Isabel Díaz Ayuso no tendrá en frente a Rocío Monasterio como candidata de Vox en las elecciones autonómicas de 2023. La portavoz en la Asamblea de Madrid disputará la alcaldía a José Luis Martínez Almeida, en detrimento de Javier Ortega Smith, que se presentará por Castilla-La Mancha. Este efecto dominó se debe a que los rostros visibles de la formación concurrirán a aquellos enclaves donde puedan gobernar.
Esta información adelantada en exclusiva por EL ESPAÑOL dejaba una incógnita en el aire: quién sustituirá a Monasterio como cabeza de lista. Pero los de Santiago Abascal no van a complicarse la vida y se plantean presentar a Íñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto en la Cámara regional, y viejo conocido del Partido Popular.
No en vano, militó durante 30 años en las filas populares, llegando a ser mano derecha de Esperanza Aguirre durante su etapa como alcaldesa: fue su portavoz adjunto y su gran apoyo en el final de su carrera política. Su número dos, en definitiva. Sonó como alcaldable en 2017, pero Almeida le tomó la delantera y nada volvió a ser lo mismo.
Henríquez de Luna abandonó en 2019 el partido al que se afilió en 1983, después de quedar excluido de la candidatura para las municipales de mayo por no ajustarse al "perfil de renovación" que buscaba Pablo Casado. Seis días después de darse de baja recaló en las filas de Vox, siendo incluido como número 5 en la candidatura de Monasterio a las elecciones autonómicas. Repitió en 2021 como número 2.
Lo que subyace detrás de su posible nombramiento es la convicción de la dirección nacional de Vox de que no tienen posibilidades de plantar cara a Díaz Ayuso. Así lo atestiguan las encuestas. La última confeccionada por SocioMétrica para este medio muestra cómo la baronesa popular arrasaría en los próximos comicios, rozando la mayoría absoluta, y relegando a la formación a su derecha a un papel testimonial.
Madrid ciudad
Caso bien distinto es el de la ciudad de Madrid. La capital. La joya de la corona. Uno de los consistorios más importantes, si no el que más, de España. Y donde Vox podría tener la suficiente fuerza tras las próximas elecciones municipales como para entrar en el futuro Gobierno de Cibeles. Por eso quieren presentar ahí a Rocío Monasterio.
Los de Abascal consideran que Monasterio sigue teniendo capacidad de movilización, y no quieren desperdiciarla en una batalla perdida contra Ayuso. Por otro lado, creen que el votante de derechas está descontento con la gestión de Almeida. Sobre todo, con su decisión de prolongar Madrid Central con una nueva ordenanza de movilidad.
Por eso la campaña de Vox para las municipales de 2023 se basaría en criticar a Carmeida (en un juego de palabras con Almeida y la exalcaldesa Manuela Carmena), así como en subrayar que incumplió su promesa electoral de suprimir la zona de movilidad restringida, que fue obra de la exregidora de izquierdas.
La fuerza menguante de Ciudadanos en la capital también jugaría a favor de Vox. Begoña Villacís, vicealcaldesa, aún resiste en los sondeos, pero en un año puede terminar de hundirse. Máxime, si presenta a un candidato más carismático y más volcado en Madrid: Ortega Smith es también secretario general y diputado en el Congreso, mientras que Monasterio lleva 7 años pateando la región y sus municipios.
Parece claro, pues, que tras el éxito de la operación andaluza de Macarena Olona, Vox apostará por los candidatos cuneros o paracaidistas de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2023, siendo la Comunidad de Madrid el epicentro de todos los grandes cambios.
El propio Henríquez de Luna calificó de "bulo informativo" la exclusiva publicada por EL ESPAÑOL, pero lo cierto es que hasta en Puerta del Sol estaban desde hace semanas al tanto de la maniobra. Quizá eso explique que Ayuso cargase veladamente contra él en el penúltimo pleno en la Cámara regional, cuando criticó a quienes "no se fueron del PP a Vox por principios, sino porque se quedaban fuera de las listas".