El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias sólo contempla "dos posibilidades" en relación con la participación del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en los contratos de emergencia de su ayuntamiento para la adquisición de material sanitario con los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño, investigados por presuntos delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales: "O es tonto o es un estafador", zanjó este lunes en la Cadena SER.
Iglesias no concede a Martínez-Almeida la condición de perjudicado que el regidor se atribuye -como tal se ha personado el consistorio en el caso- y sobre la más 'leve' de sus "hipótesis", que "el alcalde es tonto", recordó que "es un señor que hizo una oposición muy difícil", que es abogado del Estado: "Tomó tanto Katovit que ahí se le terminaron de quemar las neuronas y quedó como un señor no muy listo al que le engañan unos comisionistas, puede ser. Cualquiera puede acabar siendo idiota".
"Y está la otra opción -continuó el exsecretario general de Podemos-, que es que efectivamente sea un estafador. (...) Si lo fuera, lo que tendríamos es que el alcalde de Madrid habría utilizado un contexto de pandemia en el que estaban muriendo muchos ciudadanos para que una serie de amigos suyos cobraran comisiones escandalosas que después utilizaban para comprarse yates y cochazos al tiempo que su partido difundía el bulo de las residencias y aprovechaba para intentar hacer caer el Gobierno".
"El PP es una máquina de delinquir"
Para Iglesias, "esto no es un problema de que sea munición para la oposición" sino "crímenes gravísimos que en la época en la que está tan de moda el populismo punitivo y se habla de la prisión preventiva revisable, deberían poner encima de la mesa endurecer el Código Penal para perseguir la corrupción". Los corruptos, a su juicio, "se tienen que pudrir en la cárcel".
En su exposición, el exvicepresidente no olvidó a su 'verdugo' político, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el caso de las mascarillas de su hermano, también judicializado: "Puede que la señora Ayuso tampoco fuera tonta y fuera muy lista y no es que la engañara su hermano sino que utilizara la pandemia para enriquecer a su familia".
"Miren ustedes -terminó Iglesias, ante la también exvicepresidenta Carmen Calvo y el exministro José Manuel García-Margallo-, ya tenemos casos de corrupción suficientes para llegar a una hipótesis yo creo que plausible y es que el PP es una máquina de delinquir, de utilizar lo público para enriquecer a sus amigos, y esto hay que perseguirlo con el Código Penal, y no es fácil porque la influencia que triene el PP en la derecha judicial es enorme y disfritan de unos niveles de impunidad absolutamente escandalosos".
"Cacería de la izquierda"
Para Calvo, "cualquiera que lo escuche -a Martínez-Almeida- se dará cuenta de que sabe lo que ha ocurrido, que trata de ocultarlo y que le da pánico que se lo lleve por delante". La socialista cree que la defensa del alcalde es "frágil". Y García-Margallo pidió "tranquilizarse" porque "en un estado de derecho hay que dejar que las cosas se investiguen" y "se está hablando de una estafa que parece que existe". Para el dirigente del PP "hay dos comisionistas que han engañado al Ayuntamiento", por lo que "el alcalde o es víctima de la estafa o es colaborador", sin "situación intermedia".
Este lunes, la Fiscalía Anticorrupción pidió al juez del caso que imponga una fianza de 891.227 euros a Luis Medina para asegurar el pago de posibles responsabilidades, mientas que el Ayuntamiento de Madrid solicitó el embargo de sus bienes por una cuantía total de 1,1 millones de euros.
Tanto Medina como Alberto Luceño son investigados por tres contratos firmados en marzo de 2020 para la compra de mascarillas, test rápidos y guantes por valor de 12 millones de euros, y por los que pudieron embolsarse 6 millones de dólares, con los que adquirieron coches de alta gama, una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid) o un yate, según Anticorrupción.
Martínez-Almeida insiste en que el Ayuntamiento de Madrid no ha cometido irregularidad alguna y, "orgulloso de estar en el centro de la diana de las cacerías que organiza la izquierda", subraya que no va a dimitir "por ser víctima de un delito".