José María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha (2004-2011), ha presentado este jueves sus memorias (Historia vivida, historia construida) en el Ateneo de Madrid, aprovechando el marco de la semana del libro y rodeado de amigos de la infancia. Entre ellos, Gregorio Marañón, el periodista Miguel Barroso y la ministra portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, que fue una de sus más estrechas colaboradoras en su vida política, y ahora ha sido la encargada de realizar el epílogo.
El libro del histórico dirigente socialista se urdió en pleno confinamiento, durante la primera ola de la pandemia, como una "terapia ocupacional" en la que plasma sus recuerdos de la infancia en Ciudad Real -"su" Ciudad Real- como estudiante de Los Marianistas y en la Universidad, donde ya hizo sus pinitos en política empujado por dos de sus mentores, Manuel Marín y Miguel Ángel Martínez.
Barreda cuenta cómo, pese a venir de una familia acomodada y conservadora, se inició políticamente -en su adolescencia- en el PCE. Padeció, dice, "la enfermedad infantil del comunismo", acaso porque soñaba con "transformar la sociedad de arriba abajo". No lo logró, pero sí que considera que la "mejoró" cuando se ligó al PSOE. De una manera ya indeleble, pues fue su secretario general en CLM y Ciudad Real.
Su obra desgrana, precisamente, muchas de las decisiones que hubo de tomar desde la primera línea de la política castellana. Y es que antes de ejercer como presidente, como consejero de Educación y Cultura recibió la encomienda de dar el paso para la creación de la Universidad, algo de lo que se siente especialmente orgulloso.
Sobre su etapa en como presidente ha reivindicado, desde el Ateneo, que jamás hubo un caso de corrupción en su Ejecutivo y ante la polarización actual ha reclamado que la misión de la política es (debería ser, mejor dicho), como decían los clásicos, "sustraer al odio su carácter eterno".
Las memorias, además, cuentan con Clementina Díez de Baldeón, la esposa del autor, como coprotagonista oficiosa. "Estamos juntos desde los 17 años, sería otro sin ella", ha reivindicado antes de recordar el mejor consejo que le dio, cuando como adolescente militaba en el Partido Comunista: "¡Tú primero haz la carrera y luego la revolución!". Y así lo hizo.
"Coautor" de La Mancha
El abogado y presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón, ha destacado del protagonista de la jornada que es "un político ilustrado" que ejerció sus funciones "sin perder la cercanía con los ciudadanos" y al que caracteriza su "sencillez y simpatía castellana". "Con su vida ha hecho historia, su contribución ha sido decisiva para que nuestra región sea como es", ha destacado, en referencia a la creación de la Universidad de Castilla La-Mancha.
El periodista Miguel Barroso se ha referido al "coautor de la actual Castilla-La Mancha" como "una buena persona", un "humanista" y un "historiador". Y ha rescatado de entre las páginas del libro su lucha por trasladar la sede de la Universidad a Ciudad Real, su "lucha" por el AVE. Episodios, en definitiva, que ayudaron a "jalonar los cimientos de una comunidad que quedará para el futuro cuando abandona el cargo".
Por su lado, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, se ha referido a Barreda como su "maestro", a quien ha agradecido el protagonismo que siempre concedió a las mujeres -máxime a su mujer, Clementina- a la hora de tomar decisiones.
"Cuando un liderazgo se comparte, cuando se consultan las decisiones, estas son más acertadas", ha destacado Rodríguez, que ha recordado que el protagonista del acto consignó en su día que "hay quien por no encontrar a una mujer extraordinaria, se ha conformado con un hombre mediocre".
Las memorias del expresidente de Castilla-La Mancha contarán también con sendas presentaciones la próxima semana en la región: el 25 de abril en la Biblioteca de Toledo y el 27 en la Facultad de Letras de Ciudad Real. "Conviene que se compre el libro", ha bromeado Barreda parafraseando a Umbral.