España y Estados Unidos se han comprometido este martes a promover "una migración segura, ordenada y regular", a base de "una cooperación permanente en respuesta a los retos de la migración irregular en la región del norte de África".
En su primer encuentro cara a cara, Pedro Sánchez y Joe Biden han acordado establecer "un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios irregulares que garantice un trato justo y humano de los migrantes". Así lo han sellado ambos países en una declaración conjunta. El texto, de 18 puntos, "renueva y profundiza la relación entre los dos países, que no se revisaba desde 2001, según fuentes de Moncloa.
De la cita bilateral salió una declaración conjunta de cuatro folios: desde el refuerzo de las "respuestas multilaterales ante los desafíos transatlánticos globales" a las "miradas al futuro", pasando por el "fortalecimiento de la cooperación en Defensa", y la promoción de la "democracia, los derechos humanos y la igualdad de género".
A las 16.13 horas, Sánchez bajó la escalinata para recibir a Biden directamente en la puerta de su coche. Tras esperar varios segundos a las afueras del edificio de la Moncloa e incluso saludar con la mano abierta al mandatario estadounidense que aún esperaba en La Bestia a que le abrieran el coche, el jefe del Ejecutivo español, por fin, pudo hacerse la tan esperada fotografía.
Tras la conversación que ambos han mantenido, de una hora y cuarto, Biden ha recogido el guante del Gobierno sobre la petición de España para que la OTAN mire hacia el flanco sur de la Alianza Atlántica, tal y como avanzó EL ESPAÑOL. "Juntos, la Alianza", aseguró Biden, "está haciendo frente a las amenazas del Este y a los desafíos que vienen del Sur. La OTAN está centrada en todas las direcciones, por tierra, por mar y por aire".
Melilla y Texas
Este compromiso se alcanza en medio de la polémica por la actuación de la Gendarmería marroquí frente a los migrantes subsaharianos que el pasado viernes asaltaron la valla de Melilla y que ha provocado la muerte de una treintena de personas.
Este punto es especialmente sensible para ambos mandatarios en estas fechas. En las últimas horas, el estado de Texas ha sido escenario de otra tragedia similar. Allí se ha encontrado este martes un camión abandonado con al menos 46 fallecidos en su interior. Inmigrantes transportados por los llamados coyotes a través de la frontera y que murieron asfixiados en una bodega sin aire acondicionado.
Precisamente estas dos situaciones en cada uno de sus respectivos países motivaron que la comparecencia ante la prensa en el Salón Barceló de Moncloa se convocase sin preguntas.
España y Estados Unidos reconocen además en la declaración conjunta la importancia de una cooperación permanente en respuesta a los retos de la inmigración irregular en el norte de África. Además, se comprometen a coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la inmigración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe.
Punto 9 de acuerdo EEUU-España
Promover una migración segura, ordenada y regular
Ambos países tienen la intención de colaborar en un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios irregulares que garantice un trato justo y humano de los migrantes. Ambos países también prevén coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe. España y Estados Unidos reconocen igualmente la importancia de una cooperación permanente en respuesta a los retos de la migración irregular en la región del norte de África.
"Las decisiones que tomemos, querido presidente Biden, reforzarán nuestro vínculo transatlántico. Puedes contar con España como socio", terció Sánchez, dirigiéndose a Biden en inglés, al inicio de la comparecencia. "España es un socio indispensable desde su entrada hace 40 años", respondía el mandatario norteamericano.
"Mayor desafío"
Pasado año y medio desde la toma de posesión de Biden, por fin Sánchez tenía hoy su reunión bilateral con el líder del mundo libre. Era una cita largamente buscada, y es que el ansia de Moncloa quedó muy explícita cuando, hace ahora 13 meses, se anunció un encuentro entre ambos mandatarios en la cumbre de la OTAN de Bruselas... y la cita se quedó en un paseo de poco más de 20 segundos.
En realidad, no fue sólo eso. El paseíllo fue en lo que quedó aquello que el entonces director de Gabinete había creído pactar con la Casa Blanca. Lo cierto es que el presidente español sí tuvo una larga charla con el recién estrenado mandatario estadounidense -a solas y acompañado del canadiense Justin Trudeau-, como mostraron las fotos que publicó entonces EL ESPAÑOL en primicia.
"Nos enfrentamos al mayor desafío desde la Guerra Fría", aseguró Sánchez, ya en la comparecencia de prensa conjunta que ofrecieron ambos mandatarios. Sánchez ha confirmado el interés norteamericano de incrementar la presencia de sus fuerzas en la base naval de Rota (Cádiz), aumentando la presencia de buques de guerra estadounidenses en un 50%... y sobrepasando el máximo previsto en el convenio bilateral. Sánchez aceptaba así la "ampliación de la cooperación mediante el estacionamiento permanente de buques de guerra estadounidenses" en la base gaditana. Esta es una decisión que aún tendrá que pasar por Consejo de Ministros e ir al Congreso, pues supone un cambio en el convenio entre ambos países que data de 1988.
Además de la muy rotunda condena a "la guerra de elección, injustificada y no provocada" de Rusia contra Ucrania, los dos países citan expresamente a China. Washington y Madrid exigen a Pekín conjuntamente que "cumpla sus compromisos dentro del orden internacional, basado en reglas", a contribuir "a la seguridad internacional" y a "cooperar en la provisión de bienes públicos globales".
"Cooperación política"
Otros puntos de ese de acuerdo son la intensificación de la colaboración en materia de seguridad y justicia, y la promoción de las migraciones seguras, ordenadas y regulares. Además de los aspectos de la guerra cibernética, y el antiterrorismo, aquí ambos mandatarios han acordado "desarrollar la cooperación en materias de extradición y asistencia jurídica mutua".
Biden y Sánchez también rubricaron otro acuerdo que mezcla dos conceptos que hasta ahora Moncloa había evitado unir: la lucha contra el cambio climático y la seguridad energética. EE. UU. se compromete a asegurar el suministro a Europa y "reducir la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia".
Además, Madrid se suma a la estrategia de diversificación geográfica de las fuentes de energía, especialmente el gas natural. Una tecnología muy conveniente para Washington. Finalmente, se amplía la cooperación en los ámbitos de ciencia y tecnología, y sobre todo en el económico y comercial. Biden ha planteado a Sánchez la posibilidad de hallar "sinergias" entre los planes de recuperación pospandemia de ambos países. Según fuentes de Moncloa, se buscarán oportunidades de acción conjunta.
Un punto llamativo por lo breve de su redacción es el relativo al refuerzo de la "cooperación política". En este aspecto, los compromisos son difusos. EE. UU. se limita a mostrar su intención de que sus secretarios se reúnan "regularmente" con los ministros españoles. Pero sí hay un detalle interesante. Ambos países se instan a "celebrar reuniones periódicas centradas en regiones y temas de interés mutuo como América Latina y el Caribe, el Magreb, el Sabel, China y el Indo-Pacífico, Rusia" y otros asuntos multilaterales.
El episodio fallido de hace un año ensombreció el indudable éxito diplomático de la confirmación de Madrid como sede de la cumbre hace 12 meses. El trabajo lo había dejado encaminado el anterior Ejecutivo, el de Mariano Rajoy, con el motivo del 40º aniversario de la ratificación del Tratado por parte de España. Pero las circunstancias han convertido en histórica esta cita de los aliados.
Primero, porque la pandemia retrasó los trabajos del nuevo Concepto Estratégico, que debería haberse cerrado en 2020. Ese documento es el que define los peligros, las amenazas y la estrategia defensiva de los 30 Estados aliados -que pronto deben ser 32- para la próxima década.
Y segundo, porque la guerra ha vuelto a suelo europeo. Y no un conflicto bélico cualquiera, sino uno provocado por una agresión directa de Rusia a Ucrania, "injustificada e injustificable, sin mediar provocación", tal como lo define Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
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El mandatario noruego de la Alianza Atlántica ha sido protagonista en los últimos días al tener que salir al paso de ciertas informaciones que daban por seguro que el Concepto Estratégico de Madrid incluiría una mención expresa a la protección de Ceuta y de Melilla por parte de la Alianza. El secretario general ha dejado claro que esa decisión "es política" y que, como tal, debía de ser tomada "por unanimidad".
Es un deseo español lograr que, en esta cumbre, la Alianza ponga su atención más en el sur. De hecho, hay una sesión completa, el jueves 30 por la mañana, en la que los jefes de Estado y de Gobierno discutirán sobre la "vecindad sur". Y la noche anterior, José Manuel Albares ofrecerá una cena informal a sus homólogos para debatir sobre los desafíos del Flanco Sur, con Rusia como principal enemigo.
Ucrania como núcleo
Precisamente, se cumplen ahora cuatro meses de la guerra, que supone "no sólo un ataque a la integridad territorial y a la soberanía de Ucrania", en palabras de Sánchez, sino "un desafío a los valores democráticos que representamos".
Sánchez se ha empeñado, en los últimos meses, en insistir en tres conceptos políticos. Que la OTAN es una alianza de democracias, que es una organización defensiva que "apuesta por la paz y los derechos humanos", y que la Unión Europea ha de ser "corresponsable y complementaria" en la futura defensa de sus intereses con la Alianza.
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Por eso mismo, además, el Gobierno de España ha estado muy implicado en los trabajos de la Brújula Estratégica que ha pilotado Josep Borrell, Alto Representante de la UE. El documento comunitario es similar al Concepto Estratégico que se aprobará estos días en Madrid, pero es el primero de esas características en la Unión.
Es decir, se trataría de la primera piedra de una Europa de la Defensa y la Política Exterior Común: embrión de la futura Fuerza de Intervención Rápida, basada en la UME de las Fuerzas Armadas.
Los dos primeros argumentos, esos de que la OTAN es "pacífica" y "democrática" abundan, en estos momentos, en las razones por las que la Alianza se enfrenta a Vladímir Putin. "Y son la fuerza que nos da la unión, que es el motivo por el que la guerra no se ha extendido más allá de las fronteras ucranianas", ha explicado Stoltenberg.
Es así: la Alianza arma, asiste y financia a Ucrania, pero no combate directamente. Y ése es el único modo de defender los valores y principios democráticos además de los de la paz. Cualquier pretexto sería aprovechada por Moscú, y no haberle dado ninguna, ha dejado sus amenazas en bravatas, y sus movimientos de tropas junto a las fronteras de las repúblicas bálticas o de Polonia, en meras maniobras.
Y es que por mucho que haya reclamado la medida Volodímir Zelenski desde Kiev, la OTAN no ha aprobado una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. "Eso nos colocaría en el riesgo cierto de enfrentamientos directos con las fuerzas rusas", han explicado fuentes de Defensa a este diario, "y eso nos llevaría, con toda probabilidad, a la III Guerra Mundial".
Sánchez le ha asegurado a Biden la mayor colaboración logística, humana, material y financiera posible. Tanto en su responsabilidad directa con la OTAN como en su compromiso con la defensa de Ucrania.
También le ha confirmado la duplicación de tropas españolas en la base terrestre en Letonia. Además, la continuación de las misiones de patrullas aéreas que en este momento protegen los cielos de Lituania, en tensión creciente por el ahogo a Kaliningrado. Este es un enclave ruso estratégico en el Báltico, entre Lituania y Polonia. A su vez, continúan también las misiones de las cuatro fragatas españolas desplegadas en el Mediterráneo, frente al Bósforo.
El presidente español también preveía confirmar al estadounidense su intención de aumentar el gasto en Defensa de manera gradual, para alcanzar el 2% del PIB en los próximos años.
En la actualidad, España es el segundo país de los 30 de la Alianza que menos invierte en gasto militar, en función del tamaño de su economía, un 1,02%. Sánchez pretende incrementar ese desembolso en dos décimas anuales hasta cumplir en 2030 con el compromiso alcanzado en la cumbre de la OTAN de 2014.