La Casa del Cura se convertirá este sábado en el epicentro del movimiento anti OTAN que, desde que estalló la guerra en Ucrania, azuza la extrema izquierda en España. El edificio, cedido a decenas de colectivos vecinales de Malasaña en 2019 por Manuela Carmena, acoge un acto para pedir que se salga de la alianza atlántica.
La cruenta invasión del territorio ucraniano por parte de Vladímir Putin es el pretexto escogido por estos grupos -entre los que está el PCE de Madrid- para denunciar que "ser miembro de la OTAN supone la renuncia al establecimiento de relaciones internacionales pacíficas, recíprocas y basadas en el respeto mutuo".
El antiamericanismo de esta "asamblea" (sic) se evidencia en que, en vez de cargar contra el Kremlin, utilizan la guerra para organizar un acto en el que se pone de manifiesto que "el tratado [en referencia a la OTAN] vincula a los países en campañas de amenaza y agresión determinadas por Estados Unidos".
El presidente del Partido Popular en el Distrito Centro y diputado regional, Carlos Segura, ha denunciado en redes sociales el uso que la izquierda hace de un edificio que es público, y que lleva tiempo siendo objeto de un litigio para desokupar a sus habitantes.
"¡Qué vergüenza! La izquierda aferrada al comunismo y ajena al dolor de los ucranianos utiliza locales públicos para sembrar el odio. Devuelvan la Casa del Cura a los vecinos. Sería mejor que os reunierais para ayudar a los ucranianos de la diáspora", ha denunciado Segura en su cuenta personal de Twitter.
En declaraciones a EL ESPAÑOL, Segura lamenta el uso partidista que hacen de la Casa del Cura grupos "próximos a Más Madrid". Igualmente, el dirigente popular pide a estos grupos "altura de miras", y recuerda que ya en 1986 la sociedad española, bajo la presidencia de Felipe González, "dijo sí a la adhesión a la OTAN".
"Ucrania está en el seno de Europa y no podemos fallarles", abunda el representante del PP, que zanja la conversación pidiendo a estos colectivos que tomen nota de la campaña solidaria de recogida de alimentos, ropa y medicamentos que está haciendo el PP desde todas sus sedes sociales de Madrid: "Es el momento de ayudar y no de la propaganda política".
La Casa del Cura
La ex alcaldesa de Madrid Manuela Carmena cedió en 2019 el edificio público a varias asociaciones y plataformas vecinales afines a su causa ideológica. Desde entonces, la polémica ha estado servida en la Plaza del Dos de Mayo, que ha albergado desde fiestas con asesores de Más Madrid hasta esta última iniciativa: una asamblea para pedir que, en el momento en que Europa necesita más unidad, España salga de la OTAN.
Por este motivo, Carlos Segura critica el uso espurio que hacen estos colectivos de extrema izquierda del edificio público cuando vecinos del barrio de Universidad siguen sin un centro de servicios sociales, tal y como desea el Ayuntamiento de la capital.
Según Segura, "el deseo de la Junta del Centro es que la Casa del Cura cubra las necesidades de todos los vecinos, y que esta no esté en manos de unos pocos privilegiados para que monten sus guateques".
El consistorio que rige José Luis Martínez Almeida llevaba algo más de un año intentando acabar con la cesión del edificio de la Plaza del Dos de Mayo, pero el acuerdo alcanzado con los ex ediles de Manuela Carmena aglutinados en Recupera Madrid para la aprobación de los Presupuestos municipales incluía respetar a los okupas.
El texto filtrado del acuerdo indica que el Ayuntamiento de Madrid se compromete a "poner a disposición de las asociaciones vecinales" una serie de edificios municipales, entre los cuales se menciona de una manera explícita a este último. Se añade, incluso, que también se respetaría "si se fallase a favor del Ayuntamiento el pleito pendiente".