Yolanda Díaz declara la guerra a Ione Belarra al desconectar a Podemos de su campaña en Andalucía

Nada indica, por tanto, que hayan terminado el caos y las rencillas en Por Andalucía (donde se integran Más País Andalucía y Podemos Andalucía) ni en las líderes que manejan la candidatura desde Madrid. Y es que hay más.

No sólo Podemos ha sido excluido de este acto en una provincia en la que el número dos de la lista es de ese partido. Yolanda Díaz, a través de su jefe de gabinete, Josep Vendrell, también ha recibido las quejas por los mítines del próximo fin de semana, hechos a medida de los deseos de Íñigo Errejón.

El sábado, Por Andalucía se presenta en Córdoba, en un mitin en el Teatro La Axerquía. A este acto sí que se ha invitado a la ministra Belarra y a Juan Antonio Delgado, el defenestrado candidato morado.

Pero al optar Errejón por no coincidir con los líderes nacionales de Podemos, Más País ha enviado a Esperanza Gómez, cabeza de lista por Sevilla, y se queda fuera José Manuel Gómez, de Podemos. Es decir, el cabeza de lista de la coalición en Córdoba no participará en el mitin principal de campaña en su capital.

Además, el mitin se celebra a las 20.00 horas, "es decir, con nulo recorrido mediático" en fin de semana, lamentan en el seno de Podemos. Incluso con problemas de horario para el AVE de vuelta de los residentes en Madrid. Sobre todo, de la ministra Belarra, embarazada de casi cuatro meses.

El caso es que a la mañana siguiente, domingo, en el Palacio de Congresos de Málaga -en la otra dirección del AVE- sí que habrá acto electoral con Errejón y Díaz como estrellas principales... y nadie de Podemos.

EL ESPAÑOL ha podido confirmar que la dirección de los morados ha pedido llenar el cartel con alguno de sus dirigentes nacionales, pero ha recibido un "no" por respuesta. En representación de los morados estará José Piña, concejal de Torremolinos.

Antecedentes

Este periódico ya informó de cómo se terminó de cerrar el acuerdo para que la cabeza de lista de Por Andalucía fuese finalmente Inma Nieto, de Izquierda Unida, la elegida por Alberto Garzón de acuerdo con Íñigo Errejón.

El objetivo de los dos antiguos enemigos -se enfrentaron por el pacto de los botellines con el que Pablo Iglesias y el líder de IU cerraron la coalición para las elecciones de junio de 2016- era relegar a Juan Antonio Delgado. El diputado y guardia civil había sido elegido en las primarias de Podemos para ese puesto. Pero hubo una llamada a última hora desde el gabinete de la vicepresidenta, a las 23:29 horas del último día de plazo para presentar coaliciones, imponiendo al partido morado que tenía que "ceder".

También fue este diario el que explicó el pasado domingo la "inexistente" coordinación entre la vicepresidenta segunda del Gobierno y la secretaria general de Podemos, así como que su relación "aún está por construirse".

Desde que Yolanda Díaz sucedió a Pablo Iglesias en el liderazgo de Unidas Podemos en el Ejecutivo, sólo ha reunido una vez a la mesa de coordinación ministerial. La otra heredera, Ione Belarra, que se hizo cargo del partido, mantiene la disciplina. Públicamente, asegura que "la apuesta es Yolanda y, sin ella, no hay opciones". Pero en privado muestra el desacuerdo con sus tiempos, sus formas y muchas de sus acciones políticas.

La amalgama de seis partidos que se ha unido bajo el liderazgo de Yolanda Díaz para presentarse a las elecciones del 19-J bajo el nombre de Por Andalucía es el primer experimento de su "frente amplio"... mientras relega a Podemos.

Y como ensayo general, las cosas no parecen estar saliendo al gusto de la formación que alimenta económica y logísticamente la campaña: según fuentes de Podemos, ellos ponen el 50% de la financiación de la campaña conjunta de los seis partidos.

La sensación en Podemos es de ninguneo, traición y de que Díaz se estaría aprovechando de la orden de disciplina que aún mantiene Belarra. No les comunican actos de campaña, que se cierran a sus espaldas, Errejón maniobra para encabezar carteles, y la organización de los actos (que maneja IU) no atiende peticiones logísticas que solicitan los líderes morados.