El presidente del Gobierno ha volado en dirección a Riga, capital de Letonia, este martes a primera hora. Pedro Sánchez no ha acudido al Consejo de Ministros, que ha sido encabezado por Nadia Calviño como vicepresidenta primera. A bordo del avión, en una conversación informal con periodistas, ha definido la carta enviada por Juan Carlos I a Felipe VI como "no satisfactoria".
"El Emérito debe una explicación, la carta no es una aclaración satisfactoria de todas las conductas que describe la Fiscalía en su informe", ha afirmado Sánchez sobre la misiva con la que Juan Carlos de Borbón comunicaba a Zarzuela su intención de permanecer en Abu Dabi y sólo visitar España de manera esporádica.
Sánchez se ha desplazado a Letonia para visitar a las tropas españolas asentadas en la frontera con Rusia. El programa, muy ajetreado, no ha impedido al presidente repasar la actualidad durante unos minutos con los enviados especiales dentro del avión oficial. También se ha referido al PP y a Alberto Núñez Feijóo, al que ha retado a revelar si "pactará con Vox".
El jefe del Gobierno ha aclarado que él no conoció el contenido de la carta de Juan Carlos I hasta que la Casa Real la hizo pública. Simplemente, fue informado en la tarde del lunes de que la misiva había sido recibida en Zarzuela y de los términos generales de su contenido.
En el texto, el Emérito anuncia a su "querido hijo" que, de momento, optará por seguir residiendo en Abu Dabi, aunque volverá por temporadas a España. Según ha razonado el presidente del Gobierno, aunque Juan Carlos I diga "lamentar" algunos hechos pasados de su vida, eso no es suficiente.
Sánchez nunca utiliza un tono categórico al hablar de la situación de la Monarquía. Siempre antepone fórmulas como "creo que es el sentir general de la ciudadanía"... para matizar su opinión y que ésta llegue entre algodones.
Porque el presidente espera reformas en la Casa Real, pero no lo dice en público. Insta a que éstas se acometan, aunque aclara que "es otra institución la que tiene que hablar sobre esto". Arremete contra la poca "ejemplaridad" de Juan Carlos I y, sin embargo, advierte de que "lo que pase debe ser un acuerdo entre los dos reyes": "No soy yo quien debe decirlo".
¿Quién decide?
Sánchez navega entre dos aguas: la del apoyo "decidido" a la institución monárquica y a quien la encarna "ahora"; y la de la "decepción" e "inquietud" por las conductas de quien fue Jefe del Estado durante casi 39 años. "Acusamos recibo de la carta de ayer, lo que no es de recibo son las informaciones decepcionantes que hemos ido recibiendo", ha dicho el presidente durante su vuelo a Letonia.
"Creemos que Juan Carlos I debe una explicación, que debe aclarar todo lo conocido", porque, ha concluido el presidente del Gobierno, "el informe de la Fiscalía habla de una serie de conductas decepcionantes" que la misiva "no explica" satisfactoriamente.
Sánchez también ha sido preguntado por esas reformas que dice esperar de la Casa Real. Concretamente sobre una eventual renuncia de Felipe VI a la inviolabilidad jurídica en todos los aspectos que no tengan que ver con su vida pública.
Ahora que la Fiscalía ya ha exonerado a su padre -aunque sea por esa inviolabilidad, combinada con prescripciones y regulaciones voluntarias-, Zarzuela podría instar a esa reforma legal.
El presidente no ha querido entrar en si esta idea obligaría a una reforma constitucional o bastaría con una ley orgánica, pero sí ha hablado, por primera vez en mucho tiempo, de manera explícita sobre esto.
Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha pronunciado este martes sobre el comunicado del rey Juan Carlos I en el que apunta que seguirá viviendo en Abu Dabi, aunque con viajes esporádicos a España, señalando que el "problema" del rey emérito "no es donde resida", sino que, a su juicio, "tiene que rendir cuentas sobre lo que hizo mientras fue Rey de España".
Lo ha dicho en declaraciones a los medios de comunicación desde el pasillo del Senado, donde ha valorado de esta manera la decisión que comunicó este lunes Juan Carlos I sobre su intención de mantener su residencia en Abu Dabi, aunque con viajes periódicos a España tras cerrar la Fiscalía General del Estado las investigaciones abiertas en su contra.
En este punto, Díaz ha destacado que "lo que pide la ciudadanía española" es que el rey emérito "rinda cuentas" sobre lo que hizo mientras fue monarca de España.
"La ciudadanía española exige unos niveles de transparencia y gestión pública. Las instituciones no pueden dejar ningún resquicio a la duda, y por tanto, como defendemos y ensanchamos la democracia, sería muy positivo que el rey emérito rindiera cuentas", ha concluido Yolanda Díaz.
En Riga
Durante su estancia en el país báltico, de apenas unas horas, el presidente va a mantener una reunión con su homólogo letón, Arturs Krisjanis Karins, en la sede del Gobierno. Después, se desplazará a la base militar de Adazi, donde están destacados 350 soldados de infantería españoles, a los que se están incorporando otros 150, en respuesta a los planes de la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania.
En la base, se va a reunir a solas con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que también visita en estos días a sus tropas, ya que Canadá es el aliado que ostenta el mando de la misión en estos momentos, con España como segundo país en aporte de tropas.
Posteriormente, ya después de comer, Sánchez se verá con Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. Finalmente, los cuatro mandatarios comparecerán conjuntamente ante la prensa.
Sobre el PP
Además de la situación de Juan Carlos I y de la guerra de Ucrania, Pedro Sánchez ha analizado el momento que atraviesa el Partido Popular. El presidente del Gobierno ya da por amortizado a Pablo Casado y empieza a dirigirse a Alberto Núñez Feijóo como su nuevo rival.
"Se ha acabado el tiempo de la ambigüedad", ha retado Sánchez a Feijóo. "Debe aclarar si su Partido Popular pactará con la ultraderecha en Castilla y León y si perseguirá la corrupción que les ha provocado esta crisis".
Según fuentes gubernamentales, el futuro nuevo líder del PP ha puesto en guardia a Moncloa, y se le considera un hueso duro de roer. Quizá por eso Sánchez ha querido marcar territorio antes incluso de que se haya cerrado el plazo de presentación de candidaturas para el congreso extraordinario de los conservadores, que se celebrará en Sevilla a primeros de abril.
"Es formalismo, lo haré cuando toque", ha aclarado a un grupo de periodistas sobre si ha conversado ya con Feijóo. "De momento, sobre Ucrania hablo con Casado".
Posibles acuerdos
Hace seis días, Sánchez comparecía en el Congreso para dar cuenta de la posición española sobre la guerra en Ucrania y los acuerdos entre los socios de la UE y los aliados de la OTAN contra la invasión de Putin. Fue Cuca Gamarra la que lideró la acción parlamentaria del PP, y en sus discursos y réplicas sorprendió la insistencia de la dirigente popular en "tender la mano" de su partido "ahora que sus socios le van a traicionar".
Moncloa acoge con gusto ese nuevo talante. "Feijóo ya ha dicho que no viene a insultar... hombre, al menos eso se agradece", ha bromeado Sánchez con la prensa. Eso sí, luego ha pasado a la acción y le ha puesto más deberes al aún-no líder de la oposición.
"Si su PP quiere llegar a acuerdos, por nosotros eso es perfecto. De hecho, es lo que pedimos desde hace años". Y en una especie de bofetón de despedida a Casado y pellizco de llegada a Feijóo, ha añadido: "Por ejemplo, el mandato constitucional de renovar el CGPJ. Es imperativo hacerlo cuanto antes".
Esa prueba de talante es la que exige ver con pruebas por delante el presidente. Por ejemplo, ante la constitución del Parlamento de Castilla y León. "A Feijóo no le toca eso en su mandato, pero sí la posible investidura del candidato del PP... porque el 10 de marzo se puede dar el primer paso para que, por primera vez en España, haya un gobierno regional con la ultraderecha".
En opinión de Sánchez, esto sería "algo inédito y gravísimo en el sistema político europeo". Por esa razón, y a sólo un par de horas de aterrizar en la capital de Letonia para ver a las tropas españolas, el presidente ha pedido a los populares que "recapaciten" y "reconsideren la oferta del PSOE decidiéndose a hacer un cordón democrático a la ultraderecha", como se hace en la mayoría de países de la UE.
Contra la corrupción
Finalmente, después de volver a ofrecer la alternativa socialista sólo si el PP "rompe en toda España con Vox", Sánchez ha terminado de atacar a Feijóo por el flanco de su legitimidad de origen como líder del partido. "El PP debe centrarse en cumplir la Constitución, ser un partido de Estado y, para eso, es necesario que extirpe un mal que lo ha perseguido tantos años, la corrupción".
Según el líder socialista, "la regeneración democrática" es imposible sin la "lucha contra la corrupción". Y los casos de presunto espionaje y de supuestas comisiones al hermano de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, en la Comunidad de Madrid "son los que han desatado toda esta crisis".