La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha bajado de la tribuna del Congreso, ha recogido sus cosas del escaño y ha salido del hemiciclo sin ocultar su enfado. Acababa de debatir con el diputado del PP Pablo Hispán, que la interpelaba sobre la situación económica y las medidas a adoptar para hacer frente a las consecuencias de la guerra.
Ha sido un debate duro, pero sin las descalificaciones que son habituales en el Pleno del Congreso. Hispán ha reiterado los argumentos del PP sobre la falta de reacción del Gobierno y la inacción desde hace meses ante el aumento de la inflación. Y la vicepresidenta también ha reiterado que el Gobierno trabaja intensamente para trabajar en esas medidas, con referencia a la cumbre europea que empieza mañana y las decisiones que se tomarán en Bruselas.
Pero Calviño ha salido al pasillo del Congreso con enfado visible. Ha coincidido con varios diputados del PP entre los que estaban Guillermo Mariscal, Carlos Aragonés, Gabriel Elorriaga y el propio Pablo Hispán. "Tengo la peor opinión de vosotros en este momento", le ha dicho la vicepresidenta a Mariscal en un tono que pudo ser escuchado a varios metros de la escena.
A continuación, se ha girado y se ha metido en la llamada "zona de Gobierno", dejando a los diputados del PP sorprendidos.
El precedente
El pasado mes de diciembre ya se produjo un incidente similar cuando Calviño abroncó a Pablo Casado, entonces líder del PP, en un acto con el Rey. "Estoy asqueada por lo que has dicho", le espetó, en referencia también a una intervención en el Pleno del Congreso.
Se da la circunstancia de que Calviño y Mariscal estuvieron hace una semana cara a cara en una sala del Congreso en la reunión que buscaba un acuerdo sobre medidas para hacer frente a la situación económica. En esa reunión, el PP entregó un documento con sus propuestas, sin que haya obtenido aún respuesta.
La vicepresidenta ha debatido este miércoles y el martes en el Congreso y el Senado sobre esas medidas y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha hecho con Cuca Gamarra, portavoz popular, con la idea de que el PP no ha cambiado tras la defenestración de Pablo Casado.