El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que dirige José Félix Tezanos ha publicado su última encuesta para las elecciones andaluzas del próximo domingo. Y las cosas habrían cambiado poco desde la anterior, previa a la campaña: el Partido Popular de Juanma Moreno Bonilla ganaría cómodamente con 10 puntos de diferencia sobre el PSOE.
Así lo admite el preboste socialista en su barómetro publicado este lunes, el último antes de la llamada a las urnas, donde vaticina una victoria del PP con el 35,2-38,4% de los votos. En esta ocasión no ofrece estimación de escaños, pero parece claro que el PP estaría muy cerca —si no ha llegado ya—de la mayoría absoluta.
En su anterior sondeo, el 35,6% de los apoyos que aglutinaba Moreno Bonilla se traducían en 47-49 escaños, a tan sólo seis de la tan ansiada meta que permitiría gobernar en solitario. Hoy mejoraría ese porcentaje, por lo que podría haber gobierno monocolor en la Junta de Andalucía tras la experiencia de coalición con Ciudadanos.
Poco quedaría ya del partido que lidera el ex vicepresidente Juan Marín, que hoy se haría con el 3,3 y el 4,5% de los votos. Un porcentaje que podría dejar a los liberales fuera de la Junta, tal y como sucedió en la Asamblea de Madrid, y como estuvo a punto de suceder en las Cortes de Castilla y León, donde obtuvieron un procurador.
Pero el que peor parado sale de este sondeo es, sin duda, el PSOE de Juan Espadas. El exalcalde de Sevilla, con el 23,8-26,6% de las papeletas, empeoraría el resultado cosechado por Susana Díaz hace cuatro años (27,95%) y confirmaría una debacle socialista que ya sólo él niega. "En ningún caso voy a tener peor resultado que en 2018", sostuvo en la entrevista publicada ayer en EL ESPAÑOL.
En Moncloa dan por hecho el batacazo. Tanto es así que, tal y como informó este medio, ya se encuentran preparados incluso para una futurible crisis de Gobierno. Acaso porque estas elecciones tienen una marcada lectura nacional.
Andalucía, feudo histórico del socialismo, hoy sería políticamente de derechas. Un posible indicio de cambio de ciclo, o de superación del sanchismo. Y es que no sólo el PP obtiene un buen resultado, sino que Vox se convertiría en tercera fuerza con un porcentaje que oscila entre el 13,6 y el 15,8%.
Macarena Olona, tras haber esquivado —con el respaldo de la Junta Electoral de Granada— el intento de la izquierda por tumbar su candidatura, tendría una importante presencia en el Parlamento, pero la contundente victoria de Moreno Bonilla complicaría su Vicepresidencia en la Junta, que es su pretensión. El equilibrio de fuerzas en la derecha se parecería más al de Madrid que al de Castilla y León.
Poco habría ayudado a la coalición de extrema izquierda, Por Andalucía, la entrada de la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, en campaña. La candidata Inma Nieto, con el apoyo del 9,4%-11,4% del electorado, no sumaría a toda la izquierda a la izquierda del PSOE, que es la intención del "frente amplio" que preconiza la ministra gallega.
Acaso porque Adelante Andalucía, la plataforma de Teresa Rodríguez, aguantaría con el 4,5-5,9% de los votos. Muy lejos, en todo caso, del 16,2% cosechado en 2018.
El escenario dibujado es, en definitiva, muy parecido al alumbrado por Tezanos en su barómetro preelectoral del pasado 2 de junio: una victoria contundente del PP, un resultado pobre del PSOE y una única duda en el aire: si Moreno Bonilla necesitará de Vox para gobernar o podrá hacerlo a lo Ayuso, llegando a pactos puntuales con Olona.
A seis días de que se abran las urnas, y habiéndose ya conocido el resultado definitivo del CIS de Tezanos, EL ESPAÑOL publicará esta tarde (20.30 horas) el último sondeo de SocioMétrica. Tras este, se celebrará la última entrega de los debates electorales (21.30) y se intensificará la campaña antes de que los andaluces dicten sentencia.