada belicista, sin citar por su nombre a la OTAN y sí en numerosas ocasiones a la Unión Europea. De hecho, ha basado el resto de toda su argumentación en colocar a España en los "intereses compartidos" de nuestro país con los Veintisiete y "los valores comunes" que tiene la Constitución Española con los fundacionales de la UE.
Según el presidente, éstos son "la paz, el respeto a la legalidad internacional, la solidaridad y la cooperación humanitaria con los pueblos afectados". Y en esos cuatro puntales basó la posición de su Gobierno. "Ésos son los valores que nos van a inspirar en esta crisis: defenderemos legalidad internacional, nos desviviremos por el mantenimiento de la paz, y mostraremos nuestra solidaridad" con Ucrania.
Pero al mismo tiempo, Sánchez ha pedido esa solidaridad interna en la Unión, advirtiendo de que las sanciones que impondrán los socios y los aliados "tendrán un impacto económico en nuestro país y la UE, especialmente en los mercados energéticos". De hecho, el Ejecutivo lleva semanas preparando planes de contingencia, como ya informó este diario y ha confirmado el presidente.
"El Gobierno de España lleva preparando la reacción a este riesgo, desgraciadamente ya confirmado", ha remarcado. Eso sí, advirtiendo de que reclamará a la UE tomar "las medidas que sean precisas para mitigar el efecto sobre los hogares, las empresas, la industria y la incipiente recuperación económica tras la pandemia".
Unidad es solidaridad
Según Sánchez, la Unión "tiene una nueva oportunidad, como ocurrió al inicio de la crisis de la Covid-19, de mostrar unidad, solidaridad e integración, dedicando los medios que sean necesarios y tomando las decisiones oportunas".
La posición de España, como ha repetido e intentado el ministro José Manuel Albares desde hace semanas, ha sido clara: "Apurar hasta el extremo la vía diplomática y el diálogo para evitar lo ocurrido. Pero, eso sí, a la vez dejar claro que con toda la UE no permitiríamos esta acción y responderíamos".
El presidente hizo un llamamiento, ante la cumbre de urgencia a la que está convocado esta tarde noche en Bruselas con el resto de jefes de Estado y de Gobierno: "Es necesario mantener esa unidad de todos los que creemos en la democracia, el Estado de derecho. Es decir, en un mundo con reglas, certidumbre, paz y libertad de los pueblos para elegir su futuro".
Remarcar esto justo después de pedirle a la UE que sea "solidaria" con sus Estados miembros, por las "consecuencias" de la guerra, deja clara la postura que defenderá Sánchez ante sus socios: unidad es solidaridad. Es decir, hace falta más dinero para sostener la recuperación y atender a los ciudadanos en dificultades.
"La unidad mandará un mensaje claro, nítido y rotundo de defender aquello en lo que creemos", ha culminado.
"Dos caminos"
Para Sánchez ahora, "se abren dos caminos a la Unión Europea: el de la paz y legalidad internacional, o el de la fuerza ilegítima que aboca sólo al desorden mundial y la inseguridad". Para España, para los españoles, y para la UE la elección "es dura, pero sencilla. Somos un país, una democracia, una Unión Europea comprometidos con la paz, la legalidad y la solidaridad".
Desde primera hora de la mañana, Sánchez ha dejado clara la postura oficial del Gobierno, en una condena de urgencia en su cuenta de Twitter, convocando el Consejo de Seguridad Nacional y suspendiendo toda su agenda. Incluida la Conferencia de Presidentes autonómicos que debía celebrarse este sábado en La Palma, para discutir sobre el reparto de fondos europeos y la coordinación en operaciones de emergencia. Ninguna como ésta.
Ésta es una posición "de Estado", como ha defendido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, desde hace semanas, y concretamente desde que, hace un mes, la escalada de tropas rusas en la frontera ucraniana dejó claro que se avecinaba la invasión.
"La política exterior no puede ser otra cosa que política de Estado", ha repetido hasta la saciedad, ante los medios y en sus comparecencias parlamentarias, la última este mismo miércoles en el Congreso, sólo pocas horas antes de estallar el conflicto definitivamente.
Apoyo del PP
Esta misma mañana, a primera hora, Moncloa veía con satisfacción cómo los últimos acontecimientos internos en el seno del Partido Popular no han variado un ápice su posición. La nueva coordinadora general del PP y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, se mostraba firme en una nota publicada en su cuenta de Twitter, condenando "el ataque ruso a Ucrania" y apoyando "al Gobierno de España en una respuesta firme y contundente con nuestros aliados UE y OTAN".
Del mismo modo que los organizadores de ARCO se han visto afectados por la convocatoria del Consejo de Seguridad Nacional, y el Rey se ha ausentado de una de sus citas anuales ineludibles, las consecuencias de la guerra de invasión rusa contra Ucrania, tendrá consecuencias inesperadas, inopinadas e incalculables. Así lo lleva más de un mes previendo -lo que se puede, o se imaginan los gabinetes de estudio- Moncloa.
Sánchez, que hasta ahora había sido reticente a dar explicaciones al Congreso, solicitó el pasado martes su comparecencia, a la misma hora en la que se celebraba el Consejo de Ministros, para que pasara inadvertida, pues no quería dar pistas. Él ya manejaba informes de inteligencia que anticipaban la inminencia -esta vez sí- de la orden de Vladímir Putin.
Así, en el juego comunicativo de escalada de escenarios, Presidencia del Gobierno decidió que ya era "el momento adecuado" para ponerle la cara del presidente a la posición española en este desafío ruso, tal como confirman fuentes del entorno del jefe del Ejecutivo.
Comparecencia en el Congreso
La junta de portavoces de la Cámara Baja ha puesto fecha y hora, esta misma mañana, para la comparecencia. Será el próximo miércoles 2 de marzo, a las 9.00 horas el momento en el que el presidente dé cuenta "de las posiciones y los compromisos por parte de España que ha garantizado en la cumbre de la Unión Europea sobre la crisis de Ucrania". Y en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno urgente, convocada en Bruselas por Charles Michel, presidente del Consejo, para esta misma tarde.
El estallido de la guerra ha roto todas las agendas del Gobierno. Se ha cancelado la Conferencia de Presidentes autonómicos en La Palma, a la que acudían también la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; la segunda, Yolanda Díaz; la tercera, Teresa Ribera; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el de la Presidencia, Félix Bolaños; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; y la de Sanidad, Carolina Darias.
Los esfuerzos del Gobierno se centran ahora en aplicar sus previsiones para combatir los efectos de esta guerra: subida de precios, escasez energética, restricción de suministros básicos, tensiones financieras, recesión aún mayor en el turismo internacional, movimientos de tropas, uso de las bases militares en suelo español por los aliados... es decir, todos los aspectos que afectarán directamente a la recuperación tras la crisis de la pandemia.