El PSOE justifica que se regule el porno para "proteger a los menores" y "prevenir las manadas"

Este periódico informó el pasado miércoles de que la redacción de esa iniciativa prohibía no sólo el proxenetismo, sino cualquier forma de explotación económica a partir de "actos de naturaleza sexual" remunerados. Es decir, las revistas de contenido sexual o los contenidos de este tipo para internet.

Al habla con la dirección del PSOE, un portavoz oficial de la formación liderada por Pedro Sánchez reconocía la "cuestión técnica". Pero aclaraba que el espíritu de la norma se centraba en "la práctica" sexual, no tanto en la producción de contenidos para ser consumidos en soporte audiovisual o físico.

Ahora, las mismas fuentes reconocen el objetivo de regular el porno. "El abordaje de la pornografía pasa por la protección de los menores, la prevención y la educación sexual", explican. Y largan a más adelante este trabajo, ya que la polémica abierta a partir de la información de EL ESPAÑOL ha enfangado "este debate".

Contra Unidas Podemos

Es más, los socialistas no rehúyen la bronca y arremeten contra su socio minoritario en el Ejecutivo, al que acusan de "querer intoxicar esta causa con cuestiones que no son relativas a perseguir el proxenetismo". Y es que desde el ala gubernamental de Unidas Podemos sí se señaló que la redacción del artículo 187 ter) que entraría en el Código Penal es "prohibicionista en todo".

El artículo en cuestión dice: "El hecho de convenir la práctica de actos de naturaleza sexual a cambio de dinero u otro tipo de prestación de contenido económico, será castigado con multa de doce a veinticuatro meses".

Además, la actual secretaria de Igualdad del PSOE, la diputada Andrea Fernández, se declara "abolicionista respecto al porno", tal como explicó en una entrevista con EL ESPAÑOL. "Es difícil en una ley nacional, pero tiene que estar regulado en cuanto al consumo, especialmente para menores de edad", añadía.

Para Fernández, que sustituyó a Carmen Calvo como guardiana de las esencias feministas del PSOE en el pasado congreso de Valencia -cuando en octubre, el presidente Sánchez proclamó orgulloso que el PSOE se comprometía a "abolir la prostitución"-, éste es un ámbito sobre el que apenas se ha trabajado y es lo que "está educando manadas". Es sintomático, concluía, que "el porno que se consume esté basado mayoritariamente en la violencia y en las agresiones hacia las mujeres".

Esta posición tan taxativa y clara fue lo que impidió a la dirección del PSOE contestar con claridad la semana pasada cuando fue consultada por EL ESPAÑOL.

La realidad es que los socialistas quieren abolir la prostitución y regular la pornografía. Y aunque la redacción de su proposición de ley haya resultado "confusa", admiten, no quieren mezclar los objetivos. De momento, se trata de acabar con el proxenetismo, con cualquier tipo de explotación sexual y con aquéllos que simplemente se benefician económicamente ofreciendo un entorno donde se dan estas prácticas, la llamada "tercería locativa".

Más adelante sí se abordará algún tipo de restricción al acceso a determinados contenidos pornográficos con la filosofía ya citada de "prevención, educación sexual y protección a los menores".

Jugadas políticas

En el PSOE es opinión extendida que las nuevas tecnologías están dando un acceso muy temprano a todo tipo de contendidos en dispositivos personales, difíciles de controlar por los tutores legales de los menores. Y que éstos consumen pornografía "de todo tipo, incluida la violenta y cosificadora de la mujer" antes de haber recibido ningún tipo de formación o conocimientos afectivo-sexuales.

En ese punto, el PSOE y el Ministerio de Igualdad de Irene Montero coinciden plenamente. Es decir, en el enfoque del asunto por la vía de la educación y la prevención. Donde los morados tienen más dudas es en cómo abordar la restricción del acceso a los contenidos y cómo no penalizar a las mujeres de esta industria.

Es decir, de nuevo, la controversia con la que tanto Unidas Podemos como el resto de socios de izquierdas del PSOE son señalados por los de Sánchez. "No tienen resuelto el debate en el interior de sus partidos, y por eso son regulacionistas de la prostitución, en lugar de atacar directamente y por la base sus causas, que son la trata, la explotación y el consumo", es decir, los puteros.

La tramitación de la actual reforma sigue su curso. El PSOE no se cierra a modificaciones para pulir jurídicamente la redacción de la misma y, así, alcanzar "el máximo apoyo posible a esta norma".

De hecho, los socialistas ya acordaron con el Partido popular una enmienda similar que se iba a introducir en la ley sólo sí es sí, y que fue retirada a última hora para evitar que ERC, Bildu y hasta Unidas Podemos -impulsora de la norma- retiraran sus votos.

Así que desde la dirección del grupo del PSOE en el Congreso se espera que los populares "no se retracten ahora". Fuentes del partido de Alberto Núñez Feijóo prefieren no pronunciarse, consultadas por EL ESPAÑOL, a la espera de la evolución del texto en el Congreso.

¿Y qué pasará con Unidas Podemos, ERC y Bildu? Según el PSOE, "sumarse a esta iniciativa y trabajar en su mejora durante la tramitación parlamentaria no debe ser un problema". Es decir, que los socialistas no cejarán en su jugada política para lograr dos cosas: la primera, cumplir el compromiso adquirido en su congreso de aprobar una norma "abolicionista". Y la segunda, forzar a Irene Montero y las demás "a retratarse".

Y es que para el PSOE, la actitud de la ministra y de su partido "es lamentable" al tratar de "intoxicar los debates". Los socialistas tramitarán esta reforma por la vía de urgencia para que dé tiempo a impulsar la regulación del porno y, de paso, para que "los grupos políticos que voten en contra" de abolir la prostitución "deberán explicar su posición a la ciudadanía".