La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tenía ganas de hablar ante la Junta Directiva Nacional del Partido Popular. Estuvo toda la tarde del lunes preparando su discurso, sola, en su domicilio. Y por eso sabía perfectamente lo que hacía cuando le ha reprochado a Pablo Casado, ante otras 400 personas del partido, que "ojalá se hubiera investigado con tanto detalle a Pedro Sánchez y a otros gobiernos de la izquierda" como a ella.
La dirigente madrileña ha sido una de las primeras en intervenir ante la dirección nacional del partido, en privado, en una sala del hotel Eurostars Tower de Madrid. Ahí ha denunciado que todo lo ocurrido en torno a los negocios de su hermano y las acusaciones de Casado son "hechos gravísimos que, para volver a ganarnos la confianza de la opinión pública, habrá que investigar y expulsar a sus autores".
Y es que la presidenta madrileña no se explica "por qué un estúpido anónimo acaba en forma de SMS en los teléfonos de nuestros adversarios políticos", en referencia a los mensajes a los que tuvo acceso Más Madrid, principal partido de la oposición en la Asamblea de Vallecas.
Ayuso también se ha preguntado "cuántas Ritas Barberás puede aguantar el PP", en alusión a las críticas de Casado a la ex alcaldesa valenciana. "Algunos pensaron más en protegerse por si llegaban momentos como éste que en ser la verdadera alternativa a Sánchez", ha afeado públicamente a los dirigentes nacionales del partido.
Díaz Ayuso ha lamentado, en un discurso perfectamente confeccionado que guardaba a primera hora de la mañana con recelo en una carpeta azul con el logotipo del partido, que "lo teníamos todo: una izquierda debilitada y un centro-derecha fuerte", pero "algunos pensaron más en protegerse por si llegaban momentos como este que en ser la verdadera alternativa a Sánchez".
El Partido Popular, en opinión de la baronesa, ha malgastado el impulso que tomó tras las elecciones autonómicas del pasado 4 de mayo, y ahora "hay muchos afiliados y dirigentes agraviados por todo el país, a los que se les ha negado la voz por si no se dejaban controlar por el mando, a los que se trataba como a intrusos en su propio partido".
También ha recordado que la Comunidad de Madrid, "fuertemente castigada durante la primera ola de la pandemia y ante la inacción del Gobierno", tuvo que hacer "lo imposible para conseguir material sanitario con el que proteger a los sanitarios y salvar vidas": "No nos gastamos el dinero del contribuyente en prostíbulos o mariscadas. Peleamos los cierres ilegales de Madrid, demostramos al país la clase de gobierno que tenemos".
"Creo en tí, Alberto"
Y ha defendido que "mi consejo de Gobierno jamás hizo otra cosa que actuar con rectitud y gran profesionalidad. Jamás benefició a ningún familiar y menos, mío. Ni familiar, ni amigo. No encontraréis un ejemplo que me desmienta. El contrato famoso, del que se ha estado hablando en cada redacción porque había una misión encargada desde esta casa para que se supiera fue un contrato ajeno a mí. Me enteré en la séptima planta de su existencia un año y medio más tarde. Jamás medié en él".
Además, la presidenta madrileña ha pedido que se expulse del partido a quienes han formado parte de la "campaña" contra ella, pues "no creo en las heridas cerradas en falso": "Han sucedido hechos gravísimos que, para volver a ganarnos la confianza de la opinión pública, habrá que investigar y expulsar a sus autores".
Por último, ha respaldado a Alberto Núñez Feijóo como candidato a presidir el Partido Popular. "Sólo los partidos que sean realmente útiles para España y la protejan ante tanto daño van a sobrevivir", ha reflexionado antes de zanjar: "Por eso creo en tí, Alberto".