El "frente amplio" que preconiza la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no termina de coger forma. Tras el varapalo de Andalucía, donde el retraso de Unidas Podemos en su solicitud para formar parte de Por Andalucía ha supuesto la división entre las formaciones autodenominadas "progresistas", la Comunidad de Madrid podría ser el siguiente escenario de su fracaso.
Los podemitas llevan meses —junto a Izquierda Unida (IU)— insistiendo a la formación que lidera Mónica García en la región para concurrir juntos a las próximas elecciones autonómicas de 2023... En balde, pues desde Más Madrid, que está fuerte en las encuestas y sería la principal fuerza en la oposición a Isabel Díaz Ayuso, descartan tajantemente esta coalición. "Juntos, pero no revueltos" es la máxima de García.
Pero a Unidas Podemos le ha surgido ahora un aliado inesperado en su empeño por conformar un "frente amplio" en la región: el PSOE. Aunque lo ha hecho con argumentos que con toda probabilidad no gustarán a la filial autonómica de Íñigo Errejón. El portavoz socialista en la Asamblea de Vallecas, Juan Lobato, anima a ambas formaciones a unirse porque "son comunistas".
"Todo mi ánimo para que en Madrid sí consigan ese acuerdo", expresó este martes Lobato en la Asamblea regional tras la Junta de Portavoces. Este acuerdo de la izquierda a la izquierda del PSOE sería muy positivo, en palabras del líder socialista, porque demostraría que están "preocupados por los problemas de los ciudadanos y que más allá de intereses particulares se centran en tener una opción fuerte".
Pero en esa suma de fuerzas no entraría el PSOE de ningún modo. Acaso porque este tiene "una posición ideológica muy clara, que representa a mayorías transversales, progresistas, demócratas"... Y hay "otro espacio a la izquierda que representa al comunismo, que es la raíz de la que viene Podemos, Más Madrid, el PC, Izquierda Unida". "Nosotros no somos comunistas, sino socialdemócratas", zanjó Lobato.
Podemos insiste
El debate sobre cómo debe articularse ese frente amplio que defiende Yolanda Díaz está a la orden del día. Sobre todo en Andalucía, donde se celebran elecciones el próximo mes de junio, y en la Comunidad de Madrid, donde desde Unidas Podemos están preocupados por el proceso de desmembramiento que el partido está sufriendo a nivel nacional, y que empezó en los pasados comicios regionales.
La formación morada sufrió un fuerte varapalo en las elecciones autonómicas de Madrid. El por aquel entonces líder del partido y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, se presentó a la Presidencia de la Comunidad de Madrid con el firme objetivo, y convencimiento, de ganar a Isabel Díaz Ayuso.
Los resultados en 2023, según las encuestas, serían para ellos incluso peores. Es por eso que la portavoz morada en la Asamblea, Alejandra Jacinto, reiteró este martes la necesidad de dialogar para concurrir junto a Más Madrid en la próxima llamada a las urnas.
"Madrid no es Andalucía. Tenemos mucho tiempo por delante para tratar de generar las condiciones de posibilidad" de la mano "de la sociedad civil, con los colectivos organizados, con todas las personas que creen de verdad que hay otro Madrid posible", apremió Jacinto a Mónica García en rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces.
Pero la respuesta de esta fue contundente: "No tenemos ninguna intención de reproducir lo sucedido en Andalucía. La única alternativa a Ayuso es Más Madrid".
Si hoy se celebraran las elecciones en la Comunidad de Madrid, según la última encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, Ayuso rozaría la mayoría absoluta (66 escaños) y podría gobernar con el apoyo externo de Vox (14). En la izquierda, Más Madrid (28) consumaría su sorpasso al PSOE (21) y Unidas Podemos quedaría muy mermado (7). Esto explica la postura de unos y otros respecto al "frente amplio".