Pasadas sólo 48 horas del descalabro en las elecciones de Andalucía, la dirigencia del PSOE se reunió para sonreír por primera vez. Hace falta no temerle a la crítica, dirigiendo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), para admitir ante un micrófono, decenas de cámaras y cientos de testigos que las 265 páginas que siguen a tu firma son "sin duda, un elogio a Pedro Sánchez, un hombre con el que sigo comprometido"... pero eso hizo José Félix Tezanos.
El ministro para todo, Félix Bolaños, que debía presentar al autor, en realidad, habló de su jefe, el presidente del Gobierno. Y en su discurso, le había puesto el adjetivo al evento para la puesta de largo de Pedro Sánchez. Había partido: de las primarias a la Moncloa (Catarata): lo que se montó este martes por la tarde en Madrid fue un acto "valiente".
Porque, es innegable, hay que serlo para, aun presidiendo el CIS, hacer un libro a mayor gloria de quien, desde el Peugeot, te llevó a la Ejecutiva del PSOE; y desde el banco azul, te puso al frente de la máquina pública de los estudios sociológicos y de opinión. Más aún cuando desde tu llegada el instituto público se ha ganado, por el supuesto sesgo de sus sondeos, innumerables críticas y un apellido: "el CIS de Tezanos".
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También hay que tener "audacia" -otro término muy repetido en la sala del Círculo de Bellas Artes (CBA), en Madrid- para proclamar que el descalabro en Andalucía no sólo "no anuncia un cambio de ciclo político" sino que, al contrario, "menos mal que Pedro Sánchez preside España", como dijo Adriana Lastra.
O para ser el que pone el local y, sin embargo, pagar las copas con satisfacción. Así podría interpretarse la última frase de la bienvenida pronunciada por el maestro de ceremonia y presidente del CBA, Juan Miguel Hernández: "¡A las calles y a por ellos!".
Transparencia y objetividad
Es raro que un militante socialista presida el CIS. Es extraño que el hombre que debe recoger los datos e interpretarlos aún escriba y siga dirigiendo la revista Temas para el debate, órgano de pensamiento de las cosas del PSOE. Tampoco casa con la apariencia de limpieza democrática que ese mismo servidor público escriba, edite y publique un ensayo sobre sus días de campaña junto al presidente del Gobierno.
Pero todo quedó explicado en esta especie de terapia en grupo: "Me sigue emocionando saber que formo parte de este partido desde muy joven. Es un orgullo histórico, porque el PSOE se ha adaptado en 144 años, pero siempre con un método inefable: la democracia".
La verdad, si la transparencia es confesarlo todo, Tezanos fue transparente. Si la objetividad es una quimera, el presidente del CIS lo admite y es prueba de ello. Y si el periodismo es contar lo que uno ve, con toda la objetividad posible y la transparencia de reconocer que esto no fue una presentación literaria sino un homenaje a Sánchez -que lo de este miércoles no iba de un libro sino del protagonista-, esta será, pues, una crónica periodística.
El acto estuvo realmente concurrido. En el salón más grande del Círculo se quedaron cortas las sillas, y había unas 300. Las dos primeras filas estaban reservadas para autoridades.
Y allí estaba el ministro de Cultura, Miquel Iceta; la de Sanidad, Carolina Darias; los ya nombrados Bolaños y Lastra; el secretario general de Presidencia, Francisco Martín; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas; el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez...
Todos, necesitados de una buena dosis de sonrisas y palmadas en la espalda. Porque ninguno de ellos, en los corrillos posteriores, negaba que el momento es "duro" y que al Gobierno (y al PSOE) les hace falta "reforzarse". De hecho, el mismo Bolaños lo dijo en alto, ante el micrófono: "Cada día, este Gobierno lucha por la dignidad de las personas, por reforzar el Estado del bienestar, por ampliar derechos... nos queda un año y medio para explicarlo".
Es decir, un ejercicio de transparencia para el buen entendedor: en pocas palabras, más nos vale que se note lo que hacemos, amigos. Después de reforzarnos aquí todos juntos, a trabajar que la cosa no anda bien.
El 'CIS de Tezanos'
Lo cierto es que, el protagonista de la tarde, Tezanos, lo era por partida doble. Primero, por ser el autor "del libro que faltaba", como lo definió el ministro de Presidencia. "Lo que aquí relatas, no está contado, y hacía falta para entender el ejercicio de dignidad y principios que nos ha traído hasta aquí".
Y por otro, por hacía apenas una semana, por primera vez desde que manda Pedro Sánchez, hasta el CIS de Tezanos le había augurado una derrota tremenda al Partido Socialista. Hasta los demoscópicos privados que con él compiten, por una vez, tuvieron que callar, ya que su último sondeo flash ante el 19-J era aún más duro que el que publicaba horas después EL ESPAÑOL.
Aunque, a toro pasado y a la vista de lo que arrojaron las urnas el domingo, se podría decir que, una vez más, el sociólogo de guardia del PSOE había cocinado un pastel dulce. Acertó con el hundimiento del PSOE, el descalabro de Cs y el estancamiento de Vox. Pero le daba entre cinco y ocho puntos menos al PP de los que finalmente fueron... repartiéndolos entre las otras izquierdas.
No importaba, porque dos días después, Tezanos tenía ya editadas otras 265 páginas de azúcar pasar el trago.
El autor desglosó su obra "en tres pilares". El primero, "el liderazgo de Pedro Sánchez", que demostró "su dignidad al dimitir entre lágrimas". El segundo, "la militancia", que le pedía, dijo "vuélvete a presentar" y que se vio "reflejada en él, por mucho que tardaran en convocar las primarias". Y el tercero, "el programa", construido "de abajo arriba, con la aportación de cientos de personas de cada agrupación que recorrimos en el Peugeot" de Sánchez.
Tezanos llegó incluso a defender que el famoso comité federal socialista que acabó siendo su tumba se manejó desde "los poderes establecidos, desde fuera y desde dentro del mismo partido" porque "era un ejercicio de democracia limpio y garantista" lo que organizó Sánchez, tras la cortinilla que tapaba la urna.
Y todo se precipitó porque "parecía que sólo podía darse un resultado, que el PSOE apoyara un Gobierno del PP". Y el hoy presidente del Gobierno se negó.
El libro, confesó el autor, había quedado escrito tras el 39º Congreso del PSOE, pero se quedó en un cajón "para dejarlo descansar y que, pasado el tiempo, no cayera en críticas indebidas a compañeros".
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Salvador del PSOE y de España
De aquel cónclave, habían recordado Bolaños y Lastra una clave: que el Partido Socialista "se jugaba la supervivencia, la hegemonía de la izquierda en España, porque una generación entera no se sentía representada por nosotros".
Ambos, mano derecha y mano izquierda de Sánchez en el Gobierno y el partido, insistieron en que no es exagerado pensar que sin el triunfo del hoy presidente el PSOE podría haber caído en la irrelevancia: "Hay ejemplos, en Grecia o en Francia, de que malas decisiones han llevado a la socialdemocracia a no ser alternativa".
Ambos, Bolaños y Lastra, proclamaron que "regenerar el PSOE era darle una esperanza a este país, un horizonte frente al Gobierno del PP que se dedicaba cada día a protegerse de los casos de corrupción y no a proteger a los más vulnerables".
Según ambos, los presentadores del autor, Sánchez no sólo salvó al PSOE de la irrelevancia, o a la democracia de la corrupción, salvó a España: "Hubo una crisis, sí, pero hubo un Gobierno que salió con injusticia, recortes. Y ahora salimos siempre reforzando el Estado del bienestar".
Bolaños, entusiasta, fue el animador de la tarde logrando arrancar aplausos de autoayuda al proclamar que "aquel Pedro hoy es el presidente del Gobierno, pero sigue siendo la misma persona valiente y audaz, que afronta las decisiones de cara, y que si va a por algo lo consigue".
Puso ejemplos, como sus "decisiones arriesgadas para pacificar Cataluña", aunque no pronunció la palabra indultos. O "la gira por Europa para arrancar 69.000 millones para España tras la pandemia", citando sólo las transferencias y olvidando que hay otros 70.000 que engordarán la deuda. O el último, "al levantarse de un Consejo Europeo para conseguir la excepción ibérica" que, tampoco esta vez lo dijo todo, lleva una semana en vigor y no ha logrado bajar los precios del gas.
"Afortunadamente, con tantas dificultades que hemos encontrado en el camino, hoy es él es el presidente de España, y eso es una gran noticia", culminaba el ministro en tono de mitin: "Cuanto más ruido hagan es que mejor lo estamos haciendo", bramó Bolaños.
"Y sí, compañeros, hay una continuidad histórica entre los presidentes del PSOE", cerró Bolaños. "Felipe conquistó derechos, modernizó el país y consolidó la democracia. Zapatero amplió esos derechos y comprendió que la democracia es diálogo y respeto al diferente. Y Sánchez es el presidente que refuerza el Estado del bienestar y regenera España".
Como decíamos al inicio, los hechos son los que son: la economía no va, el presidente no engancha y el jefe del CIS hace libros elogiando al del Gobierno. Pero, a falta de votos en cada una de las últimas elecciones, el PSOE de hoy sí puede presumir de esto: "Somos un Gobierno decente y honrado. La corrupción ya no es un problema para los españoles". El problema es otro.