La ley del sólo sí es sí pende de un hilo por el enfrentamiento entre el PSOE y Unidas Podemos a pocas horas de que la Comisión de Igualdad vote el dictamen de la norma en el Congreso. Los socios de gobierno llegan divididos a la sesión de este miércoles.
Sólo 24 horas después de aprobar el anteproyecto de la ley del aborto, tras muchas negociaciones, ambas formaciones vuelven a tensar la coalición. Y los socios habituales del Gobierno amenazan con rechazar el articulado si sale adelante una enmienda supuestamente pactada entre el PSOE y el Partido Popular "para abolir la prostitución". Al menos, de eso acusan a los socialistas Unidas Podemos y sus aliados parlamentarios.
Fuentes del PP confirman la negociación de "una enmienda transaccional" con los socialistas, si bien niegan que se haya llegado a un acuerdo. "No hay nada decidido todavía", alegan. Es decir, una vez más el Gobierno de Pedro Sánchez llega con una votación en el aire hasta última hora.
Según fuentes parlamentarias de los socios del Ejecutivo consultadas por este periódico, la jugada de los dos grandes partidos buscaría pactar una enmienda contraria a las posiciones de Unidas Podemos, ERC y Bildu, para obligarles a rechazar después la ley en su conjunto... que también votaría en contra el PP.
Y todo, porque ni socialistas ni populares querrían ver ese texto de Irene Montero aprobado. Siempre según la versión de las fuentes citadas.
Los representantes morados consideran fundamental garantizar que España cuenta con una ley para "luchar contra las violencias sexuales y poner el consentimiento en el centro", de modo que anoche propusieron a los del PSOE retirar los artículos de tercería locativa y proxenetismo de la norma y trasladarlos a la Ley de Trata o a una ley específica.
Con ese movimiento, los diputados del socio minoritario del Gobierno, liderado por Yolanda Díaz, buscan dos efectos. El primero y fundamental, salvar una de las leyes bandera del Ministerio de Igualdad de Irene Montero. El segundo, evitar la ruptura de la llamada "mayoría de investidura", que conforman los 34 diputados de Unidas Podemos, junto a los 13 de Esquerra Republicana y los cinco de EH-Bildu.
"Como un grupo propio"
Fuentes internas de la formación morada destacan cómo últimamente se están viendo forzadas a "actuar casi como un grupo parlamentario propio" de la mano de los independentistas catalanes y vascos "para forzar al PSOE".
Además, recuerdan que la confianza de los representantes de la izquierda separatista está "muy deteriorada" después del estallido del llamado caso Pegasus.
Según estas fuentes, el PSOE no se estaría dando cuenta de que "para que la legislatura dure, dé tiempo a cumplir la agenda y termine en fecha", Sánchez debería tener "un gesto" y atraerse de nuevo a Esquerra, que es el partido con mayor peso entre los aliados habituales del Congreso, "el que da la estabilidad".
Al mediodía de este martes, la ministra Montero se deshacía en elogios, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, con el presidente Sánchez, "cuyo compromiso y confianza son claves para que éste sea un Gobierno feminista y valiente". Lo hacía en su turno de palabra para presentar el anteproyecto de ley del aborto, en el que no citó una sola vez a su líder, Yolanda Díaz.
En un tono mucho más liviano que en otras ocasiones, la ministra de Igualdad no dejó traslucir sus discrepancias con los ministros socialistas que habían forzado cambios en el texto. Sólo admitió que "los borradores contenían más medidas, pero las leyes hay que negociarlas en el seno del Gobierno".
Tanto la persecución legal de las agencias de gestación subrogada -por indicación de Justicia- como la rebaja del IVA para los productos de higiene femenina -por imposición de Hacienda- se habían caído del articulado. Pero Montero templaba gaitas con el PSOE, a la espera de la votación clave de este miércoles en la comisión del Congreso.
La secretaria de Estado
Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad, intervenía en la noche del martes en Radio Nacional, y explicaba que el Ministerio había trasladado a los grupos parlamentarios del Congreso, ya en la tarde noche, una propuesta para garantizar que la ley del sólo sí es sí pueda salir adelante "con un acuerdo amplio, en coherencia con el Pacto de Estado contra la Violencia de género".
Los morados retirarían todos los artículos referidos a la prostitución y el proxenetismo y los negociarían de nuevo con el PSOE, de arriba abajo, durante la tramitación de la Ley contra la Trata "o en una ley específica". Pero a cambio exigen a los socialistas que retiren esa enmienda supuestamente acordada con el Partido Popular.
Desde Unidas Podemos se lamenta que la ministra de Igualdad se deshiciera en elogios al presidente Sánchez, al expresidente Rodríguez Zapatero y a la exministra Bibiana Aído -todos socialistas- en la rueda de prensa, mientras el PSOE decidía pactar con el PP una enmienda que "pone en riesgo la ley de libertad sexual".
Es más, añaden que el mismo equipo de Montero había advertido que si se producía una maniobra para pactar con los populares, todoo saltaría por los aires. Y lo hizo saber tanto al Gobierno como al grupo parlamentario del PSOE.