El tiempo que ha permanecido el Emérito en España, desde el pasado jueves hasta este lunes por la tarde, ha logrado hartar al Gobierno. Fuentes cercanas al presidente, Pedro Sánchez, califican de "desastre" la gestión de la visita. Y temen que toda la calma ganada para Felipe VI y la institución monárquica desde el 3 de agosto de 2020 se haya perdido en estos apenas cuatro días.
Desde hace un par de años, lo normal es que ningún ministro quiera hablar públicamente de Juan Carlos I. Como mucho, el presidente o la portavoz se han referido al asunto... el resto de miembros del Consejo -incluso los de Unidas Podemos, casi siempre- se encogen de hombros y, sólo en off, se atienen al guion de Moncloa.
Sin embargo, a la vista de la atención mediática suscitada, las reacciones desde uno y otro extremo del espectro ideológico y el poco esmero de la comitiva del Emérito en guardar la discreción, las citadas fuentes afirman que "lo está poniendo muy difícil" al Gobierno.
La desazón en Moncloa es tal que en el entorno de Sánchez se advierte de que "no debería extrañar que haya algún toque desde el Gobierno". Quizá por eso al titular del Interior no le costó nada responder este lunes a la prensa.
Fernando Grande-Marlaska dejó claro que considera "ineludible" que el ex Jefe del Estado dé "en breve, explicaciones por unos hechos muy graves" en su regreso a España. Un paso más, pequeño pero significativo, advirtiendo a Juan Carlos I para no perder "una oportunidad de oro" antes de ir a ver a su hijo a Zarzuela.
En declaraciones a los medios de comunicación en Cuenca tras la entrega de diplomas a los nuevos funcionarios de instituciones penitenciarias, Marlaska lamentaba que el Emérito haya aprovechado su primer viaje a España para "salir al mar y a una barbacoa". Y le inquirió -antes de su partida- a no perder una ocasión "importante" para dar explicaciones sobre sus acciones. Y añadió, elocuente, que esperaba que las diera "en breve".
Sobreexpuesto "adrede"
En Moncloa entienden que Juan Carlos tiene la intención de "concatenar estas visitas a menudo". De hecho, desde el entorno del Emérito, ya se filtró durante el fin de semana, que regresará a Sanxenxo en pocas semanas. A principios de junio, el padre del Rey quiere estar presente en otra competición de regatas en la ciudad turística pontevedresa.
Y a eso se achaca la sobreexposición del Emérito estos días. "Ha habido demasiado espectáculo, nada parecido a la 'discreción' a la que se había comprometido con su propio hijo, Felipe VI", explican las fuentes. La interpretación desde Moncloa es que el revuelo ha sido "adrede", para que en las próximas oportunidades la cosa sea más "tranquila".
Otras fuentes del Consejo de Ministros lamentan los acercamientos forzados de Juan Carlos a la prensa, reiterados pero sin someterse más que a preguntas rápidas y circunstanciales.
Este domingo, el Emérito se dejó abordar en dos ocasiones por los reporteros: "Pregunta. Pregunta tú", respondió en tono áspero, en el primer caso, a un informador que le inquiría acerca del encuentro con los miembros de la Casa Real. "Yo estoy aquí, en Sanxenxo", cerró.
Por la tarde, más feliz tras recibir un trofeo por el triunfo de su barco en la regata, contestó que tenía "muchas" ganas de ver este lunes a su familia y que esperaba "muchos abrazos"...
Aunque el lunes, antes de abandonar Galicia se rio con cierta mofa cuando una reportera le preguntó a propósito si iba a dar explicaciones a su hijo: "¿Explicaciones de qué?"... y el coche que lo llevaba al aeropuerto arrancó. De Peinador a Barajas, subido al jet Gulfstream G450.
Zarzuela "nada cómoda"
"Ésa es otra", responde un colaborador cercano a Sánchez, refiriéndose a la reacción de Zarzuela. "Toda esa comitiva, lo del avión privado", cuyo alquiler podría rondar los 100.000 euros, "la visita al nieto en el partido de balonmano... en la Casa Real nos consta que no están nada cómodos".
Y es que en sólo cuatro días de presencia de Juan Carlos I en España se ha revivido el ambiente de los meses previos a su salida forzada al exilio de Emiratos. Los socios parlamentarios de Sánchez han recuperado iniciativas parlamentarias para "despenalizar las injurias a la Corona". Y los de la coalición han criticado no sólo la "desvergüenza" del Emérito, sino que "su hijo tampoco dé explicaciones".
No hay que olvidar que hace menos de un mes que el Ejecutivo aprobó un Real Decreto para modernizar y "hacer más transparente" la gestión de las cuentas de la Casa Real. Un texto negociado a tres bandas con Zarzuela y la dirección del Partido Popular. El texto se aprobaba en Consejo de Ministros apenas 48 horas después de que Felipe VI hiciese públicos los detalles del presupuesto anual, además de sus ahorros y gastos personales.
Y es que a Felipe VI "el PSOE lo defenderá" en todo caso, a la vista del cortafuegos que él mismo ha instalado con el Emérito, al que le retiró la asignación y la representación institucional hace ya años. El comportamiento de Juan Carlos I "ha sido reprobable", según estas fuentes del Gobierno. Y todo esto "sigue poniendo en cuestión a su hijo", además de estar alejando a las nuevas generaciones de la Monarquía, según las fuentes citadas.
Pero es que además los esfuerzos del lado socialista del Ejecutivo por asentar la institución, desde la misma llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, se han visto socavados. "Ha salido todo mal, muy mal", concluyen las fuentes del entorno del presidente. "Nos lo pone muy difícil".
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos