El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, había acudido a la Moncloa con una elaborada propuesta para aliviar la situación de las familias españolas, con rebajas de impuestos, un drástico recorte del gasto burocrático de la Administración y un mecanismo para agilizar la gestión de los fondos europeos.
Entendía que la situación económica, con una inflación que amenaza con mantenerse por encima del 10% al menos hasta el verano, hace urgente un gran acuerdo de Estado entre el PP y el PSOE para que las familias puedan llegar a fin de mes y las empresas mantener su actividad sin destruir empleo.
Sin embargo, relatan fuentes del PP, se encontró con que el principal y casi exclusivo interés del presidente era hablar sobre la renovación del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Pedro Sánchez dedicó la mayor parte de las tres horas del encuentro a abordar esta cuestión, instando al nuevo líder del PP a retomar una negociación que Pablo Casado mantuvo bloqueada durante los últimos meses.
Sin rebaja de impuestos
En cambio, Núñez Feijóo sólo dispuso de los 10 minutos finales de la cita para exponer su propuesta económica. Fuentes del PP indican que el presidente del Gobierno no mostró el más mínimo interés por las medidas propuestas: no se plantea rebajar el IRPF para que los contribuyentes recuperen cerca de 3.800 millones de euros, ni rebajar el IVA de la luz y el gas al 4% (pese a que -recuerdan- en la cumbre de La Palma se comprometió a hacerlo), ni recortar el gasto público superfluo.
"Nos hubiera gustado encontrar un mínimo gesto del presidente para llegar a acuerdos en materia económica, pero se ha cerrado en banda y no ha mostrado ninguna disposición", señalan desde el equipo de Feijóo.
Las mismas fuentes señalan que Pedro Sánchez ni siquiera llegó a pedir al líder del PP que apoye el real decreto de medidas económicas para afrontar las consecuencias de la guerra de Ucrania, pero dejó claro que no está dispuesto a modificar ni una coma ni a incorporar las propuestas de los populares durante su tramitación.
En consecuencia, el PP descarta por completo votar a favor de la convalidación de este decreto en las Cortes (aunque todavía no ha decidido si se abstendrá o votará en contra).
Abandonar la "hipérbole"
Pese a todo, la nueva dirección del PP destaca que el encuentro ha sido de una "absoluta cordialidad" y que Feijóo mantiene la mano tendida para llegar a acuerdos: "Ya dijimos que hemos venido a la política nacional para aportar serenidad y para hacer una política distinta a la que se hacía hasta ahora, no para seguir instalados en la hipérbole".
Más que un encuentro institucional, era una cita a ciegas: fuentes oficiales del PP se habían lamentado el miércoles de que Feijóo acudiera a la reunión sin un orden del día, y sin saber qué cuestiones se iban a abordar.
Se enteró a primera hora de la mañana, antes de poner un pie en la Moncloa, ya que el Gobierno había filtrado a un periódico afín el documento con las 11 cuestiones que quería tratar en la reunión. Algo que los populares consideran una absoluta "descortesía".
Sin acuerdo económico, el único compromiso tangible que alcanzaron Pedro Sánchez y el nuevo líder de la oposición fue "retomar las conversaciones" para negociar la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional. Aunque con importantes matices.
La "senda constitucional"
En la rueda de prensa posterior, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, insistió en que el objetivo del presidente del Gobierno es cerrar dicho acuerdo antes del 12 de junio (cuando vence el mandato de cuatro de los magistrados del Constitucional, dos de los cuales deben ser elegidos a propuesta del CGPJ).
Rodríguez subrayó que la designación de los miembros del CGPJ debe realizarse de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica 2/2001, según la cual 10 vocales son nombrados por el Congreso y 10 por el Senado. En ambos casos, por designación política. "El PP debe volver a la senda de la Constitución" manifestó.
En cambio, fuentes del PP recalcan que Núñez Feijóo no se ha comprometido con ningún plazo concreto, no ha aceptado implícitamente mantener el sistema actual de elección.
En su rueda de prensa, el nuevo presidente del PP dejaba claro que esta cuestión no le parece prioritaria -mucho menos, en el contexto económico actual que reclama medidas urgentes para paliar la situación de las familias- y que es partidario de avanzar en la independencia del Poder Judicial (es decir, que los jueces puedan elegir directamente a sus representantes en el CGPJ, como reclama la Unión Europea).
Sánchez admite su "error"
El único acuerdo alcanzado en tres horas de reunión fue, por tanto, mínimo. La política exterior fue el campo de mayor desacuerdo. Feijóo ofreció al presidente del Gobierno el respaldo del PP para auxiliar a Ucrania frente a la invasión decretada por el régimen de Vladímir Putin.
Pero calificó de "inaceptable" e "inadmisible" que Sánchez haya impuesto "unilateralmente" un giro en la política española respecto al Sáhara Occidental, aceptando las pretensiones del Reino de Marruecos sobre estos territorios.
En su reunión, el líder del PP reprochó además a Sánchez que los españoles se hayan enterado de este giro diplomático por la Casa Real de Marruecos, que decidió difundir la carta enviada por el presidente español.
Las fuentes del PP consultadas indican que, durante la conversación, Pedro Sánchez reconoció este "error" y se comprometió a informar puntualmente al nuevo líder de la oposición sobre la política exterior del Gobierno, tanto respecto a la invasión de Ucrania como al norte de África.
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